El Colo mostró toda su bronca y dolor por no poder jugar este año
El Colo habló por primera vez luego de su operación por una hernia inguinal, y relató el trauma que debió afrontar y que todavía padece por no poder practicar a la par de sus compañeros.
Por Santiago Rivas Murphy
@sanrivasmurphy
El 2012 no será un año para recordar en la memoria de Germán Ré. El Colorado se lesionó en enero y desde entonces arrastra molestias físicas que derivaron en una operación de hernia inguinal que lo marginó del resto del campeonato. En diálogo con Fútbol viejo, nomás de Radio Provincia (AM 1270), el Colorado repasa su calvario y las ganas de volver a sentirse útil para Estudiantes.
“Lo único que pedía era estar bien aunque sea para entrenar para mis compañeros. Vivimos de esto, me gusta y hoy me toca una lesión que nunca tuve y me pone muy triste. Me queda la recuperación, tratar de no apurarme y volver lo mejor posible”, reveló el rosarino.
Al desprendimiento del aductor, le siguió una hernia que se trató en su momento pero ante la mala curación del tendón, se volvió a presentar con un poco más de dolor. “La hernia la habíamos curado dentro de todo. Ya no sentía dolor gracias a los trabajos de fortalecimiento en la zona media. Por suerte se superó en esa etapa. Pero al seguir lesionándome, se hicieron más estudios y se decidió la operación. La idea era evitar la operación, pero el aductor no respondía. Se hizo todo lo necesario y no se dejó nada. Pero lamentablemente se llegó a esto”, explicó.
Fuerte de ánimo, el Colorado tuvo sus bajones por verse afuera de todo lo que concierne a la vida de un futbolista: entrenamientos diarios y partidos. “Las expectativas eran volver antes. Pero el tendón no había cicatrizado bien del desgarro. Sentí mucho dolor cuando probé en una mañana y sentí que no podía. Ahí me quebré. Pero antes estuve fuerte más allá de alguna decaída por las ganas de estar y de entrenar con el resto de los compañeros. No es lo mismo verlos desde afuera y no poder ayudarlos”, confesó.
A la hora de analizar si estuvo bien tratado o no, Ré no duda: “No me arrepiento del tiempo que se perdió porque hicimos todo. Fue una decisión conjunta y no hay reproches. Si me volviera a pasar, haría lo mismo. No se pudo y se terminó por optar la operación”.
La vuelta a la vida normal parece estar un poco lejos todavía, pero es un horizonte alcanzable para el futbolista. “Todavía tengo los puntos de la operación, pero puedo caminar para mover los músculos que no afecten la zona. A medida que me pase el dolor, voy a intensificar los trabajos”, culminó.
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