El técnico de Estudiantes, Juan Manuel Azconzábal, de 37 años y sin mayor experiencia, consiguió que su equipo, sin cuatro de sus figuras (Juan Sebastián Verón, Rodrigo Braña, Gastón Fernández y Enzo Pérez) hoy sea líder con catorce partidos invicto.
En el periodo anterior, con Miguel Angel Russo, el equipo -casi el mismo- estuvo varios encuentros sin ganar. Estudiantes, después de mucho tiempo y luego del ciclo exitoso de Alejandro Sabella (2009-2011), llegó a estar en los últimos lugares del torneo Apertura 2011.
Hugo, el padre de Azconzábal, juninense y amigo de Osvaldo Zubeldía, conservó los cuadernos del popular “Huevo”, el director técnico más ganador de Estudiantes, y también de su inseparable colaborador Argentino Geronazzo.
Anotaciones entre 1961 y 1965 dieron lugar al libro “Táctica y Estrategia del Fútbol” (325 páginas), editado en agosto del ‘65 con autoría de ambos. Una revelación en el tema para la época que el padre del hoy entrenador albirrojo guardó como un tesoro escondido.
En la ciudad de Junín nacieron el propio Zubeldía y el notable Eusebio Marcilla, conocido como el “caballero del camino” -piloto de Turismo Carretera-, a fines de los ‘40, son entre otras sus personalidades más ilustres surgidas del ámbito deportivo. Desde ahí un día partió Juan Manuel Azconzábal, lleno de sueños, hacia La Plata para incorporarse a Estudiantes.
En el año ‘91 estuvo en el seleccionado argentinos Sub-17 con su estatura (1,86) y su cabezazo en las dos áreas. En el ‘95 debutó en primera de Estudiantes y jugó como “seis” hasta 2002. La “raíz” conceptual desde “lo táctico”, el Vasco la lleva impregnada en su naturaleza. Se lo sitúa claramente entre “los que heredan” la doctrina Pincharrata de Osvaldo Zubeldía y Carlos Salvador Bilardo del `60 al `90.
Con triunfos y frustraciones. Como el caso de Miguel Angel Russo, alguna vez campeón como entrenador. La prueba más difícil para Juan Manuel Azconzábal es la que viene: Estudiantes recibirá a Boca, en el Estadio Ciudad de La Plata. El Vasco dice que toma mucho valor ser “inteligentes”; destacando siempre el “esfuerzo de los jugadores”.
“Estuvimos tres meses en el club con bajo perfil con el Pepi Zapata, mi amigo de la época de jugador, y la llegada a primera nos tomó un tanto de sorpresa. Es un desafío y como todo en la vida hay que correr riesgos y no creersela”, concluye diciendo el Vasco que sigue aprendiendo haciendo camino al andar.
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