Pellegrino planteó el partido que le convenía. Por eso Estudiantes mantuvo el 2-0 y dejó sin chances de campeonato a Lanús
TODOS DETRAS DE LA PELOTA.
ESTUDIANTES Y LANUS TERMINARON EL PARTIDO
QUE HABIA SIDO SUSPENDIDO EN EL ESTADIO UNICO
COMENTARIOPor MARTIN CABRERA
El Pincha hizo el partido
que tenía que hacer. No se descuidó nunca, se cerró bien en el fondo y,
cuando pudo, hasta se animó a ensayar una contra.
En líneas
generales, en los 45 minutos jugados ayer en el estadio Ciudad de La
Plata, el local fue más que la visita. Aun con objetivos diferentes y
materia prima inferior, se las arregló para llevar el partido al terreno
que más le convenía.
Estudiantes no le dejó ninguna chance a
Lanús. Le cerró todos los caminos hacia Gerónimo Rulli. Bien Jonatan
Silva por la izquierda y correcto Marcos Angeleri en la derecha. Ni que
hablar del despliegue de Braña y Gil Romero, que siempre fueron sobre la
pelota y ayudaron a Benítez, que siempre quedó sobre Guido Pizarro, el
estratega Granate.
Es verdad que tuvo la
posesión de la pelota y que con mejor técnica merodeó el área
albirrroja. Pero a medida que fueron pasando los minutos tuvo que
conformarse con tirar centros para Ismael Blanco y Silvio Romero, que
entre los centrales y el arquero se encargaron de quitarles intensidad.
Es
más, en los 23 minutos del primer tiempo los dirigidos por Pellegrino
estuvieron cerca de vencer a Esteban Andrada. Fue el colombiano Duván
Zapata quien, mediante un desborde por la izquierda, quedó en franco
remate que el arquero desvió al córner.
Ya en el final, otra vez el delantero, ganó de cabeza dentro del área, pero la pelota se fue muy alta.
Dos
opciones contra ninguna de Lanús, que salvo con un remate de Víctor
Ayala desde afuera del área jamás llevó peligro al arco de Estudiantes.
Demasiado poco para un equipo que sólo con tres goles y ninguno del
rival iba a llegar a la última fecha con chances de forzar a un
desempate para ser campeón.
LO PUSO EN UN FREEZER
En
el segundo tiempo el Pincha se mantuvo igual. También Lanús. Pero la
diferencia fue que el Pincha empezó a animarse, de la mano del Chino
Benítez, que se soltó unos metros y fue patrón de cada salida.
Es
verdad que no tuvo una chance clara, pero un par de desbordes (uno de
Carlos Auzqui y otro de Zapata) pudieron darle el premio que mereció: el
gol.
Lanús siguió con la suya, aunque David Pizarro se equivocó y
vio la roja, fruto de la impotencia. Estudiantes se abrazó al triunfo
que había edificado hace dos semanas y celebró tres puntos claves, más
pensando en el torneo que viene que en el actual. Y no está mal.
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