Claudio Gugnali y Gabriel Pedrazzi repasaron los
clásicos de la década del ’80, cuando el Lobo volvió a Primera y fue
protagonista de varios festejos
Si hubo una década en la cual el clásico entre Estudiantes y Gimnasia sufrió una importante interrupción, esos fueron los ’80.
El Lobo, que perdió la categoría en 1979, recién pudo regresar a la
máxima categoría del fútbol argentino en 1985, protagonizando verdaderas
batallas ante el clásico de toda la vida, que en primer lustro de
aquella década se había floreado con títulos y hazañas.
Gabriel Pierino Pedrazzi fue uno de los responsables del ascenso del
Lobo, que le permitieron a los hinchas albiazules volver a disfrutar del
clásico platense.
Claudio Gugnali, integrante del cuerpo técnico en la Selección
argentina de Alejandro Sabella, formaba parte de aquellos equipos de
Eduardo Luján Manera.
Protagonistas del recordado clásico 100 (uno como titular en el Lobo y
el otro ocupando un lugar en el banco del Pincha), fueron reunidos por
El Clásico para rememorar aquellos años.
“Gimnasia venía con un equipo importante del ascenso y hacía buenos
partidos”, se adelantó Gugnali en el encuentro con Pedrazzi.
Sin ánimo de retrucar a su viejo rival, Pierino admite que se jugaba
con más vehemencia que ahora. “Una vez que la pelota empezaba a rodar
había que ganar. Toda la gente te pedía que ganes y vos sentías la
responsabilidad de cumplir”.
Los dos protagonistas de este encuentro, que además de representar a
una generación de jugadores son entrenadores recibidos, no escatimaron
conceptos al momento de analizar la forma en la que pueda presentarse el
encuentro del próximo domingo en el estadio Ciudad de La Plata.
“Troglio hizo un excelente campeonato con Gimnasia en la B, pero lo
de Estudiantes es más ambicioso”, comenzó analizando el ayudante de
campo de Sabella en el equipo nacional.
“A diferencia de Estudiantes, que está intentando buscar una
identidad, Gimnasia ganó más tiempo con la formación del equipo que se
dio hace un año y que jugó siempre de la misma manera en el torneo de la
B Nacional. En ese sentido Gimnasia ganó más tiempo que Estudiantes
porque además conoce sus limitaciones y sabe como confrontarlas”,
prosiguió Gugnali, aceitado en su función de inspector de rivales en la
Selección argentina que afrontará el próximo mundial de Brasil.
“De entrada ninguno va a arriesgar nada. Los dos equipos están en
condiciones de buscar el arco de enfrente, pero en los primeros minutos
cada jugador va a trotar y recorrer su sector sin perder el orden. Habrá
que estar atentos a cada pelota parada, que puede resultar clave para
abrir el partido”, retrucó Pedrazzi.
“Insisto con que Troglio hizo un gran trabajo, pero Estudiantes es
más ambicioso y a la larga eso lo va a beneficiar. Sinceramente creo que
va a ganar Estudiantes”, sentenció Claudio Gugnali en un sincero
pronóstico.
“Los clásicos son partidos muy cerrados en los que puede pasar
cualquier cosa. Es muy difícil decir quién puede ganar o perder”,
concluyó el ex delantero del Lobo, quien apeló a la coherencia del
público y de la dirigencia del Pincha para que pueda organizarse un
evento en paz y tranquilidad.
Los dos, al fin de cuentas, comenzaron a jugar un partido aparte en los pronósticos.
Una década con pocos partidos
Estudiantes y Gimnasia disputaron pocos partidos durante la década de
1980. El descenso del Lobo a la segunda categoría en 1979 abrió un
bache, puesto que el regreso se produjo en 1985. Desde año hasta 1989
inclusive se llevaron a cabo nueve partidos y el saldo fue favorable al
Lobo, que ganó tres. El Pincha apenas consiguió una victoria y se dieron
cinco igualdades, incluida una en la temporada 1988/1989, período en el
que los partidos que terminaban en empate continuaban con una
definición por penales que otorgaba un punto extra a su vencedor.
Aquella vez, tras un 1-1 en los 90’, Gimnasia ganó 2-0 en penales.
www.diariohoy.net
No hay comentarios:
Publicar un comentario