domingo, 23 de marzo de 2014

Un golazo le arrebató un triunfo que tenía guardado

Estudiantes, como en el clásico, aguantaba el partido. Pero anoche no tuvo final feliz: Vélez le empató en el final. Fue 1-1 con gusto agridulce


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Video del gol
 


La palabra de Rulli
 
 

COMENTARIO
Por MARTIN CABRERA
Síntesis: Vélez-Estudiantes
En la previa del partido el empate cotizaba en alza. Lo firmaban los hinchas y lo miraban con expectativa los jugadores. No estaba mal después de ganar el clásico, como visitante y contra un equipo como Vélez que pinta para animador. Pero el 1-1 final dejó gusto agridulce, como esas películas que prometen más de lo que concretan. Porque Estudiantes se estaba llevando un triunfo enorme, para alcanzar a Colón en la punta, hasta que a los 43 minutos del segundo tiempo Jorge Correa, con un zapatazo frontal (la única manera de penetrar la muralla albirroja), estableció el empate.
Seguro que con el correr de los días la igualdad será respetada. Cuando bajen los decibeles, el plantel valorará mucho el punto que se trajo de Liniers, que lo deja a sólo dos puntos de Colón, que le permite estirar a cinco los partidos sin derrotas y que, contra todos los pronósticos, lo deja como el equipo con mejor rendimiento jugando fuera de casa: 8 puntos en cinco partidos, uno más que el Sabalero y Belgrano.
De todos modos la mejor imagen que se llevó Estudiantes de Liniers fue su sostenido crecimiento. Tal vez no haya deslumbrado y ni siquiera haya merecido ganar, pero volvió a mostrarse como un equipo sólido, que sabe lo que quiere, que maneja los tiempos, que incomoda, ataca y defiende, que se mete atrás y hace tiempo, que tiene jugadores rápidos y exquisitos... Por ahora sólo le está costando cerrar los partidos, pero ya le estaríamos pidiendo mucho a un equipo que, sin dudas, está por encima de la media del fútbol argentino. No es poco.
Uno x unoEl primer tiempo fue espantoso. Vélez y Estudiantes se respetaron demasiado. El local tuvo una tibia iniciativa, y el Pincha planteó el juego en la mitad de la cancha. Algunas subidas de Mauro Zárate y poco más, contra un remate débil de Leo Jara desde afuera del área.
Pero todo cambió en el complemento. Al minuto, en una contra de tres toques, Estudiantes llegó al gol. Román Martínez escapó por el medio, abrió a la derecha para Mauricio Rosales que desbordó y mandó un centro al segundo palo, por donde ingresó Guido Carrillo. Cuarto gol del delantero, para enmudecer a los velezanos y para empezar a soñar con otra victoria resonante.
A partir de ahí se vio el mismo partido que el domingo pasado. Estudiantes se retrasó y le dejó la iniciativa al local, que tuvo un tiro en el travesaño de Lucas Pratto, un remate cruzado de Mauro Zárate que Gerónimo Rulli mandó al córner y poco más. Vélez jugó en campo Pincha y amenazó, aunque recién pudo lastimar a los 43 minutos, cuando Coquito Correa buscó el atajo que ningún otro compañero había visto: el tiro desde afuera del área. Golazo para vulnerar a un Rulli cada vez más grande.
Se le podrá criticar a Pellegrino la falta de audacia para liquidar el partido. Error. El equipo tuvo un par de contra en los pies de Auzqui y no pudo. Así como el domingo le salió redondo y celebró el triunfo, anoche se le escapó sobre el final para dejarle un gusto agridulce. Fue empate, merecido, para seguir sumando y quedarse agazapado. 

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