Hay una fecha que Carlos Bossio jamás podrá olvidar: 12 de mayo de 1996.
Ese día, su equipo —Estudiantes de La Plata— perdía con Racing 1 a 0 en el cilindro de avellaneda.
Y, a segundos del pitazo final, Chiquito tuvo una aparición heroica, sin
precedentes en el fútbol argentino. Luego de un córner de Marcelo
Couceiro, fue él quien, de cabeza, decretó el empate. Y fue final. Una
igualdad que mantenía al Estudiantes del Profe Daniel Córdoba en la cima
de la tabla.

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