Jugamos el mejor partido y volvimos a semis tras 24 años
La Selección, con tres cambios clave que hizo Sabella, derrotó 1-0 a Bélgica y ya está entre las cuatro mejores
EL
GOL DE HIGUAÍN
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Argentina, en su mejor producción, venció 1-0 a Bélgica en el estadio
Nacional de Brasilia y regresó a una semifinal de una Copa del Mundo
después de 24 años.
Gonzalo Higuaín, a los 8 minutos del primer
tiempo, marcó el tanto que definió el cruce de cuartos de final de
Brasil 2014 y en la próxima instancia se medirá, el miércoles a las 17,
en San Pablo, con Holanda, que a segunda hora eliminó a Costa Rica en
una definición con remates desde el punto del penal, que ganó 4-3, tras
un empate sin goles al término de los 90 minutos reglamentarios y la
media hora de tiempo suplementario.
En la lejanía de Italia 1990
quedó la última ocasión en la que Argentina jugó los siete partidos de
una Copa del Mundo y en este Brasil 2014 radica la chance de cerrar un
período de frustraciones en Estados Unidos 1994 (octavos), Francia 1998,
Alemania 2006 y Sudáfrica 2010 (cuartos) más Corea-Japón 2002 (primera
ronda).
El seleccionado albiceleste jugó tres veces la instancia
que alcanzó ayer y en todas, posteriormente, llegó a la final: Uruguay
1930, México ‘86 e Italia ‘90.
En Argentina 1978, cuando ganó su
primer título, el equipo accedió a la definición luego de jugar un
segundo grupo clasificatorio.
Bélgica es un rival que remite a
buenas sensaciones mundialistas, porque el anterior enfrentamiento
ocurrió en las semifinales de México ‘86, que Argentina ganó 2-0, con
recordados goles de Diego Maradona.
En el otro antecedente por
torneos oficiales de FIFA, el equipo europeo se había impuesto por 1-0
en el debut de España 1982, donde los albicelestes defendían la corona.
El
equipo de Sabella jugó los mejores 45 minutos en el Mundial, a partir
de la solidez en el fondo, donde el ingreso de Demichelis por Federico
Fernández fue clave, ya que se complementó mejor con Ezequiel Garay, el
otro central.
Hubo un buen manejo de la pelota en el mediocampo,
con Biglia y Mascherano; y profundidad en ataque, con un Higuaín
inspirado, tras marcar su primer gol en la Copa (lleva 5 en total,
porque había marcado 4 en Sudáfrica 2010).
Siempre, con el
extraordinario Lionel Messi en la conducción y el apoyo por las bandas
de los tándem Zabaleta-Di María por derecha y Basanta-Lavezzi por
izquierda.
Con esos argumentos, Argentina dominó a un adversario que nunca entendió el partido, más allá de los dibujos tácticos de ambos.
El
equipo argentino para atacar se paró con un 3-4-3, pero a la hora de
defender el esquema mutó a un 4-4-2. Así se sintió cómodo en las dos
facetas y maniató a Bélgica.
Los tres cambios que realizó Sabella
en relación al triunfo sobre Suiza en octavos Basanta por Marcos Rojo
(obligado), Demichelis por Fernández y Biglia por Gago (ambos tácticos),
le dieron resultado.
El equipo ganó en todo: defendió mejor, manejó mejor la pelota y atacó mejor.
Tal
vez el gol de Higuaín (rompió una racha de 309 minutos sin marcar en
este Mundial) hizo que el seleccionado ganara en confianza y
desarrollara el fútbol que mostró.
Y el tanto nació a partir de
un pase fallido de Di María para Zabaleta, que se desvió, y encontró al
Pipa, quien de primera clavó la pelota junto al palo derecho de
Courtois.
Entro Enzo Perez
Antes
y después Argentina manejó el juego y tuvo un par de chances en los
pies de Lavezzi y Messi y algún arranque electrizante de Di María, que a
los 32 minutos se retiró lesionado y le dejó su lugar a Enzo Pérez.
Bélgica,
con su 4-2-3-1 inflexible, estuvo lejos del nivel que mostró en los
cuatro partidos anteriores: triunfos sobre Argelia (2-1), Rusia (1-0),
Corea del Sur (1-0), con los que ganó, con puntaje ideal, el Grupo H, y
Estados Unidos (2-1), por los octavos de final.
Sin embargo, el
conjunto de Wilmots tuvo sus chances, aunque aisladas, con un remate de
Kevin De Bruyne y un cabezazo de Kevin Mirallas.
Argentina, en el
segundo tiempo, lejos de replegarse, siguió en su juego, el que le dio
resultado en los 45 minutos iniciales, con un Higuaín intratable.
El
atacante de Nápoli italiano, donde convirtió 17 goles en la temporada
2013-2014, pudo ampliar la ventaja en dos ocasiones, pero el cruce de
Alderweireld y el travesaño, se lo impidieron.
Argentina pasó un
par de sofocones con un cabezazo de Fellaini y un centro desde la
derecha de De Bruyne. Wilmots no arriesgó ni con los cambios: , y
Sabella enrocó con los ingresos primero de Palacio y después de Gago. El
objetivo: tener la pelota.
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