martes, 2 de febrero de 2016

Una mancha negra para el clásico de la Ciudad

ECOS DE UN ESCANDALO INADMISIBLE. LA BATALLA CAMPAL TIÑÓ DE VERGÜENZA UNA CONTIENDA DEPORTIVA

El bochorno en Mar del Plata tuvo a jugadores, allegados y gente que no tendría que haber estado en el campo, a las trompadas y puntapiés

Por NICOLAS NARDINI
INFORME

El clásico de nuestra ciudad sufrió una mancha negra y los ecos de los bochornosos incidentes protagonizados por jugadores y allegados en el campo de juego resonaron en todo el mundo. Se trató de un espectáculo penoso, donde los protagonistas se comportaron de manera lamentable y estuvieron en las antípodas de lo que marca el accionar de un jugador profesional de fútbol.
Los futbolistas tuvieron un desempeño inadmisible y reñido absolutamente con la deportividad. Protagonizaron un pésimo ejemplo en el marco del flagelo de la violencia que castiga desde hace mucho tiempo al fútbol argentino. Encima, ingresaron al terreno de juego personas que no tenían que desarrollar ninguna función allí y que, lejos de contribuir a calmar los ánimos, agregaron más violencia al bochorno histórico.
SIN JUSTIFICATIVOS: FUE UN BOCHORNO HISTORICO
No hay arista ni detalle que justifique lo acontecido en la noche del domingo y que puso al clásico de nuestra ciudad en los medios de comunicación del mundo entero. Quizás los jugadores y allegados que terminaron a las trompadas delante de casi 30 mil personas que permanecían casi paralizadas en las tribunas, sin creer lo que estaban viendo, aún no tomaron consciencia del daño que le hicieron a la imagen de uno de los clásicos más importantes y tradicionales del fútbol argentino y sudamericano.
Tras la falta que le valió la tarjeta roja a Santiago Ascacíbar, se desató una verdadera batalla campal, impropia del fútbol profesional, con gravísimas agresiones que, de milagro, no dejaron un saldo de lesiones más severas entre todos los colegas de profesión, que tuvieron un comportamiento digno de vándalos.
El capitán mens sana, Lucas Licht , increpó al joven volante albirrojo tras lo cual se produjo un tumulto general, durante el cual hubo trompadas por todos lados. Un puñetazo de Medina a Damonte luego de que este agrediera a Rasic, la intervención de Solari con otra agresión, Mendoza a las trompadas con Ascacíbar , luego agresión de Rasic a Pereira , la aparición de Mariano Andújar a piña limpia contra todo lo que se le cruzó por delante y los puntapiés de Nicolás Mazzola a Andújar cuando este estaba en el suelo. Estos fueron solo algunos de los hechos puntuales, en verdad hubo muchas más agresiones y empujones.
Al mismo tiempo, intervinieron suplentes y auxiliares de ambos equipos, que pusieron más leña al fuego y en su mayoría saltaron al terreno de juego con el afán de pegar y no de calmar los ánimos, ni de separar.
En un marco general de comportamientos penosos, hubo algunas excepciones, como las de los entrenadores: Troglio se metió al campo de juego a separar, al igual que Vivas .
Otro que tuvo un comportamiento para destacar fue Franco Niell , quien literalmente se lanzó encima de Andújar, para evitar que las patadas de sus propios compañeros impactaran sobre el cuerpo desprotegido del arquero. También intervino separando el Secretario Técnico albirrojo, Agustín Alayes .
DESDE AFUERA, A LAS TROMPADAS
Otro aspecto grave de lo ocurrido ya en los primeros minutos del lunes, fue el ingreso al terreno de juego de personas que nada tenían que hacer en ese sector, como el Jefe de Seguridad del plantel de Estudiantes, Jorge Menno , que encima de ingre sar a un lugar para el cual no está autorizado, en lugar de apaciguar o separar, le dio un puñetazo al arquero suplente de Gimnasia, Yair Bonnin.
Otro conato violento lo protagonizaron Matías García , que estaba como suplente en Gimnasia, y el preparador físico de Estudiantes, Martín Solé , quienes se trenzaron durante varios segundos a golpes de puño y empujones.
En medio de los graves incidentes, se produjo una situación tan insólita como lamentable. El médico albirrojo, Hugo Montenegro , intentó correrle la cámara de fotos a uno de los reporteros gráficos de este diario, al grito de “no saques fotos”, como si no supiera, en medio de su exaltación, que el bochornoso espectáculo estaba siendo transmitido vía satélite por televisión a buena parte del mundo y que a esa altura ya casi no quedaba lugar de la Argentina que aún no hubiera visto el vergonzoso espectáculo.
Cuando todo parecía calmarse, se vivió un nuevo momento de tensión. Tras una reunión en la mitad de la cancha entre ambos capitanes, los equipos se retiraron del terreno de juego, sin la realización de la ceremonia de entrega del trofeo que en el campo ganó Estudiantes. Sin embargo, tras entrar a la manga que los depositaría en el camarín, el plantel del Pincha pegó la vuelta y salió otra vez al terreno para festejar ante su gente. En ese momento, se produjo una desbordada reacción de los jugadores de Gimnasia, que se empujaron y golpearon con los policías para reingresar a la cancha, quejándose y gritando que habían pactado retirarse al unísono a la zona de vestuarios y que no se había cumplido con lo acordado.
En ese momento, se exaltó por completo Favio Fernández, uno de los asistentes de Troglio, a empujón limpio y reclamos para con los efectivos del orden.
DOCE JUGADORES INFORMADOS
Tras la bochornosa noche, en la tarde de ayer se conoció que el árbitro del partido informó a doce de los jugadores que participaron de las agresiones: siete por el lado de Gimnasia y cinco por el lado de Estudiantes.
Los informados de Gimnasia fueron Nicolás Mazzola, Antonio Medina, Enrique Bologna, Maximiliano Coronel, Roberto Brum, Javier Mendoza y Federico Rasic .
En Estudiantes, fueron informados Israel Damonte, Mariano Andújar, Alvaro Pereira, Augusto Solari y Santiago Ascacíbar.
En ambos clubes reina la preocupación acerca de las sanciones que recibirán los protagonistas implicados en la gresca y que fueron informados por el árbitro del partido. No hay que perder de vista que el reglamento indica que si las penas superan las cuatro fechas, las mismas deben hacerse efectivas en el campeonato oficial y no en cotejos amistosos, por lo que se avecina un gran dolor de cabeza tanto para Nelson Vivas como para Pedro Troglio, de cara al armado de sus respectivos equipos para el comienzo del certamen local.
Fue una noche negra. Ganó la violencia. Perdió el fútbol. Y el clásico de nuestra ciudad sufrió una mancha que lo llevó a recorrer el mundo entero por un bochorno de magnitud histórica.

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