DESPROLIJIDAD. LAVERNI LLEGÓ MUY TARDE A LA CANCHA DE TEMPERLEY
A pesar de la lluvia y el flojo estado de la cancha el árbitro dio el OK
Saber si Temperley y Estudiantes
jugaban su partido de anoche fue muy difícil. Que sí, que no, que no se
sabe... Las dos horas previas al okey definitivo fueron un desconcierto
molesto de diferentes versiones.
Finalmente a las 20:25, es decir 50 minutos antes de la hora pautada, el árbitro Saúl Laverni
confirmó que el partido se iba a jugar normalmente, luego de haber
recorrido el campo junto a sus asistentes y a los hombres de la
televisión.
Por lo que se podía ver desde la zona de prensa y
las tribunas, el campo de juego no estaba del todo óptimo para la
realización de un partido de fútbol, con mucha agua en la mitad de la
cancha.
Ni que hablar de la suerte de los hinchas locales,
que se tuvieron que mojar toda la noche, ya que el escenario no posee
zonas techadas para la normal visión.
De repente, cuando Laverni confirmó la realización
del partido los empleados de mantenimiento del club local tuvieron que
ponerse a pintar las líneas de cal, ya que el agua caída había borrado
todo. A la misma hora que los jugadores se metieron en los vestuarios
para cambiarse, otro aguacero importante se largó en esta zona del
conurbano bonaerense.
Debido a la incertidumbre y porque la lluvia no
invitaba a salir de una casa, los hinchas que llegaron hasta el Beranger
lo hicieron casi sobre la hora, convirtiendo en un caos de luces,
bocinas y charcos explotados las calles Borrego, 14 de julio y varias
más.
MINUTO A MINUTO
El primero en llegar hasta el estadio fue el presidente local Hernán Lewin,
quien debido a la buena relación con la dirigencia de Estudiantes fue a
recibir en persona a la delegación visitante que llegó antes que el
plantel.
Entre los presentes se pudo ver a Osvaldo Lombardi, Diego Ronderos, Martín García, Juan Martín Aiello, Claudio Bernard y los hermanos Russo. Todos ellos vieron el partido en una cabina de la platea principal.
El plantel de Estudiantes salió desde el Country a
las 18:30, tal vez sospechando que el partido podía suspenderse. Por eso
arribó una hora y media después, muy cerca del inicio del juego. No
suele llegar tan tarde el equipo Pincha.
Para agregarle mayor suspenso a la noche,
promediando las 19:30 las luces del estadio se apagaron. Entonces los
fantasmas del partido Temperley-Gimnasia se dieron una vuelta. Luego se
informó que había sido intencional para probar el normal desarrollo del
grupo electrógeno.
Con el campo de juego a oscuras arribó hasta el estadio el plantel del Gasolero, encabezado por su técnico Iván Delfino. A esa hora no había mucha expectativa en el desarrollo del juego.
A las 20:01 las cuatro torres se volvieron a
encender. Y entonces desde lejos se pudo comprobar el flojo estado del
campo, con algo de agua.
“Si no llueve más se juega”, dijo a esa hora el
presidente local, casi rezándole al cielo que deje de tirar agua y
evitar así que otra vez un compromiso de su equipo se postergara.
A las 20:08 llegó el plantel de Estudiantes, con
jugadores sorprendidos por la ausencia de la terna arbitral. Recién 10
minutos después llegó Laverni por la calle 9 de Julio y se metió
corriendo al campo.
Luego de cinco minutos se metió en el vestuario, llamó a los representantes de cada equipo y les dio garantías para jugar.
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