Análisis
Como sucede con los autos, el rendimiento no es el mismo
funcionando a nafta que a gas. Y así se mostró nuevamente Estudiantes.
Un equipo que acumuló su segundo partido sin ganar. Sigue en lo más alto
del torneo.
El presente era arrollador. Así lo definían todos a Estudiantes
hace unas semanas atrás. Si bien algunos se quedaban con que no jugaba
bien, el fútbol argentino elogiaba su entrega, velocidad y contundencia
en cada encuentro. El pasado fin de semana perdió el primer partido del
campeonato, y hoy no pudo recuperar la alegría ante su gente. Sumó pero
dejó muchos puntos para mejorar.
El Pincha es el líder del campeonato y está allí sin que nadie le
haya regalado nada. Por mérito propio. Pero en los últimos días, en sus
presentaciones, cometió varios errores, no fue tan contundente y sin
tanto juego ofensivo, sumó tan sólo un punto de los últimos seis.
La explicación está en el rendimiento. Esta tarde, ante su gente en
el estadio Ciudad de La Plata, no jugó bien ante un rival que le mostró
los dientes de entrada y lo llevó a jugar en la imprecisión y el
nerviosismo.
El Pincha careció de ideas para volver a sumar de a tres. Cavallaro,
Auzqui, Rodríguez en el primer tiempo, y Vargas, Solari y Toledo, en el
complemento, junto a Viatri, tuvieron muy pocas ideas para generar juego
ofensivo y tuvieron muchas complicaciones para gestar situaciones de
riesgo ante un rival que estuvo muy preciso y firme en la marca.
Si bien en su campo sufrió muy poco, y Andujar tuvo que responder en
pocas oportunidades, el empate fue justo. El León cambió sus formas,
careció de ideas, agresividad, y dinamismo para doblegar a un rival que
lo complicó cerrándole los caminos y presionándolo durante todo el
partido.
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