El Mellizo fue clave para entorpecer una negociación cerrada y que está a nada de caerse. El acuerdo era total y estaba sobre la mesa, pero el DT no quiere cederle jugadores a Estudiantes. La dirigencia encabezada por Verón se cansó y apunta los cañones al uruguayo Ramírez.
La historia es bastante difícil de explicar o no, depende con el cristal que se la mire. De hecho, podría tener un sustento en el plano deportivo si no se tratarse de quién se trata. Que un entrenador no quiera reforzar potenciales rivales en la pelea por el campeonato, vaya y pase. Que no lo haga por la mala relación entre los clubes, también. Que haya un poco de despecho por mercados anteriores (caso Andújar, por ejemplo) también podría ser una explicación lógica. Pero no. Nada de eso. El pase de Agstín Bouzat a Estudiantes está a punto de caerse porque Guillermo Barros Schelotto, el técnico de Boca, no quiere cederle jugadores a Estudiantes
Así como lo lee. El Mellizo no quiere saber nada con
prestarle jugadores a Estudiantes por su pasado, por su amor por Gimnasia. Dirán que Boca no
quiere reforzar rivales directos -de hecho, no quiere saber nada con ceder jugadores a
los 5 grandes- y mucho menos a Estudiantes por una simple cuestión de piel.
La historia es así. La entidad que preside Daniel Angelici
llegó a buen puerto con Estudiantes para ceder a préstamo a Agustín Bouzat. El acuerdo
se alcanzó el miércoles por la noche (en realidad uno de los tantos que hubo aunque este pareció el definitivo) y el jueves el ex delantero de Defensa y justicia iba a
estar en City Bell para completar la revisión médica. Sin embargo, el pibe no
apareció. La explicación es que Guillermo no quiere que venga y lo retiene
anunciándole que es muy probable que pueda sumar minutos en Boca.
En realidad, lo que el técnico quiere es allanarle el camino
a Gimnasia. Soso, el flamante entrenador albiazul, se fijó en Bouzat para
reforzar su ataque, pero como Estudiantes primerió el presidente Pellegrino se
retiró de la negociación aún con la ventaja de contar con Roberto Depietri como
manager. Sucede que el ex volante es amigo de la familia Bouzat y hasta lo invitó
varias veces a ver a Gimnasia. Así planteadas las cosas, no es descabellado
pensar que una vez que Estudiantes se retire de la negociación, Gimnasia vuelva
a la carga. Pero hay más. Como casi siempre sucede con Boca de por medio, el
negocio podría girar hacia Parque Patricios a partir de una triangulación con
Huracán y la posible llegada de Wanchope Ábila a nuestro país. Sí, es difícil de
entender, pero es así.
Estudiantes parece haber puesto un ultimátum tácito. Si bien
no lo hicieron público, los dirigentes se cansaron de la negociación y van a
buscar al uruguayo Ramírez, un pibe de 23 años que es una gran promesa
recomendada por Matosas. A menos que haya una rotación de 180 grados, Bouzat no
llegará al Club, ahora, porque Estudiantes se cansó de esperar.
Lo increíble de la historia no es un pase (casi) caído, sino
el motivo. El fanatismo del técnico de Boca por Gimnasia hizo que una
negociación cerrada esté prácticamente descartada.
Fuente: Revista Animals
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