NO BRILLA PERO RINDE

ANÁLISIS

No hace falta ser perfecto para ganarle al último campeón de América. Así lo demostró el equipo de Benítez, que con más ganas que juego le ganó a Gremio en Quilmes.

Quizás las diferencias se sacaron en el primer tiempo, pero el plus que tuvo el conjunto del Chino Benítez fue la intensidad. Lo hizo sentir incómodo en Quilmes, logró ponerlo en jaque con orden y esperando en su campo. El Tricolor lo terminó acorralando, Estudiantes quedó con uno menos y terminó sufriendo para poder festejar.

No salió a jugarlo como un partido más, tomó cartas en el asunto y se vistió de Copa Libertadores. Fue de menor a mayor, con actuaciones individuales más que destacables. A priori ya sabía que jugándole de igual a igual con la tenencia, iba a perder, por eso salió a comerle los talones y a jugarle con más ganas que juego.

Gremio se desplegó, buscó por las bandas y las asociaciones fueron una constante. Estudiantes se replegó y salió, todos en bloque y dejando pocos espacios entre líneas para que no puedan moverse con comodidad. En el primer tiempo le dio buen resultado porque tuvo dos, aunque una de ellas fue adentro.

El Tricolor se fue haciendo grande, se fue acercando cada vez más al arco de Andújar, y el partido se volvió mucho más físico para el local. El orden fue clave para poder mantener el resultado, le llegó pero sin demasiado peligro como para poder llegar el empate. La concentración y el compromiso fueron parte de los minutos finales.

Ahora, con este partido metido en el bolsillo, irá a Porto Alegre para defender el resultado y buscar los cuartos de final. Será un compromiso difícil, ya que de local los dirigidos por Portaluppi se hacen más fuerte. Sin embargo, Estudiantes no se rinde fácil.

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