La decisión del directivo Federico Colombo de alejarse de la secretaría de deportes no será modificada, tal como revelaron fuentes dirigenciales a este medio.
En la edición de ayer, El Clásico adelantó la renuncia del joven dirigente, hostigado por las amenazas y los ataques provocados presuntamente por personas cercanas a una de las fracciones de la barra brava de Estudiantes.
De acuerdo a la investigación realizada, la comisión directiva le pidió ayer que pueda rever su posición, encontrando como respuesta la negativa indeclinable.
Por lo bajo se supo que Colombo sería víctima de los ataques, debido a la función que cumplía en el club.
Al parecer, fuertes intereses rodean a la secretaría de deportes, que sería muy codiciada por algunos sectores del club. Esta situación habría llevado a la intervención de terceros que, se sospecha, amedrentaron al directivo para que diera un paso al costado.
Si bien las amenazas recibidas son investigadas por la fiscalía interviniente en la megacausa de la barra, en los pasillos de calle 53 cobra cada vez más fuerza la versión de que la función que desempeñaba Colombo es pretendida y codiciada por algunas personas que tendrían ciertos intereses con el deporte amateur del club.
Al ser consultado por este tema, un alto directivo de Estudiantes reconoció que por el momento no se le buscará sucesor.
Lo cierto es que la salida de Federico Colombo se suma a la de Martín Ordoqui, quien estuvo coordinando el área de seguridad y había sido uno de los directivos que levantó la bandera de la lucha contra la violencia, ayudando a erradicar la barra brava de Estudiantes.
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