El colombiano mostró su estampa de goleador cuando definió una jugada que desarrolló Auzqui por la izquierda y continuó Jara por el medio. Pero la pelota no entró porque tapó el arquero, y el palo se encargó del resto. Ahí fue necesario la aparición del nuevo hombre-gol del Pincha.
Hasta ese momento, el partido había sido toda una cuestión para la escuadra de Diego Cagna, que en el primer cuarto de hora se comió el toque de los Rojos, y que mucho debió correr, meter y sacrificarse para imponer condiciones en la franja central y sacar alguna diferencia a partir de la mayor profundidad en los ataques.
Román Martínez le pegó de lejos y exigió a Hilario Navarro con un pelotazo junto a un palo en el primer intento por sacar a su equipo del campo propio, ya que a esa altura (se jugaban 6 minutos) Independiente afirmaba su juego en el control de la pelota. Sin que eso significara complicaciones para Agustín Silva.
Osmar Ferreyra complicó, y mucho, por el costado izquierdo, y un centro suyo asustó al fondo de Estudiantes, porque el arquero alejó la pelota con un manotazo, pero quedó al alcance de Battión, que metió un cabezazo que se fue cerca.
Desde esa jugada, a los 15 minutos, empezó a salir el Pincha, y después de una aparición de Román, a quien la pelota le quedó alta para resolver, Zapata armó una jugada que finalizó en gol, aunque Alejandro Toia la borró por una falta mínima del colombiano cuando le ganó la posición fuera del área a Galeano.
El crecimiento de los albirrojos desembocó en el 1 a 0 de Zapata, una ventaja que defendió Silva a los 31 minutos cuando se encargó de una buena aparición, otra más, de Ferreyra por la izquierda.
El equipo de Cagna se abroqueló en el segundo tiempo, lo dejó venir a Independiente y buscó salir de contra. Un cuadro de situación que los Rojos no supieron capitalizar, más allá de un intento de Ferreyra desde lejos, y el Pincha tampoco, más allá de una buena corrida de Carrillo apenas ingresado por el colombiano.
Los de Avellaneda no encontraron el modo de complicar a la defensa que esperaba, más allá de los desbordes que hizo Ferreyra por la izquierda, y la victoria del conjunto estudiantil se fortaleció con el transcurrir de los minutos.
Un intento de Vidal, a los 27 minutos, que finalizó con un zurdazo cruzado que hizo golpear la pelota en la base del palo de la mano izquierda del arquero resultó la única amenaza de los visitantes, quienes de ahí en más quedaron sin chances de nada.
Y en el tramo final Estudiantes no sólo que justificó el triunfo en el Estadio Ciudad de La Plata, sino que lo hizo más amplio.
A los 31 minutos Velázquez bajó dentro del área a Maxi Nuñez y Guido Carrillo se hizo cargo del penal correspondiente, engañando arquero con un toque a su izquierda, y a los 36, en una salida rápida, Nuñez le pegó de lejos y movió el travesaño del arco de Hilario Navarro.
Punto final, con aplausos para uno (el Pincha), que ofreció una evolución futbolística, y reclamos para el otro (Independiente), que sigue amenazado por el descenso.
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