El triunfo que logró Estudiantes el sábado por 2 a 0 ante Independiente esconde un dato revelador que muestra a las claras la incidencia de algunos jugadores para lograr mantener con vida el ciclo de Diego Cagna como entrenador del primer equipo. Es que como venía ocurriendo en los últimos 4 partidos de manera consecutiva, el colombiano Duván Zapata volvió a marcar un gol y fue determinante para que el Pincha se pueda quedar con los tres puntos tal cual había ocurrido contra Atlético de Rafaela. ¿Pero a qué se le atribuye la dependencia hacia el nuevo ídolo perla negra que llegó desde Colombia donde los líderes de la guerrilla reciben el rango de comandantes? Al contundente repunte en el promedio de gol que hasta la 12ma fecha (cuando el técnico Cagna se dignó a darle la titularidad a este jugador) encontraba a Estudiantes con sólo nueve goles en doce partidos. Tras ese encuentro contra All Boys, que marcó la primera vez como titular del colombiano Zapata, Estudiantes anotó ocho goles en sólo cinco partidos. Pero lo más sorpresivo es que seis de esos ocho los hizo el delantero cafetero.
A la luz de los hechos, la discusión sobre si le correspondía seguir a Guido Carrillo o no quedó abortada. Se impone entonces la duda para saber si realmente tardó el director técnico en incluir al colombiano entre los titulares en los partidos contra Quilmes y Boca, en donde el Pincha podría haber sumado más puntos de los que en realidad cosechó: cuatro de seis con el delantero recuperado y en el banco de suplentes.
Más allá del rendimiento personal que Zapata está demostrando en el presente torneo, este jugador ostenta un promedio de gol muy alto en Estudiantes, sólo comparable con el que hace diez años llegó a tener Ernesto Farías entre 2002 y 2003, en el pico de su nivel en el Pincha. En aquel entonces, el hombre de Trenque Lauquen llegó a mostrar un promedio de 0,60 goles por partido, (algo así como un gol y medio cada dos partidos) en una marca similar a la que hoy tiene Duván Zapata en Estudiantes.
En total, desde que llegó en 2011, el delantero colombiano jugó 20 partidos oficiales anotando 12 tantos en partidos por torneos locales. Durante el Apertura 2011 anotó un gol en tres partidos (no jugó nunca de titular), mientras que en el torneo Clausura 2012 hizo cinco en ocho partidos. En tanto en el presente torneo Inicial lleva anotados seis en nueve encuentros jugados.
Discutir la titularidad de este jugador sería igual que no reconocer el cambio de imagen que mostró el equipo en los últimos cinco partidos. No habría que sorprenderse si a fin de año una oferta tentadora pone a la dirigencia en el brete de tener que discutir qué hacer con este futbolista.
Mientras tanto, no estaría de más que Cagna comience a juntar los fondos para hacerle un monumento al jugador que encaminó su ciclo en Estudiantes cuando todo parecía dirigirse hacia el abismo.
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