El método Macaya
En
el fútbol de alta competencia todo cuenta. El estado físico, por
ejemplo, es clave. Como determinante también la parte táctica y
estratégica, ya relacionada directamente con el juego propiamente dicho.
Pero pasando directamente a la parte física, se debe incidir en
que cada vez se potencia como una figura habitual e imprescindible el
Preparador Físico, la persona que se encarga propiamente de tener a
punto a los futbolistas para que den el máximo exigido por el entrenador
en cada partido.
Teniéndose en cuenta que los deportes
colectivos, y más en concreto el fútbol, son deportes más complejos que
los individuales, se debe conseguir una correcta preparación física, ya
que existen elementos tales como la inestabilidad y dimensión del
terreno de juego, relación con compañeros y adversarios, etc. que
requieren de una atención especial a la hora de preparar al futbolista.
En
Estudiantes acaba de desembarcar un profesional que no es desconocido
-ya trabajó al lado de Leo Astrada no hace mucho- y que del tema es poco
menos que un erudito, el profesor Enrique Gabriel Macaya (50), de
nacionalidad argentino-española, quien se antoja, a la luz de lo que
fueron las presentaciones del equipo en lo que va del torneo Final,
tendrá una ardua tarea.
“ Nosotros tenemos que guiar a los jugadores por el camino correcto para conseguir los objetivos deportivos”, señaló hace unos meses atrás con respecto a la tarea que carga sobre sus hombros.
Seguramente,
a esta altura, ya tendrá un análisis de la situación que ha heredado
que, con toda seguridad, muchos de esos ítems contarán con su
correspondiente subrayado a fin de ir atacándolos uno por uno. Está
claro que no fue para nada buena la respuesta física de los jugadores.
Hubo muchos lesionados con problemas musculares, varios acalambrados
durante el partido y una merma en el rendimiento general en los últimos
tramos de los cotejos, algunos de los cuales se resolvieron a favor del
rival precisamente cuando ya se corrían los cortinados.
Con
experiencia en varios clubes de nuestro medio, como también de Paraguay,
México y España, sobre sus hombros recaerá la importante tarea de
volver a poner a tono físicamente a este plantel para que luego el
técnico Pellegrino pueda plasmar, en la cancha, y sin desniveles de tipo
físico, la idea futbolística que trae entre manos. En su paso por el
Valencia, dejó deslizar un esbozo de su método de trabajo: “Lo
atlético y deportivo lo conoceremos con el tiempo, pero el punto de
vista personal y de historia familiar es lo que acompaña en el día a día
el sentir de cada uno de los jugadores. Hay que conocerles como
personas para luego saber lo que pueden dar como deportistas” , refirió. Y subrayó también que “tratamos que la empatía y sintonía con el grupo sea desde el punto de vista humano”.
“En
nuestro método damos una serie de pautas, pero queremos que el jugador
cree dentro del marco del sentido común. La creación, al final,
enriquece al grupo” , aclaró Macaya.
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