lunes, 22 de abril de 2013

Estudiantes tocó fondo

¿POR QUE LLEGO HASTA DONDE LLEGO Y COMO SALE DE ESTA?

Para salir del pozo, tendrá que cambiar, y no sólo el equipo

UNA IMAGEN REPETIDA: LOS JUGADORES DEL PINCHA ABANDONAN EL CAMPO DE JUEGO CON LAS CABEZAS GACHAS
UNA IMAGEN REPETIDA: LOS JUGADORES DEL PINCHA ABANDONAN
 EL CAMPO DE JUEGO CON LAS CABEZAS GACHAS
Le sale todo mal a Estudiantes desde hace un tiempo a esta parte, tanto que hasta parece lógico verlo hundido en el fondo de la tabla de posiciones. Con una increíble serie de resultados en contra, el Pincha no puede frenar una caída que asusta a buena parte de su gente. Esa que mira la tabla de los promedios, imagina lo que será la próxima temporada y sospecha que tendrá que hacer cuentas como en viejos tiempos que nadie quiere recordar.
No encontró el equipo, y menos su funcionamiento, Diego Cagna en el presente campeonato, y la sucesión de empates y derrotas le costó un cargo que dos fechas quedó en manos de Martín Zuccarelli, como interino, y el último sábado le correspondió a Mauricio Pellegrino, el entrenador al que la actual dirigencia intentó contratar antes de que llegara Cagna y que representa, para la CD, el proyecto de club moderno que pretende desarrollar.
Pero más allá de la cuota-parte de responsabilidad que le corresponde a cada uno de los técnicos, y dejando a Pellegrino de lado, porque la semana pasada se bajó del avión, fue al predio albirrojo de City Bell e hizo lo que pudo en la previa de un partido, como visitante de Quilmes, que terminó mal, porque con el final a la vista, y cuando el empate sin goles parecía sellado Martín Cauteruccio decretó una caída que deslució una presentación con expectativas.
Cagna llegó para armar el equipo de Estudiantes tras el retiro de Juan Sebastián Verón, y manejó la situación en el torneo Inicial 2012: cosechó un total de 28 puntos, producto de ocho victorias, cuatro empates y siete derrotas. Pero cuando todos esperaban un salto en el actual certamen denominado Final, cometió equivocaciones que no le permitieron arrancar como era necesario.
Ensayó todo el verano con una formación, y cuando debutó frente a Tigre sorprendió con una formación que no mostró nada de nada. Y perdió el control, porque los referentes no levantaron vuelo en lo que respecta a su nivel individual, porque el equipo no apareció como tal, y para colmo de males careció de una respuesta física. Tanto que cada vez que empezó el segundo tiempo, el Pincha quedó expuesto al dominio del rival, que de a poquito por lo general lo acorraló. Con una larga lista de ejemplos en este sentido.
No sólo el técnico que comenzó la actual temporada cometió errores. También fallaron quienes lo rodearon, y aquí entran en escena los dirigentes que no atendieron sus reclamos en lo que respecta a los puestos que aconsejó reforzar y a los propios jugadores, que jamás encontraron el modo de imponer condiciones ante la adversidad contra la que debieron luchar. Y en la bolsa entran todas las líneas, porque ninguna mostró un rendimiento acorde.
Incluso habría que remontarse más lejos en el tiempo para intentar un diagnóstico de la enfermedad que hoy afecta a un equipo que no recibió el material necesario para mantener el protagonismo que le permitió ganar la Copa Libertadores y ponerse a la altura del mismísimo Barcelona de Lionel Messi en la final del Mundial de clubes que terminaron ganando los españoles con lo justo.
La salida de Alejandro Sabella, el alejamiento de varios jugadores con nivel de Selección y el retiro de Juan Sebastián Verón, fueron situaciones que marcaron una historia que incluyó el desfile de entrenadores que no pudieron imponer una línea de juego que hasta hoy continúa ausente.
Pasaron Eduardo Berizzo, Miguel Angel Russo, Juan Manuel Azconzábal y Diego Cagna, con incorporaciones que se multiplicaron en el año 2011 sin el suceso buscado. De pronto los ciclos comenzaron a interrumpirse antes de lo pactado, la cosecha de puntos alejó al equipo de la zona alta de la tabla, hasta llegar a un campeonato como el actual en el que Estudiantes definitivamente tocó fondo.
Kevin Rendón y Alessio Innocenti, los dos refuerzos que le trajeron a Cagna, todavía siguen en un segundo plano, y el equipo, sin juego, sin respaldo físico y sin carácter para resolver los problemas que lo envuelven, cierra la clasificación con números que nadie hubiera imaginado un par de temporadas atrás.
No ganó, empató cuatro veces y cayó en las seis restantes; tiene ocho goles a favor y 16 en contra. Apenas cuatro puntos, que sumados a aquellos 28 del primer campeonato, totalizan los 32 con los cuales hoy, faltando nueve fechas, estaría reemplazando en la tabla de los promedios a los 69 de la temporada 2010/2011.
La posible vuelta de la Brujita alimenta la eterna ilusión del hincha, pero parece claro que para salir de este pozo en el que cayó, Estudiantes tendrá que cambiar un montón de cosas, y no solamente dentro de la cancha. 

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