El presente del equipo, el futuro del club, sus ganas, la necesidad de sentirse futbolista, su ambición, un golpe de efecto, la necesidad de motivar a los jugadores en este momento delicado... Una o tal vez todas juntas sean las razones que llevaron a Juan Sebastián Verón a plantearse seriamente volver a ser jugador de fútbol en junio próximo, justo cuando se cumplirá un año de la tarde en la cual decidió colgar los botines para siempre.
La noticia, que se hizo pública ayer, hace unas semanas que está en su cabeza. Se la comentó a gente de su entorno y poco más. “Quiero volver a jugar”, le dijo a un amigo, que al principio no sabía si le hablaba en serio o en broma. Pero no salió de su círculo más íntimo. Hasta que ayer el rumor cobró fuerza por peso propio. Y por la performance del equipo.
“Futbolista sos toda la vida”, fue una de las tantas frases célebres de Diego Maradona. “El médico es médico siempre, lo mismo el futbolista”. Ese argumento le puede caber a Juan Sebastián Verón, que dentro de un plantel, en la casona del country o en su domicilio particular será futbolista. Y para los hinchas será siempre el capitán del equipo campeón de América.
A tal punto analiza la chance de volver a ser jugador de fútbol que el próximo mes viajará a Italia. Tiene una consulta con un médico osteópata, el mismo que hace unos años atendió a Diego Armando Maradona. El interminable dolor en su tobillo, por supuesto, es lo que más le preocupa al ex capitán ahora que le volvió a picar el bichito de la pelota de fútbol.
Por eso, si logra encontrar una solución a la lesión crónica en su tobillo derecho, que en su momento lo obligó a colgar los botines, su regreso a las canchas dejará de ser una versión para convertirse en realidad.
Desde que dejó de ser futbolista profesional no mantuvo un rígido plan de entrenamiento, pero siempre tuvo un físico privilegiado, ideal para recuperar en unos meses. Además, estuvo relacionado con la práctica del fútbol por su temporada en Asociación Brandsen, club de la Liga Amateur Platense en donde jugó seis meses. Y fue campeón.
Durante el ciclo Cagna no tuvo contacto con la pelota junto a sus ex compañeros. Pero desde el alejamiento del técnico, participó activamente en varias prácticas de fútbol.
¿Y su función como dirigente?
Descartando que no tendría problemas para ponerse diez puntos en el aspecto físico, las miradas apuntan a sus nuevas funciones como director deportivo, rol que asumió en diciembre y en la que en los meses que lleva de gestión ha tomado algunas decisiones importantes, como desplazar a Daniel Romeo, incluir a Agustín Alayes, separar a Carlos Pachamé, nombrar a Leo Squadrone como coordinador general y elegir a Mauricio Pellegrino como el reemplazante de Diego Cagna.
En principio, según dijeron allegados a la Brujita, pretende que la mayor responsabilidad recaiga en Agustín Alayes, cuya función como manager tomaría otro protagonismo. Sobre esto, el Flaco no quiso profundizar, pero confirmó la noticia, aunque pidió que sea el propio Verón quien hable de los motivos de su regreso.
Además, se volvió a mencionar el nombre de Gabriel Milito como un hombre de posible refuerzo para el cuerpo técnico. No se descarta que pueda ser quien maneje el rumbo de la reserva a partir de junio próximo, cuando se podrían producir algunos movimientos internos.
Consultados por este medio, la mayoría de los dirigentes coincidió en destacar lo importante que sería para el equipo volver a tener a un jugador como Verón. De todos modos, si bien no quisieron declarar en forma pública, dijeron desconocer su decisión de volver a pisar una cancha. Ni siquiera las más altas esferas. Raro, ¿no?
Tampoco quiso pronunciarse el futuro técnico, Mauricio Pellegrino, que primero quiere estar en nuestra ciudad para seguir con sus declaraciones. Eso sí, desde su cuerpo técnico dijeron que estaban al tanto de la decisión de Verón. “El regreso de Sebastián (Verón) es una alegría para Estudiantes y para todo el fútbol argentino” , le dijo a este medio Pablo Cavallero, uno de sus ayudantes de campo.
Con los cortos en el country
La práctica de ayer no fue una más para el plantel de Estudiantes. Porque cuando Martín Zuccarelli ordenó un fútbol reducido en la mitad de cancha y repartió las pecheras, le entregó una a la Brujita Verón. Y a partir de ahí se comenzaron a tejer múltiples versiones que más tarde desde su entorno se confirmaron: que quiere volver a ser jugador profesional.
De rojo y negro, alistaron Vouilloud, Modón, Rendón, Gelabert, Verón, Román Martínez, Jara, Galletti y Auzqui.
Con pechera amarilla se pararon Losada; Sarulyte, Tarabini, Innocenti (luego Klussener), Benítez, Hoyos, Sequeyra, Correa y Núñez.
La Brujita estuvo muy activo. Tan activo como en sus épocas de jugador.
Veron padre, parecido
Si de genes se trata, Juan Ramón Verón, su padre, jugó al fútbol profesional hasta los 37 años. se retiró el 21 de noviembre de 1981, jugando para Estudiantes en su tercer ciclo, ¿lo mismo hará su hijo ahora que ya tiene 38?
“Ojalá que Sebastián (Verón) pueda llegar no sólo a querer sino a jugar, sería algo muy lindo, pero por el momento creo que no hay nada de eso. Me gustaría que pudiera volver, pero en buenas condiciones; es difícil, no es fácil. No es lo mismo estar en la cancha que estar afuera” , dijo ayer en una radio porteña, alimentando este la versión de Verón, que a partir de junio podría ser jugador, capitán, director deportivo y mucho más.
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