martes, 14 de mayo de 2013

Correa frotó la lámpara y Zapata selló la victoria

EL ABRAZO ENTRE JOAQUIN CORREA Y DUVAN ZAPATA, AUTOR DEL GOL DEL TRIUNFO DE ESTUDIANTES FRENTE A UNION EN EL ESTADIO UNICO

El tucumano, relevo en el segundo tiempo, fue clave para que el colombiano pusiera el 1-0 de Estudiantes

Comentario Por Martín Cabrera

Cuando las monedas no alcanzan, la mano viene cambiada y el presente está torcido, en el fútbol no importa otra cosa que los tres puntos. Ganar por sobre cualquier nivel y por encima de todo. Anoche, en un partido que difícilmente quede en el recuerdo de los hinchas, Estudiantes derrotó 1-0 a Unión, con sufrimiento, gracias a un gol de Duván Zapata en el segundo tiempo. Y hubo paz.

El Pincha no jugó un buen partido. La actitud desinhibida de su rival, ya sabiendo de su seguro descenso, lo puso en apuros. El tridente ofensivo nunca pudo hacer pie y la excesiva tenencia de la pelota jamás llegó a buen puerto. Recién en el final, con el ingreso del tucumano Joaquín Correa el Pincha pudo sacar la diferencia, clara, que hay entre un equipo y otro.

El primer tiempo de Estudiantes fue de lo peor que mostró el equipo desde que Mauricio Pellegrino se hizo cargo del plantel. Arrancó con protagonismo y decidido a llevarse por delante a su rival. Sólo pudo hacerlo durante 5 minutos. Luego, se fue confundiendo cada vez más, hasta terminar suplicando que se terminase ese primer tiempo. Sin ideas y con enormes problemas para ejecutar cada pelota parada.

En ese lapso, el DT intentó ofrecer alguna variante improvisada. Cambió a Maxi Núñez de la izquierda a la derecha, mandó a Leo Jara al centro y colocó a Carlos Auzqui por la izquierda. Tampoco funcionó. Y su imagen cuando promediaba el primer tiempo, levantando los brazos y enfurecido con sus jugadores, explicaba muchas cosas.

Sólo una vez pudo poner en apuros a Unión. Fue un desborde de Núñez a los 27 minutos, a la cabeza de Duván Zapata en el corazón del área. Pero el colombiano le erró a la pelota, que siguió su curso hasta el lateral opuesto.

Unión, en cambio, sí hizo revolcar a Gero Rulli. Primero Brahian Alemán casi se aprovecha de un error y luego Lizio, con su gambeta endiablada, estuvo a centímetros del gol. Es más, en el final dejó una imagen mucho más compacta que Estudiantes.

Poco cambió en el complemento. El Tatengue siguió presionando cada salida prolija del Pincha, generando más de una confusión en la defensa que si bien no pasó sobresaltos, jamás estuvo a la altura de ofrecer garantías (sobre todo Jonatan Silva por la izquierda).

Eso sí, a pesar de no tener un nivel aceitado, pudo acercarse hasta el arco de enfrente. Y en diez minutos estuvo cerca. Primero Román Martínez le pegó desde afuera del área para que Limia mostrara que las condiciones no pasan de moda. Y un minuto después el colombiano Zapata estrelló el travesaño con un frentazo.

Las cosas empezaron a cambiar para Estudiantes con el ingreso de Joaquín Correa, que se ubicó como enganche y mostró movilizad. También algo de clase. En una de esas corridas, por la derecha, desbordó a su marca y tiró un exquisito centro para que Zapata se tomara revancha y, de cabeza, lograra vulnerar a Limia.

Luego del gol las acciones quedaron servidas para el Pincha. Facundo Sava hizo los cambios ofensivos que le permitía su banco de suplentes y el panorama quedó para el empate Tatengue o el segundo de Estudiantes.

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