domingo, 9 de junio de 2013

El campeón renegado

Carlos Bertero fue el arquero del Estudiantes campeón en 1983. A 30 años de la gesta, rompe un largo silencio y deja polémicas declaraciones

CARLOS BERTERO, EL EX ARQUERO DE ESTUDIANTES, EN EL ESTADIO UNICO, UN DIA QUE FUE A ALENTAR A SU QUERIDO COLON DE SANTA FE
CARLOS BERTERO, EL EX ARQUERO DE ESTUDIANTES, 
EN EL ESTADIO UNICO, UN DIA QUE FUE A ALENTAR 
A SU QUERIDO COLON DE SANTA FE 
 
ENTREVISTA
Por MARTIN CABRERA

Carlos Bertero no mantuvo la tradición. Fue campeón dos veces con Estudiantes y, sin embargo, se alejó del club. También del fútbol. Nunca más volvió por el Country, no estuvo en los homenajes y jamás pasó por el estadio. Ahora, a 30 años del título en el torneo Nacional, que lo tuvo como protagonista principal, este medio buscó al arquero, logró entrevistarlo y lo presenta tal cual es. Para tomar o dejar.
“Sabés que no doy notas, no tengo nada para decir. Hace años que decidí no hablar más con la prensa...”. Así arranca la charla, difícil, con el ex arquero del Pincha, clave en el título del ‘83, que hoy vive en Gonnet, vende miel, alquila locales y, a sus 57 años, sale a correr todas las mañanas por la República de los Niños.
“No tengo ninguna relación con el fútbol. El día que me saqué los guantes dejé todo y nunca más volví. Tuve carnicería. Hoy vivo del alquiler de unos locales y de la venta de miel. Soy libre, no quiero estar atado a nada y el fútbol, en ese sentido, te pone esclavo. Soy feliz”, se define antes de empezar a recorrer aquella campaña espectacular. “El fútbol de ahora no me gusta, se perdieron todos los valores. Mi único vínculo es Colón, mi club. Lo sigo todo lo que puedo”.
-Se cumplen 30 años de aquella gesta en el Nacional. ¿No siente nostalgia?
-No, pero sí el recuerdo de lo bien que estaba deportivamente. Fue mi mejor momento, sin lugar a dudas. Pude atajar y sentirme campeón de verdad.
-En el ‘82 fue suplente de Delménico. ¿No se sintió campeón?
-En aquel momento no. Pero con el tiempo vi como un montón de jugadores sí se sintieron aun no jugando. Entonces yo, que en ese torneo jugué dos partidos, empecé a ponerme la medalla.
-¿Qué recuerda del equipo?
-Que después de haber sido campeón meses atrás había como una sensación que se podía caer a pedazos. Pero yo tenía muchas ganas de jugar y ganar. Creo que fuimos unos pocos los que nos metimos: Agüero, Gurrieri y yo. El resto era el grupo del torneo pasado.
-¿Y de esa noche en la cancha de Independiente que recuerda?
-Fue inolvidable. Eso fue una movilización, no como las de ahora. Estaba media ciudad de La Plata en Avellaneda. Si bien terminamos sufriendo, porque ellos nos metieron en un arco, pudimos definirlo antes con una contra de Gurrieri. Fue un partido áspero, típica final, distinta a la que habíamos jugado días atrás en nuestra cancha cuando los pasamos por arriba. Ojo, Independiente tenía un equipazo. Pero Estudiantes supo jugar las finales y se quedó con el título.
De inmediato el nombre de Carlos Bilardo se instala en la charla. Si bien el DT del equipo del Nacional fue Eduardo Luján Manera, la participación del Narigón no resultó menor. “Como técnico fue 10 puntos. Es más, después de tenerlo a él todos los demás que me dirigieron me pareció que no sabían nada. Estaba en todo y fue el gran responsable de lo bueno que consiguió Estudiantes. Pero me falló como persona cuando lo necesité y nunca más se lo perdoné. Igual, eso quedará entre él y yo” .
-¿Y un recuerdo de Manera?
-Un buen técnico... pero después de Bilardo nada podía compararse.
Tal vez a partir de este episodio pueda entenderse su alejamiento del club, aunque tampoco hizo demasiado como para reconciliarse. Primero, en 1986, protagonizó un entredicho con la hinchada cuando del otro lado del alambrado le reclamaban por un gol de Boca (el partido se suspendió por la agresión de los hinchas a Bertero). Y, poco tiempo después, se cruzó de vereda y jugó una temporada en Gimnasia.
-¿Se arrepiente?
-No. En Estudiantes no tenía más cabida. Tuve una discusión con Malbernat, que era el técnico, y decidí irme. Me fui a Gimnasia porque me llevó Ramos Delgado. Ya después dejé el fútbol. Te digo que no lo saqué campeón porque vendieron a Mauro Airez y al Pampa Gambier.
-¿La gente de Gimnasia lo recibió bien?
-Recién después de un clásico que empatamos 0-0.
-¿Tiene contacto con algún jugador de aquella época?
-No, pero los veo a todos cada tanto. Generalmente me cruzo con ellos en la República de los Niños, a donde voy a correr casi todas las mañanas. Tengo una relación normal con todos ellos.
-¿Le guarda rencor al club?
-No, para nada. A Estudiantes le di muchísimo, pero no le guardo rencor a nadie. En la época que llegué al club desde Santa Fe las cosas no estaban muy bien. Fuimos 25 pibes los que ayudamos a ordenar el pabellón Demo. Estaban todos divididos y no era fácil. Estudiantes tiene esas cosas, no puedo creer que todavía no tenga cancha, que se haya tenido que ir a jugar a Quilmes...
-¿Y con los hinchas?
-... Y alguno me recuerda que me fui a Gimnasia (se ríe). Si a veces hasta mi hijo, que es Pincha, me lo dice.
-¿Le falta algo por cumplir?
-Fui campeón como jugador, padre y abuelo de Irina. Ahora, lo único que me falta es ver a Colón dar una vuelta. Ya lo voy a conseguir, no tengo dudas. 

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