Estudiantes, justo en un partido tan importante, mostró la peor versión del ciclo Pellegrino y cayó 2-0, por goles de Luna y Penco

ESTUDIANTES TUVO UNA DESLUCIDA ACTUACION
Y CAYO SIN ATENUANTES ANTE SAN MARTIN DE SAN JUAN
COMENTARIO Por MARTIN CABRERA

Llamó la atención la
actitud de Estudiantes. Lento en sus movimientos, distante del arco y
con una tenencia de la pelota más vistosa que efectiva. Aun así, con esa
modalidad estuvo a punto de llegar al gol. Fue dos veces, primero con
un desborde de Duván Zapata por la izquierda y luego, la más clara del
partido (inclusive por encima de los goles), en los pies y cabeza de
Román Martínez. El ex Tigre llegó por el primer palo, solo, y probó de
cabeza y con su pierna derecha. Primero pegó en un palo y luego la tiró
afuera. Fue una doble jugada que dejó mudo a todo el público sanjuanino y
que aproximó a la visita a un lugar que no estuvo en toda la tarde.
En
ese momento, cuando la tribuna local le reclamaba mayor concentración a
los suyos, llegó el gol de Jorge Luna. El volante ingresó por el centro
y, ante la salida de Germán Ré y Desábato, probó al arco. Parecía una
pelota sencilla para Gerónimo Rulli, hasta ayer la figura de
Estudiantes. Pero el pibe, que tantas veces se había puesto el traje de
héroe, ayer encontró uno y no le quedó bien: el de villano. La pelota se
le escurrió por debajo del cuerpo y el 1-0 cambió el partido.

En
el complemento Pellegrino mandó al campo a Gastón Fernández. Sacó a su
mejor jugador, Gastón Gil Romero y la Gata (¿es el mismo jugador de
antes?) dejó todavía más en evidencia que no está en condiciones de
jugar. Mal anímicamente y con problemas futbolísticos. Fue una sombra en
medio de un equipo que ya estaba totalmente apagado.
Solo una vez
tuvo la chance de empatar. Fue a los 32, cuando Jonathan Schunke ganó
en un salto en el medio del área para hacerles tapar los ojos a los
hinchas del Verde.
Tras cartón, el mismo Schunke calculó mal y
Sebastián Penco, el hombre de los goles importantes facturó el 2-0 con
un potente remate cruzado al segundo palo de Rulli, que nada pudo hacer.
Así
se fue el partido, con el “ole, ole” de los hinchas locales para un
equipo que sumó un nuevo triunfo para sentirse muy cerca de seguir en
Primera. Sin ser fantástico ni lujoso, inclusive sin esforzarse
demasiado, logró el cuarto triunfo consecutivo para dejar, después de
mucho tiempo, la zona de descenso.
Estudiantes emprendió el
regreso con bronca, pero con más preocupación. ¿Qué pasó con este equipo
que había hecho un culto de la prolijidad? Ayer no fue ordenado y fue
muy light para afrontar una parada por demás complicada. Tendrá que
aguantar el triunfo ante Lanús y dejar una mejor imagen ante Belgrano.
De lo contrario, el sabor agridulce quedará todo el receso.
www.eldia.com.ar
No hay comentarios:
Publicar un comentario