Toca el borde de la cabecera de 55, lo que demandó una fundición especial para evitar que repercuta en el peso de la tribuna
En la continuidad de las obras en el estadio de Estudiantes, se
confirmó la existencia de un arroyo subterráneo por los terrenos de 1 y
57.
Si bien la circulación del agua bajo tierra fue entubada en su
momento, lo derivó en que los ingenieros pasen a llamarlo conducto que
desemboca en el Río de La Plata, algunos socios del club se mostraron
preocupados por la repercusión que ésta obra pueda tener en el futuro
cuando la cancha esté terminada.
De acuerdo a lo expresado a El Clásico, se teme por el levantamiento
del campo de juego a raíz de posibles pérdidas que pueda tener la obra
subterránea en un futuro. O bien un mantenimiento que demande el
levantamiento provisorio de un sector del piso del estadio para trabajar
a cinco metros bajo tierra.
Según reveló el secretario de obras del club, Néstor Cipriano, un
brazo del arroyo subterráneo convertido en conducto toca el borde
exterior de la tribuna de 55 donde estará ubicado el público local. Por
esa razón, realizó un trabajo de fundición especial sobre la superficie
de la base de la tribuna, buscando que el mencionado conducto no se vea
afectado por el peso de la estructura.
“Estábamos en conocimiento de esto y por eso trabajamos en una
fundición especial en el sector donde se bordea la cabecera”, reveló el
ingeniero Cipriano.
Con respecto a la versión sobre el posible levantamiento del campo
de juego y eventuales obras de prevención, el directivo albirrojo llevó
tranquilidad al anunciar que “no llega a pasar por el sector en donde
estará ubicada la nueva cancha, por lo que no habrá inconvenientes con
el césped”.
Cabe señalar que Estudiantes tiene previsto levantar la cabecera de
57 a partir del 10 de septiembre, y de acuerdo a lo informado ayer, el
arroyo subterráneo no impediría el avance de la obra.
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