lunes, 11 de noviembre de 2013

El combo de virtudes y defectos lo ubica con justicia en la tabla

ES UNO DE LOS MEJORES DEL SEGUNDO PELOTON

Nada de lo ocurrido ante Central cambió la imagen que viene construyendo. Falta para que Estudiantes convenza plenamente


EL CAPITULO 15 DEL CAMPEONATO INICIAL REPRESENTO UN EMPATE PARA EL PINCHA, QUE A CUATRO FECHAS DEL FINAL SE MANTIENE EN UNA POSICION EXPECTANTE
EL CAPITULO 15 DEL CAMPEONATO INICIAL 
REPRESENTO UN EMPATE PARA EL PINCHA, 
QUE A CUATRO FECHAS DEL FINAL 
SE MANTIENE EN UNA POSICION EXPECTANTE 
 
OPINION
Por MARTIN MENDINUETA
Instalado entre los siete mejores del torneo, y expectante por lo que puede deparar la recta final, Estudiantes le da forma agradable a un lugar que le permite transitar esta etapa de consolidación sin conflictos alarmantes.
Avanzando mediante pasitos cortos, el equipo que moldea Mauricio Pellegrino ha logrado escapar de aquellas premoniciones que lo vinculaban con problemas de promedio. Cumplido ese objetivo, hoy, todavía lejos del poderío ofensivo que indefectiblemente necesitará tener cuando quiera alcanzar mayor protagonismo cerca de la punta, luce más erguido.
Después de haber gritado fuerte en el Monumental, creció con fuerza la idea de que podía concretar otro avance significativo en la tabla. Aunque dicha ilusión recibió, muy temprano, azotes bravos. Las pérdidas de Franco Jara, el delantero que más convence al cuerpo técnico, y de Sebastián Verón, complicaron más a un funcionamiento de elaboración ofensiva al que le cuesta tener efectividad.
Estudiantes, que sufrió primero y tuvo alivio después en el marcador por situaciones extrañas, no debería fastidiarse por las buenas intervenciones de Mauricio Caranta. Su arquero también fue valioso. La última atajada de Gerónimo Rulli tuvo todo: plasticidad, reflejos, enorme importancia y absoluto oportunismo por lo poquito que faltaba para el final. Que quede claro: no ganó por Caranta y no perdió por Rulli.
 
LENTO CRECIMIENTO
 
Sabiendo que no hay fórmulas mágicas, que todo ciclo necesita tiempo y que la seriedad de quien conduce no está en discusión, el sentido común le recomienda al hincha albirrojo seguir esperando la mejor versión. Este cuerpo técnico le ha hecho bien al equipo; lo que ocurre es que las dosis de mejoría y de crecimiento poco tienen que ver con la ansiedad general.
Román Martínez, bien puede catalogarse como un desprendimiento genuino de este cuadro de situación. Sin alcanzar un brillo rutilante, elevó su nivel y luce más acoplado a compañeros que lo necesitan para construir buenos ataques. ¿Se convirtió en la “manija” del equipo? Todavía no, pero ya superó con holgura la etapa de ácidas críticas.
Mejoró Vergini, Carlos Auzqui es un “laburante” que cada día se valora más, el “Patito” Rodríguez aporta desequilibrio en estado puro e Israel Damonte, el carácter que jamás puede faltar. Carrillo debe aprovechar esta oportunidad que le presenta la lesión de Jara. ¿Cómo? Facturando. Ya todos saben que es buen pibe, prolijo, aplicado y obediente, tanto adentro como afuera de la cancha. Ahora tendrá que embocarla. Sólo si consigue goles, volverá escuchar los más dulces aplausos. Así de cruel. Así de real.
Lentamente ingresamos en el desenlace del almanaque futbolero. Pellegrino parece encaminarse hacia un correcto cierre de año. Vacaciones, pretemporada, algún refuerzo que no comprometa todavía más a la tesorería del club y otra vez al ruedo. A partir de Febrero le pedirán, en otro tono, de mayor exigencia, que gane más seguido.

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