lunes, 9 de diciembre de 2013

Un partido que estuvo a punto de suspenderse

Por el acuartelamiento de personal de Infantería, trabajaron de urgencia efectivos del Conurbano. Hubo 260 policías de los 520 previstos


GIL ROMERO Y RUSCULLEDA LUCHAN POR UNA PELOTA. SIEMPRE GANO EL VOLANTE DE TIGRE
GIL ROMERO Y RUSCULLEDA LUCHAN POR UNA PELOTA. 
SIEMPRE GANO EL VOLANTE DE TIGRE 
 
Tres horas antes del inicio del partido una noticia paralizó a los encargados de la seguridad y a los planteles de Estudiantes y Tigre: la posible suspensión del encuentro.
El acuartelamiento del cuartel de Infantería de la Provincia de Buenos Aires dejó sin custodia el partido y de esta manera se vivieron momentos de incertidumbre.
Si bien ningún miembro de la seguridad se atrevió a suspender el partido, desde la APREVIDE y desde otros órganos provinciales hablaban de “situación complicada”.
Incluso el propio técnico de Tigre, Fabián Alegre, al momento de llegar hasta el estadio comunicó que desde la televisión le habían dicho que el partido se iba a jugar “una hora más tarde”.
Lo concreto es que el partido, finalmente, se pudo disputar normalmente. Comenzó a las 17, tal como estaba previsto, pero con la mitad de los efectivos anunciados.
Según confirmó el comisario Bayón, en lugar de 520 efectivos iban a trabajar 260, el mínimo permitido para que el partido no corra riesgo de suspensión.
“Estamos recibiendo policías del Conurbano y podríamos llegar a unos 260 efectivos de los 520 previstos inicialmente”, explicó en la previa del partido.
“Desde el ministerio de Seguridad se decidió reunir todos los recursos para garantizar el partido”, finalizó el hombre encargado de la seguridad.
Lo concreto es que por haber tenido menos efectivos que lo estipulado se clausuraron algunos accesos al estadio, así como también la popular Norte.
Además, se destacó la presencia de muchos empleados de Estudiantes trabajando y ayudando en los ingresos de los hinchas. Del mismo modo se vio en la zona a efectivos de la seguridad privada.
Por el aceptable desempeño de los policías que trabajaron y el buen comportamiento de los hinchas que acudieron, no se registraron incidentes para lamentar y todos los presentes no notaron ningún tipo de irregularidad. Los únicos que tardaron más de lo normal en llegar hasta la tribuna fueron los que se colocan en el centro, los de bombos y banderas, que recién con el partido comenzado se instalaron en la popular.
Por que se jugó
El acuerdo para que un grupo vaya a dar servicio se habría alcanzado al llegar al lugar de la protesta el superintendente de Seguridad de la Zona Sur, Néstor Larrauri

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