domingo, 16 de febrero de 2014

Una prueba de madurez que superó en Floresta

Estudiantes le ganó a All Boys de visitante 1-0. No tuvo el brillo de la semana pasada, pero sí orden, oportunismo y concentración


TODO EL BANCO DE SUPLENTES ABRAZANDO A GUIDO CARRILLO, AUTOR DEL GOL DEL TRIUNFO DE ESTUDIANTES SOBRE ALL BOYS
TODO EL BANCO DE SUPLENTES 
ABRAZANDO A GUIDO CARRILLO, 
AUTOR DEL GOL DEL TRIUNFO 
DE ESTUDIANTES SOBRE ALL BOYS 
 
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Comentario Por Martín Cabrera 

El partido de ayer, probablemente, el año pasado lo perdía... Esta frase, fría y distante a simple vista, debería ser el mejor elogio para Estudiantes, que ayer le ganó un encuentro determinante a All Boys por 1-0, con un gol de Guido Carrillo en el segundo tiempo, para seguir sumando y, por sobre todas las cosas, para ratificar una evolución en el rendimiento colectivo.
El Pincha no brilló. No tuvo ni la mitad de las situaciones de gol del partido contra Arsenal. Es más, le costó llegar hasta el arco de Nicolás Cambiasso. Pero fue inteligente, nunca se desarmó, raspó cuando tuvo que hacerlo, jugó las pocas veces que pudo y la metió en una de las pocas claras de la tarde.
La postal del partido fue clara: Estudiantes está dejando de ser aquel equipo inocente que perdía partidos por error, o que se quedaba con las manos vacías por no saber patear al arco. Lejos está de ser un equipo formado, pero al menos en los primeros dos partidos del año dejó en claro que juega a otra cosa.
En el primer tiempo tuvo la iniciativa y algunas chances como para destrabar el cerrojo Albo. Verón, que no estuvo muy fino en los pases, fue salida siempre. Apostó por el sector derecho donde intentó formar sociedad con Leonardo Jara, Carlos Auzqui y el otro Jara. Sólo una vez los del mismo apellido la tocaron para que el lateral, desde afuera, rematara fuerte y cerca del palo de Cambiasso.
Pero la más clara llegó con una subida de Joaquín Correa, quien por la izquierda trianguló con Carrillo para rematar muy fuerte a las manos del arquero.
Eso sí, tuvo varias pelotas parada a su favor que no supo resolverlas. La Brujita no fue el de siempre y el equipo lo sufrió.
En la parte final el partido se planteó todavía más áspero. El Pincha con la iniciativa y All Boys agazapado esperando un error para facturar. Era el típico partido del que hacía el gol ganaba. Y lo hizo el equipo de camiseta roja y blanca.
La conquista no llegó ni por un pase de Verón, ni por una apilada de Correa. Tampoco por una subida de los laterales. El gol llegó por un lateral de Ernesto Goñi, al área, para que entre Desábato y Schunke desafiaran a Cambiasso, y para que Guido Carrillo, en el lugar indicado, definiera cruzado como indica al manual.
Lo que parecía encaminarse para una victoria segura se detuvo en la estación sufrimiento. Carlos Auzqui, increíble, cometió una falta sin sentido en ataque y recibió la segunda amarilla. A partir de ahí, a falta de 20 minutos, el partido cambió.
All Boys, con más ganas que otra cosa, complicó con centros cruzados, que obligaron a los centrales, pero principalmente a Gerónimo Rulli, a esforzarse para mantener el cero.
Así se terminó el partido, un partido de graduación. Los chicos van madurando y eso quedó claro. Pero también fue madurando, o mejor dicho entendiendo lo que es nuestro fútbol, Mauricio Pellegrino, que acertó con el planteo táctico y con los cambios. Ganó el Pincha, no fue una maravilla, pero dio otro paso hacia adelante. Y es uno de los punteros... 

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