GANADOR INCUESTIONABLE. DE LOCAL , NO FALLA
Estudiantes va funcionando mejor. No es sencillo vencer con tanta claridad a un rival como Belgrano. Román se está soltando y ya pocos lo discuten. Además, apareció Cerutti en un nivel elogiable.
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EL
FINAL CONTRA BELGRANO,
QUE SIGNIFICÓ LA TERCERA VICTORIA
DE ESTUDIANTES
COMO LOCAL,
CONDICIÓN EN LA QUE ANTES
LE HABÍA GANADO A INDEPENDIENTE Y
BOCA
OPINION
Por MARTIN MENDINUETA
Por MARTIN MENDINUETA
C
rece. Dando pasos seguros y con un funcionamiento que levanta vuelo
entre mediocampo y ataque, el equipo de Mauricio Pellegrino rartifica
señales saludables que sus fieles valoran. Salvo la sensación de
inseguridad que no logra disipar en torno a la figura de Agustín Silva,
el “León” va mejorando. Impone respeto. Y, lo más valioso, suma puntos.
Una
vez más, de local estableció condiciones de extrema incomodidad para
quien lo visitaba. No era cualquier improvisado, Belgrano tiene oficio,
mañas y una identidad bien definida. Estudiantes aceptó el riesgo de
proponer su juego de tenencia e interpretó con acierto el rol más
difícil, el protagónico.
La localía no le pesa. Sale y juega.
Corre, mucho, y marca sin pasarse de revoluciones. Justamente en eso de
correr tiene a un abanderado generoso: Carlos Auzqui. Le han dicho de
todo; nunca fue un pibe mimado por la tribuna, pero su tremenda
perseverancia lo ha convertido en un ¿carrilero? ¿mediapunta? ¿externo
ofensivo derecho?, ¿volante de ida y vuelta por las bandas?, póngale la
etiqueta que mejor le parezca, que sus compañeros y “jefes” valoran
infinitamente más que los hinchas. Delgado, sin una “carrocería” que
intimide, más bien bajo y todavía con carencias en la resolución de las
muy buenas jugadas que él mismo construye, Auzqui va siempre al frente.
Siempre. Habría que preguntarle a Leo Jara si le soluciona o no aspectos
del juego tenerlo delante suyo. Será complicado encontrar un póster a
todo color de Auzqui; ahora ¡cuidado!, jugando así será todavía más
difícil que alguien le quite la titularidad que supo ganarse.
Otro
caso para destacar es el de Román Martínez. Le ha costado horrores
ganarse un aplauso sostenido, aunque ahora parece estar encontrándole la
vuelta. Más suelto, confiado en su estilo, liberado de presiones,
oxigena el tránsito de la pelota con sencillez. Su golazo de taco fue un
hermoso recurso ante la incomodidad de quedar de espalda al arco rival.
A no confundirse, el reconocimiento supera su acierto en la red; tiene
que ver con esto de tejer la jugada en base al pase bien dado; así de
simple. El también fue muy resistido. Recién en los últimos tiempos ha
conseguido que disminuyan, casi por completo, las críticas más ácidas.
Entre otros motivos, Estudiantes crece porque Román también lo hace.
En
este podio personal se impone destacar la combinación de picardía y
velocidad de Ezequiel Cerutti. Su impronta arrancó ovaciones. Es un wing
de los tiempos modernos. Encara, acelera, llega al fondo y tira un
frasco de veneno que rueda paralelo al borde del área chica. Eso vale un
montón. Su gol y el hermoso tiro libre que rebotó en el travesaño,
demuestran que también puede definir un partido. Si yo fuera Diego Vera
estaría doblemente preocupado. Primero, por el grueso error de haber
encontrado la expulsión de una manera tonta; y segundo, porque Cerutti
es un competidor peligroso, sus características también lo pueden
convertir en un gran socio y proveedor de Carrillo.
Hoy, cuando
no la está embocando y el gol se burla de sus “cuadernos tan prolijos”,
Guido demuestra lo que vale. Juega para el equipo. Más temprano que
tarde le llegará la recompensa.
EL ARCO, TEMA SENSIBLE
Sin
haber cometido ningún error grosero, de esos que arrancan juicios
inapelables y enojos colectivos, Agustín Silva pelea contra la
inseguridad que genera su estilo de cubrir el arco. Le está costando
salir con convicción y eso siembra la desconfianza en cada testigo de
sus actos, incluso entre sus compañeros. Todos debemos entender que
compararlo con Gerónimo Rulli no le hace bien. El, que parece tener una
personalidad fuerte, que impone respeto fuera de la cancha, deberá
seguir trabajando para trasladarla al campo de juego. Hoy el arco es
suyo y Pellegrino, salvo una “macana” grande, creo que no lo va a sacar.
El “Gori” está necesitando una actuación convincente, de esas
que instalan la idea de que el equipo también ganó por su arquero. Nada
de lo que viene será sencillo. Quizás la extrema dificultad provoque el
shock positivo que aplaque los murmullos insidiosos.
El
Estudiantes que venció sin ningún tipo de discusión a Belgrano despierta
buenas expectativas para ver si logra ratificar su madurez en Rafaela.
Esa es la gran deuda que tiene por saldar: No aplacar su bravura de
visitante.
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