Con el tanque vacío aceleró y sigue mirando para arriba

COMENTARIO. ESTUDIANTES DERROTÓ 1-0 A CENTRAL PARA DEJAR ATRÁS LA RECIENTE ELIMINACIÓN EN LA COPA SUDAMERICANA

Cansado y todo fue más que su rival. El objetivo, ahora, es meterse en las copas para el año que viene

EZEQUIEL CERUTTI CLAVÓ UN GOLAZO 

PARA EL TRIUNFO DE ESTUDIANTES SOBRE CENTRAL. 

EL PINCHA SUMA Y PIENSA EN CERRAR 

ESTE 2014 MEJOR QUE EL ANTRERIOR

 

Las fotos del partido

 

Fotos de la Gente

Golazo de Cerutti

COMENTARIO
Por MARTIN CABRERA

 

No habían pasado ni 65 horas de la derrota -con eliminación- ante River por la Copa Sudamericana. Por eso todas las miradas estaban puestas en la reacción de un plantel y de un técnico que empezaba a recibir las primeras críticas del ciclo. Después de los 90 minutos de ayer no quedaron dudas: Estudiantes fue más que Rosario Central y por eso le ganó muy bien 1-0.

Con los tres puntos en el bolsillo el equipo se devolvió una alegría merecida, se encaminó mejor en el torneo y quedó dentro del lote de los equipos que se están clasificando a la Copa Sudamericana 2015, con la expectativa de que River gane este torneo para meterse también en la Copa Libertadores del próximo año.

Al mismo tiempo el técnico Mauricio Pellegrino volvió a recibir el apoyo desde adentro de la cancha, el único que se necesita para seguir al frente de un equipo. Los jugadores que eligió le respondieron, dieron un poco más de lo que tenían en su cuerpo y así terminaron con un minúsculo rechazo que se intentó instalar luego de la eliminación de la copa.

¿Por qué ganó el Pincha? Porque como primera medida quiso hacerlo y para eso lo buscó en el primer tiempo. En ese período manejó la pelota, tuvo audacia y siempre trató de llegar hasta el arco de Mauricio Caranta con alguna triangulación.

Las subidas de Leonardo Jara y Matías Aguirregaray por derecha, las ganas de Gil Romero y algunas pinceladas de Joaquín Correa fueron demasiado para un rival que en los primeros minutos no pudo ni agarrar la pelota. A los 5 minutos lo salvó el arquero y a los 8 fue el travesaño. Pero a los 28 Ezequiel Cerutti se aprovechó de un horror de Aguirre para colocar la pelota por encima del arquero. Golazo para el merecido 1-0.

Poco cambió tras el gol. Siguió el local dominando y buscando el arco de enfrente. Pudo aumentar Vera, pero remató muy alto una pelota bajada por Goñi ante la mirada, poco gravitante, de los defensores rivales.

En el complemento Estudiantes se retrasó unos metros. Acusando el cansancio del partido mencionado y por el calor de las 17 horas en Quilmes, Rosario Central intentó buscar el empate. Pero equivocó los caminos o sólo puso arriba de la mesa el único argumento que había llevado desde Arroyito: los pelotazos frontales y cruzados al Loco Abreu y al colombiano Valencia.

Es más, de contra, el Pincha pudo estirar la ventaja para no tener que sufrir innecesariamente hasta el final. Pero Leonardo Jara, de gran partido, se lo perdió en un mano a mano con Caranta, Cerutti de media vuelta, no hizo foco en el arco y el tucumano Correa, sobre el final, también la tiró afuera cuando probó desde afuera del área.

Estudiantes ganó y se devolvió un poco la alegría perdida en la Copa. Quedó mejor posicionado en el torneo, está en carrera para clasificarse a la Sudamericana y de reojo sigue mirando la Libertadores. Demasiadas cosas buenas como para que queden borradas de un plumazo por la mente retorcida de los exitistas de turno. ¿El equipo tiene que mejorar? Muchísimo. ¿Es todo color de rosas? Para nada. ¿Quién podría hacerlo mejor que el actual técnico? Ninguno que se conozca. ¿Entonces? Mauricio Pellegrino es el técnico que el club eligió hasta diciembre de 2015 y el 53% de efectividad avalan su continuidad.

CAMBIO LA RACHA

Años atrás la presencia de Miguel A. Russo en el otro banco de suplentes era sinónimo de derrota. Con Los Andes, Vélez, Boca, San Lorenzo y Central le ganó siempre al Pincha. Ahora las cosas parecen que se invirtieron. En Racing, perdió sus tres partidos y con Central, en este nuevo ciclo, todavía no ganó. Dicen que las rachas, a veces, cambian. 

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