PANORAMA. INSTITUCIONALMENTE EL CLUB SUFRE UN CONTRAPUNTO QUE DESCONCIERTA
Dirigentes de ayer y hoy no se ponen de acuerdo en el estado financiero de Estudiantes
Se
termina el año y gran parte de los socios de Estudiantes se encuentra
desconcertada luego de escuchar los informes económico-financieros de la
dirigencia actual y la pasada. ¿Se puede ver la realidad tan diferente?
¿Cuál se asemeja más a la verdad, la que habla de un pasivo por las
nubes o la que dice que las finanzas están equilibradas? ¿Por qué unos
hablan de un estadio jugable en seis meses y otros para el 2016, con
suerte?
La primera “piedra” la tiró Sebastián Verón, quien a los
dos meses de haber asumido convocó a una conferencia de prensa para
mostrar una realidad económica compleja y muy diferente de los dichos de
los dirigentes que se habían retirado: que dejaban un club “mucho mejor
al recibido”.
Se habló de un pasivo de 276 millones de pesos,
inclusive desmintiendo el balance de octubre (cuyo ejercicio cerró el 30
de junio y fue aprobado en Asamblea), que reflejó 270 millones pero con
una reducción a menos de 200 millones gracias a las ventas de Gerónimo
Rulli y Jonathan Silva, posteriores a la fecha mencionada.
Lo
curioso es que siete días después la dirigencia saliente dio la cara y
presentó su informe, con una diferencia de 80 millones de pesos. “Que se
convoque a una auditoría externa o a un debate público con Sebastián
Verón”, pidió el ex presidente Enrique Lombardi.
Además, los
contrapuntos alcanzaron al déficit operativo y los costos financieros
perdidos por el adelanto de documentos en relación a las ventas en los
últimos años. Mucho dinero que diferenció una nota de la otra, para que
el desconcierto sea mayor. ¿Cuál verdad se ajusta más a la realidad?
Si
hasta el estadio quedó expuesto en medio de la discordia. Juan José
Calderón, actual secretario de obras, remarcó que 57 y 1 está a la mitad
y que le faltan 102 millones de pesos para poder terminarlo. Del otro
lado se ratificó lo dicho tiempo atrás: seis meses y 35 millones.
Además,
la ex dirigencia se defendió de la acusación sobre que 7,5 millones de
pesos habían salido de la caja del club el primer día hábil después de
las elecciones. “Es mentira, fue antes”, dijo Sergio Di Bella y detalló
las empresas a las que se les pagó trabajos en el estadio: Derbau, Base
Cero, Hábitat Verde, Cerámica San Luis, Molinari y Sanisi, entre otros.
NO CONDICE CON LA HISTORIA
Lo
objetivo de todo esto es que el presente de Estudiantes se aleja de la
realidad histórica. “Los trapos sucios se lavan dentro de casa”, se dijo
una y otra vez en el mundo albirrojo, destacando que puertas para
adentro de la sede se tienen que resolver las diferencias, o bien
acudiendo a la Justicia.
En esta oportunidad las dirigencias de
ayer y hoy eligieron otro camino: la prensa. Los números y las
diferencias de criterios quedaron a la luz de los socios, de los hinchas
y de todo el mundo. Se habla de las deudas de Estudiantes en la sede,
en los bares y en todos lados. El tiempo le dará (o no) la razón a unos u
otros, pero lo concreto es que ambos eligieron un camino que no se
relaciona con el pasado institucional.
www.eldia.com.ar
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