Chispazos para la ilusión

ANALISIS. ESTUDIANTES TUVO PINCELADAS DE BUEN FÚTBOL. POR AHORA, CON ESO LE ALCANZA PARA TENER PUNTAJE IDEAL

El Pincha dejó una imagen de equipo sólido (supo cerrar el partido) pero todavía en clara formación.

Brazos en alto para un equipo que volvió a ganar 

y dejó una sensación de que cuando aparezca 

su juego será un firme candidato

Por MARTIN CABRERA ANALISIS

Tantos refuerzos y tantas salidas iban a repercutir en el rendimiento del equipo. Y vaya si eso ocurrió. Los primeros partidos del año así lo confirmaron.

Pero no hay nada mejor para un equipo que no juega del todo bien en el arranque de una temporada que ganar. Y este Estudiantes, modelo 2015, ganó los dos partidos del torneo y pasó el repechaje de la Libertadores. Así, el buen fútbol no tiene tanta prisa.

El equipo de Mauricio Pellegrino todavía no apareció en la medida que puede hacerlo. Bien Sánchez Miño en el primer tiempo, tocando pocas pelotas pero siendo profundo. Interesante lo de David Barbona por la izquierda y el Colo Gil en el medio. Y electrizante Ezequiel Cerutti, el mejor de todos. Pudo y debió retirarse en ventaja. Sólo se lo impidió el arquero rival, sobre todo con una atajada con su pierna izquierda sobre la línea de gol.

Como en el torneo Final 2014, Estudiantes ganó sus primeros dos partidos del campeonato

En el complemento bajó su rendimiento. El ex Boca se tomó un recreo peligroso, tan peligroso como la pérdida en la mitad de cancha que derivó en el gol del Tomba. Reclamó infracción, pero...

De todos modos, no hubo sincronización en sus jugadores y otra vez un retroceso lo pagó muy caro. Es verdad que la pelota se perdió con un equipo en ataque, pero el delantero rival avanzó más de 40 metros sin que nadie lo cruzara. Y remató al gol sin obstáculos.

Por suerte para Estudiantes el empate llegó enseguida por un infortunio de Alvacete. Nadie sabe qué hubiese pasado si corría el reloj. Pero a favor del equipo se puede señalar que nunca se desesperó. Luego del empate siguió buscando siempre el arco rival asociando a sus volantes externos. Y tuvo la inteligencia el técnico de encontrar por la izquierda, con Luciano Acosta (otro ingreso aceptable), lo que tenía en el primer tiempo por la banda de enfrente con Sánchez Miño.

Hasta que llegó el penal. Un penal que si se lo hubiesen sancionado en contra se hubiese protestado. Pero son los penales que antes no se cobraban y que, parece, serán la vedette de este torneo. En definitiva, tantas veces lo castigaron a Estudiantes los árbitros en el torneo pasado que los protagonistas ni se tomaron el tiempo de mencionarlo.

Con el 2-1 a su favor, el equipo supo manejar los tiempos. Le bajó la cortina al partido y se metió otros tres puntos en el bolsillo. No jugó bien, pero los minutos de buen fútbol son un motivo como para ilusionarse.

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