Ganaron altura los dos cambios que se venían manejando
Textos: MARTIN CABRERA
Fotos: PABLO BUSTI
Fotos: PABLO BUSTI
GUAYAQUIL Ecuador (Enviados especiales)
El plantel de Estudiantes
que viajó a esta ciudad con motivo de su debut en la Copa Libertadores
completó la agotadora jornada de la víspera con un entrenamiento en el
Campo Municipal Carlos Pérez Perasso.
Según lo anunciado, la práctica se iba a cumplir en
el estadio Monumental de Barcelona, aunque repentinamente, y sin que
fuera comunicado, se cambió el escenario por este ubicado en las afueras
de la ciudad de Guayaquil, más exactamente en el cerro San Eduardo.
La delegación dejó el Hotel Hilton de la avenida
Francisco de Orellana, donde se concentró, pocos minutos antes de las 19
hora local, 21 de la Argentina, a bordo de un ómnibus especialmente
contratado.
El agua que comenzó a caer repentinamente alteró el
cuadro de situación a una hora en la que el tránsito se convirtió más
intenso, lo que no es poco decir en una ciudad con las características
de esta.
Con este panorama, que incluyó un descenso de
temperatura, los albirrojos se entrenaron en el predio de 17 hectáreas,
que cuenta con diez canchas de césped natural, y lleva el nombre de un
ex director del diario El Universo, propietario de las instalaciones.
Los movimientos fueron marcados en principio por el
preparador físico Gabriel Macaya, pues el objetivo de base fue
reacondicionar el físico de un grupo que había pasado muchas horas
arriba de un avión, con lo que eso significa.
Por eso, ni bien pisaron el campo, los jugadores
empezaron a realizar caminatas que luego se transformaron en trotes y
los ejercicios de estiramiento propios en este tipo de situaciones, en
los que la recuperación física está antes que lo relacionado a lo
futbolístico.
Igual, Mauricio Pellegrino dispuso un táctico en el
que trabajó con lo que se supone va a ser el equipo titular, incluyendo
a Mauricio Rosales como lateral izquierdo, para favorecer el
adelantamiento del uruguayo Alvaro Fernández y con Israel Damonte en la
franja central, desplazando a Gil Romero.
La formación: Hilario Navarro; Aguirregaray, Schunke, Desábato, Rosales; Auzqui, Damonte, Gil, Pereira; Carrillo y Vera.
Las indicaciones del entrenador estuvieron
dirigidas a jugadas de ataque, utilizando los carriles para poner de
este modo en acción a los definidores: Carrillo y Vera.
La formación no quedó confirmada, porque aún falta
para el encuentro con Independiente del Valle, y todos aquí están
pendientes de los efectos de la altura.
UNA CARACONOCIDA
Un argentino nacionalizado ecuatoriano, goleador e
ídolo total del Barcelona en el equipo que llegó a la final de la Copa
Libertadores de 1998, se puso en contacto con la delegación Pincha.
Se trata de Carlos Alejandro Alfaro Moreno, El
Beto, quien está al frente de una Academia de Fútbol y pasó a saludar al
profesor Macaya, a quien conoce -explicó- desde cuando jugaba en
Platense.
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