domingo, 3 de mayo de 2015

Lluvia, frío y un campo en pésimas condiciones

Dejo secuelas. El mal clima fue protagonista en Bahía

Tuvieron que trabajar contrarreloj para sacar el agua de la cancha de Olimpo. Estuvo en riesgo el partido


Román Martínez volvió a ser titular en Estudiantes después de muchas semanas. Jugó en forma regular
Román Martínez volvió a ser titular en Estudiantes 
después de muchas semanas. Jugó en forma regular

BAHIA BLANCA
Enviados especiales

La del partido de ayer entre Olimpo y el Pincha en esta ciudad no fue una previa más. Es que por los 40 milímetros de lluvia caídos la noche anterior al cotejo jugado en la tarde de ayer, los operarios del club local trabajaron a destajo para sacar la gran cantidad de agua que se había estacionado sobre el lateral más cercano a los bancos de relevos.
El viernes por la noche comenzó a llover en Bahía y ese fuerte temporal se prolongó hasta entrada la madrugada del sábado. En las primeras horas del día de ayer asomó el sol, pero fue sólo por un rato. Cerca del mediodía volvió a nublarse y las lluvias intermitentes volvieron a adueñarse del desapacible clima bahiense.
A las 12 del mediodía, atendiendo a la gran cantidad de agua que se había acumulado sobre uno de los laterales del campo de juego, unos cinco operarios de Olimpo comenzaron a trabajar para mejorar, al menos en parte, un panorama que a esa altura empezaba a preocupar en serio.
TRABAJARON A DESTAJO
Los cancheros realizaron cinco grandes orificios en toda la zona lateral, para que por ellos escurriera parte del agua. Así, secadores en mano, tal como consignan los registros fotográficos que acompañan esta crónica, buscaron disimular los enormes charcos de agua que habían dejado el terreno en pésimas condiciones.
La segunda parte de la faena consistió en arrojar arena en los sectores más barrosos, repintar las líneas demarcatorias del campo de juego con cal y, tras ello, volver a rellenar los pozos que hicieron las veces de drenaje momentáneo.
Esta tarea ayudó a mejorar el estado del campo, pero de ninguna manera fue la solución ideal. Así, por lo blando que estaba el campo, con el correr de los minutos se fue marcando todo el terreno y, en el sector cercano a la platea oficial, se tornó casi imposible jugar por abajo.
El mal drenaje del terreno de Olimpo y la intensa lluvia caída en la previa, conspiraron contra el rodaje del balón al ras del piso.
Por suerte para los protagonistas y para los pocos espectadores presentes en el Carminatti a la hora del inicio del partido salió el sol que sirvió para que el campo se sacara un poco más y para que los presentes no sufrieran tanto el frío del sur de la provincia.

www.eldia.com.ar

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