El Pincha y Olimpo le pusieron picante al
partido en los últimos minutos. El elenco de Milito trató de jugar y
asociarse pero el campo de juego no le permitió llevar a cabo el plan.
El Pincha pregonó el dominio de la pelota
y trató en todo momento de lastimar, cosa que en el primer tiempo no
pudo hacer. Sólo tuvo dos disparos, uno de Gil Romero que fue recién a
los 30’ y uno de Cerutti a los 44’ que rebotó y controló tranquilo
Champagne. Ambos remates débiles, como el primer tiempo de Estudiantes.
La cancha fue uno de los actores principales, pero quien entendió
mejor el juego fue Olimpo. El Pincha trató de jugar por abajo y el
terreno no le permitió ser efectivo, en cambio el local hacía de los
pelotazos una complicación para la defensa visitante.
Si bien los dos buscaron, el peso ofensivo no fue el esperado.
Estudiantes con el tridente Auzqui-Carrillo-Cerutti no pudo forzar más
que algunas jugadas de riesgo y unos disparos sin sentido. Pero en el
segundo tiempo empezaron a tener más participación.
Como en la primera parte, Sánchez Miño se hizo dueño de la pelota e
hizo jugar al mediocampo Pincharrata, que cuando hilaban una serie de
pases seguidos llegaban con más facilidad al área de Olimpo. De a poco
el visitante se fue acomodando a las condiciones del partido y se hizo
más fuerte.
El ingreso de Barbona y Acosta le dio más juego y más verticalidad al
elenco de Milito que si bien intentaba, se quedaba sin fuerzas cerca
del área del Aurinegro. Barbona tuvo un disparo y el ex Boca generó
situaciones de peligro.
En los últimos minutos ambos se acordaron de jugar y de hacer más
ameno el encuentro. La buena pegada de Cerutti casi abre el marcador en
un tiro libre, y Klusener tuvo para rematar pero no pudo tras un agarrón
dentro del área de Domínguez.
El Pincha trató de jugar por abajo pero lo que no ayudó fue el campo
de juego. No pudo sacar diferencias ante un equipo que le respondió a
los pelotazos, y lo dejó al Pincharrata con un punto en su vuelta a la
ciudad.
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