Autor ni más ni menos que del gol en la primera final contra el Manchester United, hombre multicampeón con el Pincha y gloria albirroja, Conigliaro recuerda - a sus más de 70 años - al Estudiantes de Zubeldía y una gesta histórica que marcó un antes y un después en el fútbol. Mano a mano imperdible.
Historia viva y pura de la vida de Estudiantes, Marcos Conigliaro
supo ser es y siempre será, eternamente, un fiel representante de la
mística albirroja. Multicampeón con la institución, tricampeón de
América y campeón del mundo, una de las glorias pincharratas supo ser
parte del recordado Estudiantes de Osvaldo Zubeldía y autor ni más ni
menos que del gol en la primera final contra el Manchester United que
abrió paso para lo que sería la obtención del título en territorio
inglés.
SU VIDA EN SANTA FE
Instalado hace ya varios años en San Jorge, provincia de Santa Fe,
Conigliaro sigue ligado al fútbol y pegado a la actualidad del Pincha.
Hace poco, incluso, visitó la ciudad donde pudo recorrer el country, la
sede y estar junto a muchos de sus afectos con los que compartió
innumerables recuerdos: “Estoy trabajando en un club de la zona hace
rato. Desde que vine en el ’96 que estoy trabajando en el fútbol. Hace
poco estuve tres días visitando el country, la sede, la cancha nueva;
fui invitado por el club. Me pone muy contento verlo como está y como va
actualmente”, cuenta el ex delantero albirrojo, mano a mano con el
Sitio Oficial del club.
GRANDES RECUERDOS EN SU CORAZÓN
“Tengo los mejores recuerdos que me ponen muy contento por todo lo
conseguido, las copas, lo obtenido con ese equipo de Zubeldía. Ganar la
copa del mundo no se logra todos los días. Guardo grandes recuerdos de
todas esas epopeyas con todos los compañeros que tuve en ese momento.
Soy un agradecido a la gente que todavía se acuerda de nosotros. Mi vida
cambió desde el momento que llegué a Estudiantes. Ahí aprendí a que lo
más importante no era el “yo”, sino el conjunto, y a raíz de eso es que
se pudieron conseguir tantas cosas. Siempre fue un equipo en el que la
solidaridad y el compañerismo estuvo por encima de todo. Gracias a eso
conseguimos formar una gran familia que se mantiene hasta el día de
hoy”, revela, emocionado, al recordar todo lo que le dio Estudiantes y
el significado que tiene la institución en su vida.
UN EQUIPO QUE TUVO COMO GUÍA A UN ADELANTADO
Las críticas por aquellos tiempos en épocas del multicampeón eran
materia corriente. Sin embargo, el paso de los años le terminó dando la
razón a un equipo y una forma de vivir el fútbol que trascendió y que
hizo historia. El ADN de Estudiantes, una huella y una marca registrada
que Conigliaro sabe y reconoce les valió amores y odios: “Nosotros
fuimos muy criticados porque un equipo como era Estudiantes que llegara a
ganar tres copas libertadores, una interamericana, una del mundo,
campeonato argentino; buscaban la forma de intentar bajarnos porque los
equipos “grandes” pasaban totalmente desapercibidos. Decían que usábamos
malas artes, que hacíamos tiempo; pero la realidad era que éramos muy
buenos, con buenos jugadores e inteligentes a la hora de plantear los
partidos con un técnico que vivió diez años adelantado al resto”.
EL COMIENZO DE LA GRAN GESTA EN MANCHESTER Y SU GOL
El abrazo de los jugadores del Manchester al haber perdido la primera
final en Argentina daba cuenta del desprestigio y el desconocimiento
hacia un equipo que haría historia pocos días después en Old Trafford.
Dándose por ganadores, los jugadores del equipo inglés se iban de la
cancha de Boca satisfechos por la caída por la mínima. Sin embargo,
Madero recuerda esa noche y la posterior obtención del título que no
hizo más que demostrar de lo que era capaz Estudiantes: “Nos hizo sentir
que ellos no sabían la clase de equipo que éramos nosotros. Estaban
convencidos que íbamos allá y que nos iban a golear pero Estudiantes
demostró el carácter que tenía ese equipo y la voluntad de nuestro
juego, de ayudarnos entre todos. Aquel gol en la final lo convertí junto
a 60 mil personas que estaban en la cancha. Todos me ayudaron a
levantarme en el aire y a cabecear esa pelota, y por eso salí corriendo a
festejarlo con toda la gente”, recuerda.
CAMPEÓN DEL MUNDO EN INGLATERRA, “LO MÁXIMO”
“La primera señal fue cuando ganamos la final en cancha de Boca 1-0,
que fue una epopeya, porque tener que ir a disputar la vuelta a
Inglaterra con el Manchester United, en la famosa ‘Caldera del Diablo’,
no nos achicó para nada; al contrario. Jugamos de tal manera que fue
emocionante ver a ese grupito que alentaba sin parar. Dar una vuelta
olímpica en Inglaterra fue lo máximo. Gracias a Estudiantes cumplí el
sueño del pibe”, cierra Conigliaro, con emoción y un recuerdo que
quedará para siempre en las páginas doradas de Estudiantes.
Axel Damian Padilla
Web Club Estudiantes
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