ENFOQUE. OTRA VEZ LAS INFERIORES DE ESTUDIANTES LE ESTÁN DANDO UNA MANO AL EQUIPO DE PRIMERA
Ascacíbar, Diarte, Quintana, Sappa y Rodríguez, las nuevas joyas del semillero albirrojo
Cada vez que se abre el
libro de pases los dirigentes cuentan dinero, se reúnen con empresarios,
sueñan con apellidos ilustres... Pero en los últimos años, al menos en
Estudiantes, las grandes soluciones estuvieron en las Inferiores.
Hace pocos años el Club invirtió mucho dinero en
Franco Jara y Diego Vera, pero el goleador terminó siendo Guido
Carrillo. Lo mismo pasó en la defensa con Matías Aguirregaray, que quedó
detrás de Leonardo Jara y de Ernesto Goñi, eclipsado por Jonathan
Silva. Ni hablar de los centrales que pasaron (Vergini, Domínguez...) y
el titular fue Jonatan Schunke. Volantes llegaron tantos, desde Patricio
Rodríguez a Juan Sánchez Miño, pasando por Luciano Acosta, Jorge Luna,
Matías Rosso, Leonardo Gil, Román Martínez y David Barbona. Pocos dieron
resultado de Joaquín Correa.
Este año el camino del mercado de pases también se
inició compulsivo como los pasados. Hasta que los sueños quedaron en
algún bar céntrico y la apuesta por las inferiores parece haber sido lo
más razonable.
La mejor producción de la cantera fue Santiago Ascacibar,
que confirmó en Primera todos los elogios recibido en Inferiores. De
todos los chicos promovidos fue el que llegó con mayor banca y cumplió.
En el medio algún dirigente insistió con repatriar a Rodrigo Braña y
otros asumieron el costo de prestar a Gastón Romero a Central. En las
primeras cinco fechas del torneo los rendimientos les dan la derecha.
Otra gran aparición fue Facundo Quintana
, el pibe que lleva tres goles en 150 minutos jugados. Si bien no es un
producto de la fábrica de City Bell, ya que hizo Inferiores en River y
luego jugó en la U. de Chile, recibió el último golpe de horno en el
Country.
También se ganó un lugar dentro del equipo Lucas Diarte
. Cuando nadie lo imaginaba, porque dentro del plantel estaba Alvaro
Pereira, el técnico le dio la chance de ser lateral en los amistosos.
Luego llegó el clásico, las ocho fechas de suspensión y la salida del
uruguayo al Getafe. Sin brillar, se ganó un lugar y nadie extraña al
internacional por el cual el Club todavía deberá pagar 2,4 millones de
euros.
Lucas Rodríguez , el juvenil
categoría 1997 que debutó el año pasado, ya está recuperado y será otra
semilla del Country en las canchas de Primera.
Con menos suceso también debutó Daniel Sappa
. Lo hizo por la sanción a Mariano Andújar y por los problemas de
Agustín Rossi. Está claro que le falta, pero también que con rodaje
podrá ser el “1” Pincha del futuro.
A veces no hace falta salir a buscar refuerzos ni
traer tantos jugadores a préstamo. A veces la solución está en casa. Es
cuestión de animarse, saber rodearlos y no cargarlos de
responsabilidades.
www.eldia.com.ar
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