martes, 1 de marzo de 2016

Al final, los mejores refuerzos ya estaban en el Country Club

ENFOQUE. OTRA VEZ LAS INFERIORES DE ESTUDIANTES LE ESTÁN DANDO UNA MANO AL EQUIPO DE PRIMERA

Ascacíbar, Diarte, Quintana, Sappa y Rodríguez, las nuevas joyas del semillero albirrojo

Cada vez que se abre el libro de pases los dirigentes cuentan dinero, se reúnen con empresarios, sueñan con apellidos ilustres... Pero en los últimos años, al menos en Estudiantes, las grandes soluciones estuvieron en las Inferiores.
Hace pocos años el Club invirtió mucho dinero en Franco Jara y Diego Vera, pero el goleador terminó siendo Guido Carrillo. Lo mismo pasó en la defensa con Matías Aguirregaray, que quedó detrás de Leonardo Jara y de Ernesto Goñi, eclipsado por Jonathan Silva. Ni hablar de los centrales que pasaron (Vergini, Domínguez...) y el titular fue Jonatan Schunke. Volantes llegaron tantos, desde Patricio Rodríguez a Juan Sánchez Miño, pasando por Luciano Acosta, Jorge Luna, Matías Rosso, Leonardo Gil, Román Martínez y David Barbona. Pocos dieron resultado de Joaquín Correa.
Este año el camino del mercado de pases también se inició compulsivo como los pasados. Hasta que los sueños quedaron en algún bar céntrico y la apuesta por las inferiores parece haber sido lo más razonable.
La mejor producción de la cantera fue Santiago Ascacibar, que confirmó en Primera todos los elogios recibido en Inferiores. De todos los chicos promovidos fue el que llegó con mayor banca y cumplió. En el medio algún dirigente insistió con repatriar a Rodrigo Braña y otros asumieron el costo de prestar a Gastón Romero a Central. En las primeras cinco fechas del torneo los rendimientos les dan la derecha.
Otra gran aparición fue Facundo Quintana , el pibe que lleva tres goles en 150 minutos jugados. Si bien no es un producto de la fábrica de City Bell, ya que hizo Inferiores en River y luego jugó en la U. de Chile, recibió el último golpe de horno en el Country.
También se ganó un lugar dentro del equipo Lucas Diarte . Cuando nadie lo imaginaba, porque dentro del plantel estaba Alvaro Pereira, el técnico le dio la chance de ser lateral en los amistosos. Luego llegó el clásico, las ocho fechas de suspensión y la salida del uruguayo al Getafe. Sin brillar, se ganó un lugar y nadie extraña al internacional por el cual el Club todavía deberá pagar 2,4 millones de euros.
Lucas Rodríguez , el juvenil categoría 1997 que debutó el año pasado, ya está recuperado y será otra semilla del Country en las canchas de Primera.
Con menos suceso también debutó Daniel Sappa . Lo hizo por la sanción a Mariano Andújar y por los problemas de Agustín Rossi. Está claro que le falta, pero también que con rodaje podrá ser el “1” Pincha del futuro.
A veces no hace falta salir a buscar refuerzos ni traer tantos jugadores a préstamo. A veces la solución está en casa. Es cuestión de animarse, saber rodearlos y no cargarlos de responsabilidades.
 
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