Sufrió un aneurisma cerebral en un restaurante de Puerto Madero, cayó de una escalera y padeció un traumatismo grave con fractura de cráneo. Horas después falleció.
Roberto Perfumo, el gran ‘Mariscal’, brillante ex zaguero del seleccionado argentino en los mundiales de Inglaterra 1966 y Alemania 1974, y ex jugador de Racing, River y Cruzeiro de Brasil, falleció ayer a los 73 años víctima de un aneurisma cerebral.
Como Futbolista es recordado por los platenses por sus épicas batallas dentro de las canchas contra su rival y colega Carlos Salvador Bilardo, en las disputas entre el equipo de José y el de Don Osvaldo Zubeldia, en la década del 60 y principios del 70. En verdaderas gestas deportivas tanto en los torneos de Primera División, Estudiantes le gano a Racing la final del Metropolitano 1967 por 3 a 0 en el viejo Gasometro y las de Copa Libertadores donde el Pincha eliminó al Racing Campeón del Mundo en tres partidos de semifinales. Donde Bilardo lo hizo echar al Mariscal en la revancha jugada en La Plata y Estudiantes se consagra Campeón por primera ves de la Copa Libertadores de 1968. Ademas fue Director Técnico de el otro equipo platense Gimnasia y con él que gano la Copa Centenerio.
La chilena de Verón en el tercer partido en River
Para Perfumo vendría el debut oficial en el campeonato de Primera, en un partido frente a Ferro (0-1). Y después, la brillante campaña del equipo campeón de 1966, cuando Juan José Pizzutti decidió atrasarlo en el campo y así formar una recordada pareja de zagueros junto con Basile, donde ‘pasaba la pelota o el jugador, pero los dos juntos nunca’, según sus propias palabras.
Ese mismo año participó con el seleccionado, dirigido por Juan Carlos ‘Toto’ Lorenzo en el Mundial de Inglaterra, donde el equipo argentino fue eliminado en cuartos de final al caer con el equipo local por 1-0 cuando el árbitro alemán expulsó a Antonio Rattín.
En ese equipo el ‘Mariscal’ compartió la defensa, en aquel conjunto que la prensa argentina calificó como ‘campeón moral’, junto a Antonio Roma, Roberto Ferreiro, Rafael Albercht y Silvio Marzolini.
“Había grandes futbolistas, pero estuvo todo muy mal preparado. Se dieron algunos buenos resultados simplemente porque el jugador argentino tiene gran calidad. Yo era uno de los más chicos y opinaba poco”, rememoró hace pocos años Perfumo en una charla.
A su regreso de esa participación, se consagró campeón con el equipo de Racing (donde lo reemplazó el uruguayo Nelson Chabay) que solamente perdió un partido ante River. Luego consiguió ganó la Copa Libertadores y la Intercontinental ante el Celtic Glasgow de Escocia. En 1969 sintió el amargo sabor de la decepción al integrar el seleccionado argentino que fue eliminado ante Perú para el Mundial de México de 1970.
En 1971 se marchó del país para ir a triunfar en el Cruzeiro, de Brasil, donde fue campeón en tres ocasiones del campeonato Mineiro y en una de la Copa Mina Gerais.
Cuando estaba en el equipo azul fue convocado para jugar el Mundial de 1974 que tuvo una pobre actuación en Alemania y fue eliminado en segunda fase. En primera ronda señaló un gol en contra ante Italia en el empate 1-1.
DE LA MANO DE LABRUNA
Tras jugar allí durante tres temporadas, en 1975 volvió al fútbol argentino para jugar en el River que, dirigido por Angel Labruna, consiguió el campeonato local tras 18 años de sequía riverplatense.
En el equipo de Núñez tuvo sus últimos años como profesional llegando a enfrentar, cuando jugaba en Argentinos Juniors, a Diego Maradona, quien recordó siempre la aspereza de su juego cuando jugaba en Argentinos. Perfumo se retiró en 1978 a los 36 años.
Después tuvo una corta experiencia como director técnico en Sarmiento de Junín, Gimnasia (con el que obtuvo la Copa Centenario), Racing, Independiente Santa Fe de Colombia, y en Olimpia de Paraguay (ganó el Torneo República de manera invicta).
Amigo de los amigos, como Alfio ‘Coco’ Basile, el ‘Panadero’ Rubén Díaz, Jorge ‘Chiche’ Diz y el periodista Horacio Pagani, supo compartir con ellos prolongadas noches de charlas de fútbol, tango y bohemia.
El 3 de octubre de 1942 nació en Sarandí, donde construyó su casa con un tanque de agua que se asemejaba a una pelota de fútbol.
Ayer, alrededor de las 19, el ‘Mariscal’ voló hacia el cielo celeste y blanco que confundió sus colores con los de Racing y lo albergará por siempre, como él hubiese querido. Como no podía ser de otra manera.
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