ANALISIS. A LA FALTA DE FÚTBOL, LOS DOS EQUIPOS SE ABRAZARON A SUS PROPIOS RECURSOS
En el primer tiempo jugó mejor el Lobo. El Pincha lo emparejó en el complemento. El empate fue justo

Coronel y Gil van con todo a la pelota
Por MARTIN CABRERA
ANALISIS
ANALISIS
Se habló mucho en la previa del
clásico. Tuvo más debate que análisis. Y finalmente el empate, un 0 a 0
bien marcado, terminó dándole cierta tranquilidad a los dos equipos que,
en sus diferentes realidades, valoraron más no perder el partido que el
lamento por los dos puntos perdidos.
Gimnasia, a quien peor le cayó la igualdad, dejó
una imagen compacta en cuanto a la entrega y logró ponerle un freno a la
sangría de derrotas, algo que tanto le duele al hincha cuando de
clásicos se trata. Ya lejos de la pelea por el primer puesto, al menos
plantó una bandera para lo que será el segundo semestre del año, con
nuevo técnico y nuevas expectativas.
Y Estudiantes, que volvió a jugar con la presión
que le puso Lanús por su triunfo en clásico, empezó a perder terreno en
esa pelea por ser el mejor de la zona 2, pero sumó una unidad importante
para lo que será la búsqueda del segundo objetivo, el segundo lugar que
le dé la chance de jugar la próxima copa Libertadores. Y, de paso, su
gente se retiró del Bosque con el sabor de haber superado otra batalla
sin perder ante su clásico rival, contra quien no cae desde hace seis
años y con el que perdió un partido en la última década.
El partido tuvo dos tiempos bien marcados. En el
primero fue netamente superior Gimnasia, quien dominó la pelota y
lastimó mucho con la fuerza de Walter Búho, el manejo de Maximiliano Meza (jugó muy bien cuando lo hizo de enganche) y la siempre peligrosidad de Franco Niell. Tuvo dos chancees de gol, un remate de Fabián Rinaudo que Mariano Andújar salvó al córner y un fuerte remate del pibe Ceceri que se fue por arriba del travesaño.
Tal vez en situaciones no haya sido tan claro, pero
en el mano a mano en una cancha pesada y con poca visibilidad, fue
superior. Siempre llegó primero a los rebotes gracias al dominio de la
mitad de la cancha.
El Pincha en esos primeros 45 minutos sufrió más
que otra cosa. La tuvo difícil el tucumano Diarte en la punta derecha y
sufrió el mal momento del tándem derecho: Sánchez-Solari. Pocas veces
salió con pelota dominada, complicando el trabajo de la Gata Fernández, su jugador más desequilibrante.
De todos modos tuvo una aproximación que pudo
cambiar el partido: el remate desde afuera del área que pegó en el brazo
izquierdo de Rinaudo. Desde la platea dio la sensación que fue penal y
lo mismo ratificó la televisión. Diego Abal, de irregular partido, no
sancionó.
Las cosas cambiaron sustancialmente en el segundo
tiempo. Estudiantes se paró más agresivo y con una idea ofensiva bien
planteada para jugar de contragolpe. Tanto Carlos Auzqui , pero principalmente Santiago Ascacibar empezaron a ser importantes. Muy importantes.
A los 12 minutos Solari ingresó con velocidad de
derecha a izquierda pero no encontró un metro para patear. Y a los 15
tuvo en los pies de Lucas Viatri
la chance más clara de la noche: jugada colectiva por derecha, centro
de Solari para que el ex Boca estuviera a un centímetro de empujar la
pelota para el gol. Es cierto que llegó muy exigido, pero pudo ser el
héroe en un partido en el cual no se destacó.
Entonces Estudiantes entendió que podía ser
protagonista. Y Nelson Vivas decidió tomar una decisión jugada:
reemplazar a Gastón Fernández por Juan Cavallaro. El ex Unión le dio la
razón porque le imprimió la velocidad que necesitaba el equipo.
El Pincha se adelantó y el Lobo empezó a apostar
por alguna contra. No se lastimaron mucho, pero en una jugada de lucha
dentro del área el petiso Niell logró impactar el balón para que otra
vez Andújar demostrara que es uno de los mejores arqueros del fútbol
argentino. Fue, tal vez, la chance más clara para los de Gustavo Alfaro.
En el final, básicamente en los últimos 15 minutos
los dos equipos firmaron tácitamente el empate. El local para privarlo a
Estudiantes de seguir en su senda victoriosa y el Pincha para
conformarse con la paternidad en el clásico.
Estudiantes mostró otra vez que tiene un arquero de
Selección y dos centrales impasables. Y un número 5 que dará que hablar
en el futuro. Gimnasia mejoró mucho en defensa, dejó evidenciar el
crecimiento de su cantera con Ceceri y Noble y parece recuperar a Maxi
Meza.
No hubo goles ni jugadas vistosas. El fútbol se fue
a dormir temprano en la noche del Bosque, que será recordada como la
que se la sembró de dudas por el comportamiento de los hinchas y terminó
siendo ejemplar. Fue la noche en la cual los dos equipos se conformaron
con el empate.
www.eldia.com.ar
No hay comentarios:
Publicar un comentario