lunes, 30 de mayo de 2016

El recambio le aportó soluciones al plantel

ANALISIS. Las virtudes de Estudiantes, que se clasificó a la Copa Libertadores 2017

Los refuerzos y los juveniles promovidos, aliados de Nelson Vivas, el padre de la criatura

El equipo de Estudiantes que arrancó el partido el sábado ante Godoy Cruz en el Kempes de Córdoba
Estudiantes ante Godoy Cruz en el Kempes de Córdoba

Por MARTIN CABRERA Analisis

Estudiantes se convirtió el sábado en el tercer equipo argentino en asegurar su participación en la próxima Copa Libertadores, la máxima competencia sudamericana, un premio más que importante que avala un proyecto futbolístico que comenzó con más dudas que certezas, y que cinco meses después alcanzó un objetivo importante, envidia de los otros 27 equipos, entre ellos los más grandes Boca y River.
Para tomar una mejor dimensión del presente de Estudiantes hay que remitirse al inicio del año, cuando Nelson Vivas arrancó un ciclo casi en silencio, con múltiples bajas en su plantel y la promoción de juveniles desconocidos.
Como sostuvieron los propios protagonistas en los últimos días, eran pocos los que creían que este equipo iba a terminar como terminó. En alguna medida es cierto.
Entre fines del año pasado y comienzos del actual se fueron Juan Sánchez Miño, Sebastián Domínguez, Gastón Gil Romero, Ezequiel Cerutti, Alvaro Pereira, Leonardo Jara, Diego Mendoza, Hilario Navarro y Federico Anselmo. ¿Alguien los extraña actualmente? No. Pero sí es justo contextualizar dicha particularidad, ya que en su momento fue una decisión muy jugada transferirlos o dejarlos salir. Hoy puede decirse que la apuesta salió bien.
Y salió bien porque el cuerpo técnico supo trabajar de la mejor manera, encontró la forma de llegarles a los jugadores, hizo jugar al equipo con simpleza e inteligencia y transformó en simple lo complejo. Méritos sencillos para logros importantes.
Pero básicamente hubo un fuerte mérito en el recambio para entender esta medalla de bronce. Se fueron jugadores de peso y muy costosos. Y llegaron otros con menos cartel y más económicos pero con hambre de gloria. Punto a favor de la secretaría técnica, que después de algunas equivocaciones encontró a los jugadores adecuados para el momento justo.
Facundo Sánchez, salvo algunos partidos, plantó bandera en la punta derecha, lo mismo que Augusto Solari, quien impresionó gratamente en el comienzo y luego bajó su rendimiento. Los dos “extranjeros” pueden considerarse las piezas que mejor se adaptaron en el equipo de Vivas.
También terminó siendo un acierto la llegada de Juan Ignacio Cavallaro, que cuando jugó por el centro del ataque recuperó el brillo que había mostrado en sus inicios en Unión. Goles y buenas actuaciones para convencer a la dirigencia que puede ser el nuevo Gastón Fernández.
Está claro que en este ítem de refuerzos no se incluye a Mariano Andújar, quien llegó el año pasado pero recién jugó a partir de la 6ta fecha. El arquero, un viejo conocido de la casa, fue el mejor jugador del plantel y su continuidad desvela a la dirigencia, cuerpo técnico e hinchas. Su presencia también le aportó un salto de calidad.
Además de sumarse y rendir, los nuevos jugadores le dieron un poco de oxígeno financiero al Club, ya que se redujo el presupuesto para el fútbol profesional. El año pasado el Club pagó contratos muy altos para resultados regulares.
Sánchez, Cavallaro, Solari llegaron a préstamo y será tarea de la dirigencia saber asegurarse porcentajes de las fichas antes de que sea demasiado tarde, como parece ocurrir hoy con el arquero, que llegó con cierta inactividad y hoy nuevamente es integrante de la Selección Nacional.
DESDE ABAJO CON AMOR
Pero no solo los refuerzos anduvieron bien. También las promociones de juveniles cumplieron. El paradigma es Santiago Ascacibar, la más grata aparición del año. En cinco meses pasó de ser un absoluto desconocido para el público general a estar en la verdadera consideración de Gerardo Martino para los Juegos Olímpicos.
También tuvieron sus primeros partidos el arquero Daniel Sappa, el defensor Lucas Diarte, el polifuncional Julián Marchioni y los ligeritos Lucas Rodríguez, Elías Umeres y Facundo Quintana. No puede decirse que ya se ganaron un lugar, pero sí que tranquilamente ya son alternativa para el futuro.
Estos chicos le van a aportar un guiño económico al Club dentro de pocos años, como en su momento lo hicieron Gerónimo Rulli, Guido Carrillo, Jonathan Silva y Joaquín Correa, paso fundamental e imprescindible para cualquier institución argentina.
Después de varios años de sinsabores, Estudiantes acertó con las compras... y también con las salidas. La rescisión de contratos de Sánchez Miño y Domínguez hoy pueden verse como una decisión destacada, ideal para subsanar el error de haberlos contratado en su momento.
De los préstamos de jugadores sólo dejó dudas el delantero Anselmo, ya que algunas lesiones de Lucas Viatri dejaron en evidencia algunos errores de armado del plantel. Ni siquiera se extrañó demasiado a Gil Romero, un mimado de los hinchas, seguramente por el buen andar de Ascacibar, Damonte y compañía.
Ahora se vendrá otro recambio. Tal vez menos drástico que el anterior, pero con una billetera flaca tendrá que ingeniárselas para armar un plantel bien competitivo de cara a una agenda con una gran cantidad de partidos.

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