Juan Ignacio Cavallaro, el autor del gol ante Godoy Cruz que le valió a Estudiantes la clasificación a la Copa Libertadores 2017, visitó la redacción del diario Hoy y renovó las expectativas en el final de la segunda semana de la pretemporada
Los rasgos de expresión en el juvenil rostro de Juan Ignacio Cavallaro conjugan la intención de Estudiantes para afrontar todo lo que se avecina: renovación y cambio...
Ya sin la Gata Fernández y con varios jóvenes empujando desde abajo, el plantel de Vivas va cerrando la segunda semana de la pretemporada, en donde el nuevo equipo empieza a tomar forma.
Ayer, en el contexto de una tarde sombría de invierno que obligó a Estudiantes a modificar la agenda de trabajos, el delantero visitó la redacción de diario Hoy, que por estas horas también redobla la apuesta para consolidarse como el único medio platense en brindar la información al instante, reflejando la realidad tal es.
Predispuesto desde el tranco, con la mirada firme y una sonrisa que irradia felicidad por el momento que le toca atravesar, el jugador de 22 años que selló el pasaporte del Pincha a una nueva copa internacional se soltó en una extensa charla que no dejó temas por tocar...
— ¿Sin copa el primer semestre hubiese sido un fracaso?
— La clasificación a la Copa fue el premio al esfuerzo que realizó todo el equipo en el semestre. Queríamos coronarlo con el pasaporte a esta copa y, por suerte, lo pudimos hacer.
—Jugaste en San Lorenzo, en Ecuador, y ahora en Estudiantes: ¿en qué momento de tu carrera te encuentra esta clasificación a la Copa Libertadores?
—Me encuentra en un momento bárbaro porque hace dos años que no tenía la continuidad que me dieron acá en Estudiantes. Con el correr de los partidos pude ganar confianza y eso me ayudó a sacar las cosas adelante. Con buenos partidos, el jugador se va soltando más y va ganando en nivel.
—¿Te definís como el responsable de haberle dado la clasificación a Estudiantes a la Copa con el gol a Godoy Cruz?
— En realidad el mérito es de todos lo que jugamos ese partido. En las redes sociales me llegaron saludos y felicitaciones y por suerte todos estuvimos a la altura en ese partido.
-—Pero en la previa el técnico se la jugó por vos en lugar de Auzqui…
-—Eso me da mucha confianza. Con Julián Marchioni veníamos trabajando en doble turno en el gimnasio de Martín Solé para no dar ventajas. En la jugada del gol me sentí fuerte de piernas como para pelar la pelota primero, y después definir como pasó. Vivas nos pedía presionar bien arriba y, por suerte, se dio.
— ¿Sos consciente que los hinchas ahora les van a pedir ganar algún título?
—Yo creo que tenemos un grupo muy bueno que está en condiciones de ganar algo. El objetivo es ese y sabemos que tenemos que ganar alguna de las tres competencias.
— Se fue la Gata, ¿vas a pedir la número 10?
-—(Risas) Me gusta la 15 porque me dio buena suerte
—Pero vas a ser el nuevo armador del equipo…
-—Por supuesto que si Nelson (Vivas) me pide jugar por el centro del ataque como lo venía haciendo Gastón Fernández, lo haré sin problemas. Creo que la Gata es irremplazable, pero si el equipo me necesita en esa posición lo voy a hacer.
-—¿Cómo es un día de Cavallaro después del entrenamiento?
-—Me considero una persona tranquila. Después de entrenarme, por lo general de mañana, aprovecho para dormir un rato a la tarde y volver a hacer alguna rutina .
-—¿Cada cuánto ves a tu familia?
-—Está en Paraná y la veo cuando me puede venir a visitar. Ellos sufrieron mucho cuando estuve en Ecuador, o en San Lorenzo cuando no me iba bien.
“Sabía que si no me entrenaba más que el resto, no iba a jugar mucho en Estudiantes”
En la entrevista concedida ayer a este diario, Juan Ignacio Cavallaro reconoció que durante el primer semestre del año se entrenó en doble turno en el gimnasio del profesor Martín Solé para igualar la potencia física de piernas, las cuales le sirvieron para presionar a los defensores rivales y generar la jugada del gol que le valió al Pincha la clasificación a la Libertadores en el partido con Godoy Cruz.
“Me di cuenta y sabía que si no entrenaba más que el resto no iba a jugar mucho en Estudiantes”, confesó el delantero, quien junto a Julián Marchioni realizaron un trabajo especial además de cumplir con la rutina de entrenamientos que ordenó el cuerpo técnico.
Juan Ignacio Cavallaro vive en un departamento que le consiguió el club en la zona de 3 y 39 y desde allí todos los días va y viene a la zona de City Bell para entrenarse en el country y en un gimnasio. “Si quería jugar más partidos, sabía que tenía que entrenar más y sumar más trabajos a los que ya hacía con el resto de los jugadores a la mañana”, reveló el paranaense, quien el martes pasado cumplió 22 años.
“Braña es una gran persona y voy a aprender mucho de él”, concluyó en alusión al regreso del mediocampista central, a quien deberá escuchar atentamente para complementarse muy bien dentro de la cancha.
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