Golazo de Marchioni
Julián Marchioni, con un tiro libre, Facundo Sánchez y Gabriel Graciani, los goleadores del partido.
SALTA ESPECIAL
Estudiantes logró sacarse de encima el primer partido en la Copa Argentina. Muchas veces estos compromisos suelen ser traicioneros y hasta pueden provocar un dolor de cabeza. Por eso la mejor noticia para el Pincha fue que a pesar de no haber jugado muy bien logró golear 3-0 a Atlas para meterse en los 16vos de final y seguir en carrera en una de las tres competencias para este semestre.
El equipo de Nelson Vivas marcó todas las diferencias entre un plantel y el otro, desde el primer minuto hasta el final. Si bien en un tramo del primer tiempo se tomó un peligroso descanso, nunca dejó dudas de ser infinitamente superior a su oponente, amateur y de cinco categorías inferior.
En el inicio del partido ya empezó a mostrar chapa. Los primeros minutos fueron, acaso, los mejores de Estudiantes en Salta. El equipo presionó bien arriba, ahogó a Atlas y en 240 segundos lo metió en su arco. A los 2 minutos Carlos Auzqui falló de cabeza un gol que le había cedido Facundo Sánchez con un desborde desde la derecha. Pero enseguida llegó el golazo de Julián Marchioni de tiro libre (su primer tanto oficial) para llevar tranquilidad.
Lo que parecía sería una buena noticia fue contraproducente. Pasados los 10 minutos el Pincha empezó a dejar de presionar, la pareja de doble cinco no se mostró muy efectiva y al equipo le faltó un conductor por la ausencia de Juan Cavallaro.
Entonces Atlas, con el manejo de Franco Cristofanelli, empezó a insinuar. No tuvo una sola chance clara de gol, pero igual manejó la pelota, inclusive asumiendo riesgos de querer salir desde el fondo. Fue llamativo como un equipo tan inferior podía hacer circular tanto la pelota, sin ser bloqueado en la mitad de la cancha.
Pudo Estudiantes aumentar de contra, pero tanto Carlos Auzqui por izquierda como Augusto Solari por la derecha no pudieron y no supieron dar la puntada final. Entonces el partido, siempre favorable a Estudiantes, quedó abierto por la escasa diferencia en el marcador.
LO LIQUIDO EN EL COMPLEMENTO
En el segundo tiempo Nelson Vivas no introdujo variantes desde el inicio, pero sí les pidió a sus jugadores mayor concentración para manejar la pelota, presionar y atacar a su rival.
Auzqui, que tuvo una noche para el olvido, erró un par de goles ingresando desde la izquierda al centro. Tampoco pudo Javier Toledo, que lo buscó con más ganas que fútbol. Y encima se lució el arquero Lucas Roa, desviando al córner un remate de gol de Leandro González Pirez.
Pero a los 8 minutos la figura de la cancha, Facundo Sánchez, marcó el segundo gol que le bajó definitivamente la persiana al encuentro. Córner desde la izquierda que pateó Solari al centro, cabezazo de Schunke, primero y de Desábato después. El defensor le pegó fuerte, la despejaron debajo del travesaño y con olfato de goleador la empujó de cabeza.
A partir de ahí todo fue de Estudiantes, que manejó la pelota a su antojo y que de haber sido más fino en los metros finales hubiera logrado definir el partido con una diferencia superior.
Sólo quedó tiempo para que Gabriel Graciani se diera el gusto de marcar el 3-0 en su primer gol vistiendo la camiseta de Estudiantes, el que ratificó su buen nivel desde su regreso de Rafaela. Sánchez desbordó por derecha, tiró al centro y el ex Colón anticipó a todos para estirar las diferencias.
El Pincha, aun con desorden y errores, goleó 3-0 y se clasificó a los 16vos de final de la Copa Argentina. Está claro que deberá mejorar lo realizado ayer, pero con triunfos siempre es mucho más fácil. Y con felicidad.
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