La Brujita festeja otro cumpleaños como presidente del Pincha
y con la motivación de su vuelta a las canchas. Aquel partido de su
nacimiento
Juan Sebastián Verón celebra un aniversario más, en
otro año que lo vuelve a encontrar como protagonista principal de la
vida futbolística de Estudiantes, pero en esta ocasión con la doble e
inédita función de presidente y jugador.
Tal como ocurre ininterrumpidamente desde su regreso (tras jugar en
Europa), aquel 5 de junio de 2006, cuando pisó 57 y 1, la Brujita
renueva una ilusión mayúscula en el hincha. Apenas seis meses después de
esa fecha el club festejaría una histórica vuelta olímpica luego del
desempate del Apertura 2006 con Boca en el Amalfitani.
Verón debutó oficialmente en Primera una destemplada tarde de abril
de 1994 contra Deportivo Mandiyú en 57 y 1, cuando el equipo que por
entonces dirigía Trossero todavía tenía la ilusión de mantener la
categoría.
A los pocos meses, ganó el ascenso con números récords, afianzó al
Pincha en Primera antes de partir a Boca y, tras su largo paso por el
fútbol europeo, volvió a Estudiantes para cumplir el sueño de siempre:
gritar campeón y, como su padre, levantar la Libertadores, por cuarta
vez en la historia. Además, ya son 10 las temporadas oficiales de Verón
jugando en el Pincha.
Un clásico, ese 9 de marzo
Si la vida de la Brujita tiene aristas propias de una película, no es
menor la historia que se esconde detrás de su nacimiento, un 9 de marzo
de 1975.
A las pocas horas de aquella jornada, su papá, Juan Ramón, era
titular en el Pincha, que ese domingo de marzo se la jugaba ante el Lobo
en un nuevo clásico platense. La Bruja padre aprovechó un breve permiso
del Narigón Bilardo, el DT en aquella temporada, para ir hasta la
clínica, conocer a su hijo recién nacido y al rato ponerse la “11” y
jugar el partido contra el rival de toda la vida, que terminaría 3 a 3
en un encuentro plagado de emociones.
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