Un viaje de egresados con el Vasco de coordinador

ESTUDIANTES GOLEO 4-1 A ALDOSIVI. EL MEJOR PARTIDO DEL AÑO DEL EQUIPO DE NELSON VIVAS

Aguirregaray, con dos goles, fue la gran figura de un equipo muy sólido y efectivo

Por MARTIN CABRERA
COMENTARIO

MAR DEL PLATA
ENVIADOS ESPECIALES

Estudiantes se reencontró con su fútbol de la mano de los juveniles, que anoche jugaron un partidazo en Mar del Plata y golearon 4-1 a Aldosivi, con una actuación sobresaliente de Matías Aguirregaray, autor de dos goles y partícipe de la jugada del segundo. Es más, fue tan buena su actuación que le anularon injustamente el quinto gol, que le hubiera significado el primer hat trik de su carrera. Igual, como premio, se llevó la pelota para su casa.

El equipo de Nelson Vivas jugó un partido casi perfecto. Fue como un viaje de egresados de los pibes, que le dieron al equipo la frescura que tanto necesitaba el plantel. Su técnico, Nelson Vivas, luego del triunfo dijo “armonía”. Marca en la mitad de cancha y explosión. Corridas por las bandas. Sacrificio. Funcionó muy bien la dupla del medio Ascacibar-Cascini, Tití Rodríguez fue eje en el mediocampo o por izquierda, y los otros juveniles Juan Foyth y Nicolás Talpone aportaron, en su medida, para que el equipo se volviera con un triunfazo, que ratifica la levantada de las últimas fechas y que lo deja a sólo tres unidades de Boca.

De entrada se vio mejor a Estudiantes. El equipo comenzó el partido con otra actitud y en la formación fue más y mejor que su rival. Desde el vamos se adaptó a Aldosivi, a la cancha y al árbitro.

De una jugada de pelota parada llegó el primer gol. Desde la derecha Sebastián Dubarbier ejecutó de manera precisa un centro al corazón del área, que confundió a Pablo Campodónico. El arquero dio un rebote que aprovechó Matías Aguirregaray, el coordinador del grupo que anoche paseó como quiso por la Feliz.

El equipo de Nelson Vivas tuvo sólo una merma en su rendimiento. Fue después del 1-0. Retrasó sus líneas y la defensa se confundió con algunos pelotazos cruzados. Neri Bandiera pudo convertir tras un quedo de Juan Foyth y el mismo delantero remató dentro del área en una jugada que Facundo Tello determinó penal. La jugada fue muy dudosa y a primera vista pareció que la pelota pegó en la espalda del lateral. Hoy en día son jugadas que dejan a libre interpretación de los árbitros. Penal y gol de Jonathan Galván, a los 25 minutos, para igualar un partido que parecía tener un claro dominador.

El empate no frenó al Pincha, que siguió apostando a las corridas por las bandas. Hasta que con la fórmula que más rédito le dio en ese primer tiempo llegó el segundo gol. Tras una falta al Vasco Aguirregaray, que corajeó por la derecha, llegó un centro letal de Dubarbier, dañino como un misil, que se clavó en el palo derecho de Campodónico, que al igual que en primer gol no ofreció respuestas claras. La pelota pareció que la cabeceó Schunke, pero todo el gol fue para el lateral izquierdo.

El segundo tiempo comenzó de la mejor manera para el Pincha: con otro gol de Aguirregaray, esta vez demostrando una destreza envidiable. Media chilena dentro del área luego de una pelota parada ganada por Estudiantes. Golazo, de los mejores del campeonato.

El 3-1 en el nacimiento del complemento fue la mejor noticia para los pibes de Vivas, que se relajaron aun más y minimizaron a su rival. Quite, toque, rotación y efectividad al mil. A los 25 minutos, luego de otra pelota parada llegó el cuarto gol, esta vez de cabeza de Bautista Cascini, el primero en Primera División.

Fue un monólogo lo que siguió del partido. El rombo del mediocampo formado por Ascacibar, Cascini y Damonte (ingresó en el segundo tiempo) se comió a Aldosivi, que intentó a su manera llegar hasta Mariano Andújar. No pudo en toda la noche armar una jugada como las planea su técnico Darío Franco.

En el final entró otro pibe de la delegación, Bautista Cejas, que con su velocidad casi llega a marcar el quinto. No pudo ser, pero poco le importó a los Estudiantes que anoche tuvieron una noche exitosa como tanto esperaba en este primer semestre.

El Pincha ganó, quedó a tiro de Boca y levantó la puntería en la previa del partido copero del próximo martes contra Barcelona. Ni fenómeno en el éxito, ni desastre en la derrota, este equipo se reinventó nuevamente y sigue su camino, que todavía no se sabe dónde y cómo terminará. Anoche se regaló un triunfo contundente que devolvió la “armonía” al grupo.

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