viernes, 26 de mayo de 2017

Se regaló una victoria y el pasaje a la Sudamericana

ESTUDIANTES DERROTO A BOTAFOGO 1-0. DISCRETO PARTIDO EN LA CANCHA DE QUILMES
Con gol de Solari logró un triunfo que tuvo un premio especial: el pasaporte a otra copa

Por MARTIN CABRERA COMENTARIO

En el último partido del año en la Copa Libertadores, Estudiantes consiguió un triunfo por 1-0 ante Botafogo para despedirse con una sonrisa y con el consuelo de haber conseguido el pasaporte a la actual Copa Sudamericana. El Pincha fue tercero en el grupo 1, a sólo un punto de los líderes, a quienes les ganó en las últimas dos fechas pero quienes lo perjudicaron cuando lo derrotaron en las fechas iniciales de la copa.
El partido fue chato, con pocas emociones y con resultado incierto hasta el final. Lo ganó el equipo de Nelson Vivas porque tuvo más ambición y ganas de sacarlo adelante, dejando en claro que quería y necesitaba el triunfo para conseguir el premio consuelo y mucho más al saber que en Medellín Atlético Nacional ganaba su partido. Entonces hizo lo suyo y tuvo premio.
En el primer tiempo Estudiantes fue dominó la pelota y el terreno. Sin brillar ni mostrar demasiados lujos y eficacias, le alcanzó para superar territorial a un rival muy pero muy tibio, que además de haber dejado a un par de jugadores titulares en Brasil dio la impresión que había venido a la Argentina con pocas ganas.
Bien Rodrigo Braña como primer pase, muy movedizo Juan Sebastián Verón, que estuvo en el medio, por derecha e izquierda. Corrió una barbaridad otra vez, como hace una semana en Guayaquil y como cuando le tocó jugar en Medellín y La Plata. Con 42 años y varias batallas en su lomo, todavía tiene un puñado de emociones para regalarles a los hinchas de Estudiantes.
El Pincha fue prolijo y ambicioso. No fue a atacar para buscar el triunfo, sabiendo que el empate le servía para su cometido final y para no regalarse a una contra del rival. Buscó con desbordes por derecha y por izquierda, en donde el colombiano Juan Otero no pudo nunca ganar en el mano a mano.
La apertura llegó a los 26 minutos, cuando Lucas Diarte, de los mejores en ese período, atacó por izquierda y lanzó un centro al corazón del área, en donde estaba Toledo. No pudo el delantero y tampoco Joel Carli, que desvió la pelota para atrás, por donde apareció, libre de marca, Augusto Solari. Gol y una cuota de tranquilidad para el local, que empezaba a alejar los fantasmas teniendo en cuenta que a esa altura ya ganaba Atlético Nacional en Medellín.
Poco cambió después del 1-0. Estudiantes siguió siendo el único protagonista del partido ante un rival que intentó adelantarse con una mejor recuperación en el medio, pero múltiples errores en el manejo de la pelota. Sólo una vez, a través de Joao Paulo pudo molestar a Mariano Andújar. El número 11 probó desde afuera del área y su remate se fue lejos.
El Pincha siguió dominando la pelota pero fue perdiendo frescura y sorpresa. Se lesionó Facundo Sánchez, Juan Otero tuvo una clara por derecha pero desvió su remate y la Brujita se empezó a cansar. Así se terminaron los primeros 45 minutos, con la alarma presente del triunfo en Colombia del Verdolaga.

LO AGUANTO Y FESTEJO

En el inicio del segundo tiempo Estudiantes tuvo una chance inmejorable para poner el 2-0 y casi que liquidar el partido, cuando Augusto Solari hizo una apilada por derecha, llegó al fondo de la cancha y metió un centro atrás para Toledo, que definió muy mal sobre el segundo palo de Gatito Fernández.
A continuación la visita intentó tener más movilidad. De hecho la tuvo, pero siempre lejos del arco de Andújar y sin el carácter que necesitaba para dar vuelta el marcador. En la medida que fueron pasando los minutos empezó a buscar con pelotazos cruzados al área Pincha. Algunos de ellos generaron algo de peligro, pero respondieron muy bien Bazzana y Desábato.
Estudiantes siguió controlando el partido, con la serenidad del 1-0 y Botafogo recién se liberó en los últimos minutos, cuando sus hinchas y sus dirigentes en el palco celebraron el 3-1 de Atlético Nacional sobre Barcelona, que le otorgaba la primera plaza del grupo aun perdiendo por la mínima.
Así fue llegando el final del partido, con el aliento de los hinchas y una sensación en el ambiente que Estudiantes pudo meterse en octavos al ver los niveles de los dos equipos que lo vencieron en las primeras dos fechas, cuando realmente se acabaron sus posibilidades. No pudo, le faltó sólo un punto y no podrá volver el tiempo atrás. Por suerte tendrá una rápida revancha en la Copa Sudamericana, una competencia que históricamente le fue esquiva. A partir del 2 de junio escribirá otro capítulo.

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