ESTUDIANTES DERROTO A BOTAFOGO 1-0. DISCRETO PARTIDO EN LA CANCHA DE QUILMES
Con gol de Solari logró un triunfo que tuvo un premio especial: el pasaporte a otra copa
Por MARTIN CABRERA COMENTARIO
En
el último partido del año en la Copa Libertadores, Estudiantes
consiguió un triunfo por 1-0 ante Botafogo para despedirse con una
sonrisa y con el consuelo de haber conseguido el pasaporte a la actual
Copa Sudamericana. El Pincha fue tercero en el grupo 1, a sólo un punto
de los líderes, a quienes les ganó en las últimas dos fechas pero
quienes lo perjudicaron cuando lo derrotaron en las fechas iniciales de
la copa.
El partido fue chato, con pocas emociones y con
resultado incierto hasta el final. Lo ganó el equipo de Nelson Vivas
porque tuvo más ambición y ganas de sacarlo adelante, dejando en claro
que quería y necesitaba el triunfo para conseguir el premio consuelo y
mucho más al saber que en Medellín Atlético Nacional ganaba su partido.
Entonces hizo lo suyo y tuvo premio.
En el
primer tiempo Estudiantes fue dominó la pelota y el terreno. Sin brillar
ni mostrar demasiados lujos y eficacias, le alcanzó para superar
territorial a un rival muy pero muy tibio, que además de haber dejado a
un par de jugadores titulares en Brasil dio la impresión que había
venido a la Argentina con pocas ganas.
Bien
Rodrigo Braña como primer pase, muy movedizo Juan Sebastián Verón, que
estuvo en el medio, por derecha e izquierda. Corrió una barbaridad otra
vez, como hace una semana en Guayaquil y como cuando le tocó jugar en
Medellín y La Plata. Con 42 años y varias batallas en su lomo, todavía
tiene un puñado de emociones para regalarles a los hinchas de
Estudiantes.
El Pincha fue prolijo y ambicioso.
No fue a atacar para buscar el triunfo, sabiendo que el empate le servía
para su cometido final y para no regalarse a una contra del rival.
Buscó con desbordes por derecha y por izquierda, en donde el colombiano
Juan Otero no pudo nunca ganar en el mano a mano.
La
apertura llegó a los 26 minutos, cuando Lucas Diarte, de los mejores en
ese período, atacó por izquierda y lanzó un centro al corazón del área,
en donde estaba Toledo. No pudo el delantero y tampoco Joel Carli, que
desvió la pelota para atrás, por donde apareció, libre de marca, Augusto
Solari. Gol y una cuota de tranquilidad para el local, que empezaba a
alejar los fantasmas teniendo en cuenta que a esa altura ya ganaba
Atlético Nacional en Medellín.
Poco cambió
después del 1-0. Estudiantes siguió siendo el único protagonista del
partido ante un rival que intentó adelantarse con una mejor recuperación
en el medio, pero múltiples errores en el manejo de la pelota. Sólo una
vez, a través de Joao Paulo pudo molestar a Mariano Andújar. El número
11 probó desde afuera del área y su remate se fue lejos.
El
Pincha siguió dominando la pelota pero fue perdiendo frescura y
sorpresa. Se lesionó Facundo Sánchez, Juan Otero tuvo una clara por
derecha pero desvió su remate y la Brujita se empezó a cansar. Así se
terminaron los primeros 45 minutos, con la alarma presente del triunfo
en Colombia del Verdolaga.
LO AGUANTO Y FESTEJO
En
el inicio del segundo tiempo Estudiantes tuvo una chance inmejorable
para poner el 2-0 y casi que liquidar el partido, cuando Augusto Solari
hizo una apilada por derecha, llegó al fondo de la cancha y metió un
centro atrás para Toledo, que definió muy mal sobre el segundo palo de
Gatito Fernández.
A continuación la visita
intentó tener más movilidad. De hecho la tuvo, pero siempre lejos del
arco de Andújar y sin el carácter que necesitaba para dar vuelta el
marcador. En la medida que fueron pasando los minutos empezó a buscar
con pelotazos cruzados al área Pincha. Algunos de ellos generaron algo
de peligro, pero respondieron muy bien Bazzana y Desábato.
Estudiantes
siguió controlando el partido, con la serenidad del 1-0 y Botafogo
recién se liberó en los últimos minutos, cuando sus hinchas y sus
dirigentes en el palco celebraron el 3-1 de Atlético Nacional sobre
Barcelona, que le otorgaba la primera plaza del grupo aun perdiendo por
la mínima.
Así fue llegando el final del
partido, con el aliento de los hinchas y una sensación en el ambiente
que Estudiantes pudo meterse en octavos al ver los niveles de los dos
equipos que lo vencieron en las primeras dos fechas, cuando realmente se
acabaron sus posibilidades. No pudo, le faltó sólo un punto y no podrá
volver el tiempo atrás. Por suerte tendrá una rápida revancha en la Copa
Sudamericana, una competencia que históricamente le fue esquiva. A
partir del 2 de junio escribirá otro capítulo.
www.eldia.com.ar
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