ANALISIS. ESTUDIANTES PERDIÓ CON LANÚS Y COMPLICÓ DEMASIADO SU CHANCE DE CLASIFICAR A LA LIBERTADORES 2018
Otro mal funcionamiento y resultados que no ayudaron. El plantel está fundido ¿Le alcanzará?
Por MARTIN CABRERA - ANALISIS
Estudiantes
volvió a perder un partido clave, de esos que duelen por las cosas que
están en juego. Pero claro, Lanús no es Olimpo, Unión ni San Martín de
San Juan. Es el último campeón, en su cancha y con el envión conseguido
en las últimas fechas. La derrota dolió el sábado, siguió ayer con los
triunfos de San Lorenzo y Banfield y puede prolongarse hasta hoy, cuando
se presente Racing.
El equipo de Nelson Vivas
no sólo que dio un paso atrás en la cancha granate, también dio un
retroceso importante en la tabla de posiciones, dejando de lado ese
quinto puesto que podría transformarse en séptimo si esta noche la
Academia se queda con los tres puntos en su partido contra Aldosivi como
local. No se vislumbra muy auspicioso el futuro, más allá de que hace
rato el auto había empezado a dar señales que funcionaba mal.
El
comienzo de la fecha mostró a Estudiantes en el quinto puesto con 47
puntos, a sólo uno de los terceros. El cierre del domingo lo dejó por
debajo y ya sin depender de sí mismo. Claro que todavía puede dar el
zarpazo de enhebrar una racha de tres triunfos para despedir la
temporada en línea de copa Libertadores, pero antes tendrá que recuperar
una parte de su buen nivel futbolístico.
Boca
ya está en la Libertadores 2018. River, a pesar de su derrota de ayer,
tiene el crédito abierto. Los tres puestos que faltan se los disputarán
Banfield, San Lorenzo, Newell’s, Estudiantes, Independiente y Racing.
Los equipos de Avellaneda tienen partidos pendientes, la Academia juega
hoy y el Rojo en la semana contra Defensa y Justicia.
Básicamente
al Pincha le juega a favor un fixture relativamente accesible
(Belgrano, Godoy Cruz y Quilmes) y que sus rivales todavía tienen que
enfrentarse entre sí. Pero claro, el principal rival de Estudiantes es
Estudiantes mismo. Equipos con menos presupuesto como Olimpo y Unión le
dieron un dolor de cabeza, más allá de que a los santafesinos pudo
derrotarlos. Lo mismo le había ocurrido el año pasado contra Defensa y
San Martín de San Juan.
El equipo está fundido.
Desde hace un tiempo hasta esta parte no juega bien, no da señales
desolidez y los resultados son más producto de la suerte que de una
consecuencia del proceso. Goleó 3-0 a Barcelona como visitante por la
Libertadores, un partido que si se hubiera encontrado en desventaja
hubiese sido diferente. Le ganó la fecha pasada a Unión, un pobre rival
que le generó 10 situaciones claras de gol. Su último gran esfuerzo lo
dio en el clásico contra Gimnasia. Después de ese partido no volvió a
ser el del inicio del semestre y mucho menos el del año pasado. Es que
en gran parte, hoy sigue en la pelea por ese formidable comienzo de
torneo, cuando estuvo puntero y hasta con ventaja con sus rivales, entre
ellos Boca, el que parece se encamina al título.
Parece
no alcanzarle el envión. Un torneo largo siempre termina perjudicando a
los equipos con poco recambio o los que carecen de jerarquía. Bastante
hizo Estudiantes con poco dinero, muchos juveniles y un presupuesto,
esta vez, no tan osado como años atrás.
El
mercado de pases no fue auspicioso. Se fueron Leandro González Pirez y
Carlos Auzqui, un recambio para la defensa y un corredor que muchas
veces rompía la monotonía. Pero básicamente perdió a Santiago Ascacibar,
el motor del equipo a quien la Sub 20, el torneo, el mundial y una
posible venta interrumpieron su crecimiento futbolístico. Sin el Ruso el
Pincha perdió mucho más que a un jugador, se quedó sin el alma, el que
marca, juega y le da velocidad al equipo. De igual manera le cabe a
Lucas Rodríguez.
Para colmo sufrió el mal de las
lesiones. En buena parte del semestre no tuvo en plenitud a Lucas
Viatri, Juan Otero, Israel Damonte y Juan Cavallaro. Este último, un
jugador tan necesario como el aire teniendo en cuenta que el equipo no
tiene a nadie que pueda hacer la pausa, poner un pase entre líneas o
rematar desde afuera del área. Con la superposición de partidos, el
declive se hizo más notorio. Hoy ya nadie lo puede ocultar.
Contra
Lanús jugó mal y perdió bien. Pero también es cierto que pudo empatar,
si Augusto Solari empujaba la pelota que desperdició debajo del arco, a
diez minutos del final. Lo mismo le había pasado en Bahía Blanca, cuando
Toledo y Aguirregaray desperdiciaron dos jugadas similares. Idéntico
panorama a lo sucedido en San juan y Banfield. Algunos le llaman
jerarquía.
La posibilidad de clasificar a la
Copa está, pero dependerá de varios factores, propios y ajenos. Luego
será tiempo de realizar un balance y otro análisis ¿tiene Estudiantes
potencial futbolístico para meterse otra vez en la Libertadores? ¿Tan
mal objetivo es asegurarse jugar la Sudamericana? ¿No se habrán mal
acostumbrado sus hinchas y tendrán la vara muy alta? Para todo esto
faltan tres fechas, 270 minutos y centenares de minutos de debate. Por
lo pronto, ahora tendrá un breve descanso y algunos días para poner la
cabeza en remojo.
www.eldia.com.ar
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