lunes, 5 de junio de 2017

Una fecha que devolvió al equipo a su realidad

ANALISIS. ESTUDIANTES PERDIÓ CON LANÚS Y COMPLICÓ DEMASIADO SU CHANCE DE CLASIFICAR A LA LIBERTADORES 2018
Otro mal funcionamiento y resultados que no ayudaron. El plantel está fundido ¿Le alcanzará?

Una fecha que devolvió al equipo a su realidad
El Pincha dio un paso en falso en la Fortaleza y complicó su objetivo

Por MARTIN CABRERA - ANALISIS

Estudiantes volvió a perder un partido clave, de esos que duelen por las cosas que están en juego. Pero claro, Lanús no es Olimpo, Unión ni San Martín de San Juan. Es el último campeón, en su cancha y con el envión conseguido en las últimas fechas. La derrota dolió el sábado, siguió ayer con los triunfos de San Lorenzo y Banfield y puede prolongarse hasta hoy, cuando se presente Racing.
El equipo de Nelson Vivas no sólo que dio un paso atrás en la cancha granate, también dio un retroceso importante en la tabla de posiciones, dejando de lado ese quinto puesto que podría transformarse en séptimo si esta noche la Academia se queda con los tres puntos en su partido contra Aldosivi como local. No se vislumbra muy auspicioso el futuro, más allá de que hace rato el auto había empezado a dar señales que funcionaba mal.
El comienzo de la fecha mostró a Estudiantes en el quinto puesto con 47 puntos, a sólo uno de los terceros. El cierre del domingo lo dejó por debajo y ya sin depender de sí mismo. Claro que todavía puede dar el zarpazo de enhebrar una racha de tres triunfos para despedir la temporada en línea de copa Libertadores, pero antes tendrá que recuperar una parte de su buen nivel futbolístico.
Boca ya está en la Libertadores 2018. River, a pesar de su derrota de ayer, tiene el crédito abierto. Los tres puestos que faltan se los disputarán Banfield, San Lorenzo, Newell’s, Estudiantes, Independiente y Racing. Los equipos de Avellaneda tienen partidos pendientes, la Academia juega hoy y el Rojo en la semana contra Defensa y Justicia.
Básicamente al Pincha le juega a favor un fixture relativamente accesible (Belgrano, Godoy Cruz y Quilmes) y que sus rivales todavía tienen que enfrentarse entre sí. Pero claro, el principal rival de Estudiantes es Estudiantes mismo. Equipos con menos presupuesto como Olimpo y Unión le dieron un dolor de cabeza, más allá de que a los santafesinos pudo derrotarlos. Lo mismo le había ocurrido el año pasado contra Defensa y San Martín de San Juan.
El equipo está fundido. Desde hace un tiempo hasta esta parte no juega bien, no da señales desolidez y los resultados son más producto de la suerte que de una consecuencia del proceso. Goleó 3-0 a Barcelona como visitante por la Libertadores, un partido que si se hubiera encontrado en desventaja hubiese sido diferente. Le ganó la fecha pasada a Unión, un pobre rival que le generó 10 situaciones claras de gol. Su último gran esfuerzo lo dio en el clásico contra Gimnasia. Después de ese partido no volvió a ser el del inicio del semestre y mucho menos el del año pasado. Es que en gran parte, hoy sigue en la pelea por ese formidable comienzo de torneo, cuando estuvo puntero y hasta con ventaja con sus rivales, entre ellos Boca, el que parece se encamina al título.
Parece no alcanzarle el envión. Un torneo largo siempre termina perjudicando a los equipos con poco recambio o los que carecen de jerarquía. Bastante hizo Estudiantes con poco dinero, muchos juveniles y un presupuesto, esta vez, no tan osado como años atrás.
El mercado de pases no fue auspicioso. Se fueron Leandro González Pirez y Carlos Auzqui, un recambio para la defensa y un corredor que muchas veces rompía la monotonía. Pero básicamente perdió a Santiago Ascacibar, el motor del equipo a quien la Sub 20, el torneo, el mundial y una posible venta interrumpieron su crecimiento futbolístico. Sin el Ruso el Pincha perdió mucho más que a un jugador, se quedó sin el alma, el que marca, juega y le da velocidad al equipo. De igual manera le cabe a Lucas Rodríguez.
Para colmo sufrió el mal de las lesiones. En buena parte del semestre no tuvo en plenitud a Lucas Viatri, Juan Otero, Israel Damonte y Juan Cavallaro. Este último, un jugador tan necesario como el aire teniendo en cuenta que el equipo no tiene a nadie que pueda hacer la pausa, poner un pase entre líneas o rematar desde afuera del área. Con la superposición de partidos, el declive se hizo más notorio. Hoy ya nadie lo puede ocultar.
Contra Lanús jugó mal y perdió bien. Pero también es cierto que pudo empatar, si Augusto Solari empujaba la pelota que desperdició debajo del arco, a diez minutos del final. Lo mismo le había pasado en Bahía Blanca, cuando Toledo y Aguirregaray desperdiciaron dos jugadas similares. Idéntico panorama a lo sucedido en San juan y Banfield. Algunos le llaman jerarquía.
La posibilidad de clasificar a la Copa está, pero dependerá de varios factores, propios y ajenos. Luego será tiempo de realizar un balance y otro análisis ¿tiene Estudiantes potencial futbolístico para meterse otra vez en la Libertadores? ¿Tan mal objetivo es asegurarse jugar la Sudamericana? ¿No se habrán mal acostumbrado sus hinchas y tendrán la vara muy alta? Para todo esto faltan tres fechas, 270 minutos y centenares de minutos de debate. Por lo pronto, ahora tendrá un breve descanso y algunos días para poner la cabeza en remojo.

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