A cinco días del debut en la Copa Sudamericana, Estudiantes toma nota
del rival y prepara la aclimatación a Potosí, donde el cuerpo técnico
de Gustavo Matosas hará su bautismo de fuego al frente del equipo.
De acuerdo a las informaciones que fueron llegando desde Bolivia, por
pedido de Carlos “Gatito” Leeb, los operarios de Nacional recibieron la
orden de dejar crecer el pasto del campo de juego del estadio Víctor
Agustín Ugarte, ubicado en la ciudad de Potosí a 3.900 metros sobre el
nivel del mar.
El Pincha llegará entre dos y tres horas antes del partido que se
jugará el próximo jueves y los jugadores deberán convivir con la presión
atmosférica y los efectos de la altura boliviana.
La estrategia de dejar el pasto alto busca generar un mayor desgaste
en los futbolistas, que ya de por sí estarán obligados a cambiar el aire
en los primeros quince minutos del encuentro. A diferencia de lo que
ocurre en la Argentina o en Europa, cuando varios equipos suelen mojar
la cancha para provocar un trámite futbolístico con traslado rápido del
balón, aquí se apunta más a jugar por arriba la pelota, apelando a los
efectos que pueda generar la altura.
Los pases cortos o en profundidad buscando asistir a los delanteros
se verán afectados con esta superficie, por lo que el cuerpo técnico de
Matosas deberá intensificar la idea de armar un equipo corto para
defenderse en bloque.
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