ANALISIS. LO QUE DEJÓ LA GOLEADA 3-0 CONTRA TEMPERLEY DEL ÚLTIMO SÁBADO
Bernardi les devolvió la confianza a los jugadores tras el paso de Matosas

Estudiantes, con Lucas
Bernardi como DT, mostró ante Temperley cosas interesantes que no habían
aparecido en otros encuentros del semestre
Por MARTIN CABRERA
No
hay que ser un erudito del fútbol para darse cuenta que Estudiantes
cambió tras la llegada de Lucas Bernardi. Así quedó en claro el domingo
en la cancha de Temperley: el equipo fue corto, simple, rápido y tuvo lo
que hasta hace un tiempo parecía imposible, opciones de gol.
“Entrenamos
algo en la semana que lo vimos en la cancha”, contó un jugador luego
del partido, explicando la importancia del factor anímico en el fútbol
de hoy. “Cuando llegamos al vestuario, en el entretiempo, nos dijo qué
iba a pasar en el segundo tiempo y eso sucedió”, agregó. En pocas
palabras, lo que está diciendo este futbolista es que el plantel
albirrojo le cree a Lucas Bernardi, sin misterios ni rodeos. Con poco,
aportó una bocanada de aire fresco.
Esta energía
positiva se empieza a desparramar por el Country y por cada rincón de
la ciudad en donde se hable de rojo y blanco, de la misma manera que los
silencios acompañaron el final de Nelson Vivas y la estadía del
uruguayo Gustavo Matosas.
El ciclo anterior fue
nocivo, cada día que pasa queda más claro. Falló la dirigencia en
contratarlo, ya que vino con métodos alejados al fútbol argentino, no
supo adaptarse y equivocó las formas. Tal vez en México no sea mal visto
que el entrenador use el celular en pleno entrenamiento: en Argentina
eso es inadmisible.
El plantel albirrojo le cree a Lucas Bernadi, sin misterios ni rodeos. Con poco, aportó una bocanada de aire fresco
Volviendo
al presente. El equipo volvió a jugar en un espacio de 30 metros. Entre
la defensa y los delanteros no hubo una estancia como antes. Bien los
centrales en los anticipos, el mediocampo corrió, raspó y jugó, y arriba
Gastón Fernández fue clave para abastecer de juego corto a los puntas,
que no fueron referencias de área sino que se movieron por los extremos y
el frente de ataque.
Es verdad que el rival le
dio todas las facilidades posibles y que no le será sencillo
encontrarlas en adelante. Pero es cierto que Estudiantes jugó seriamente
como hacía mucho tiempo no lo hacía. Sin ir muy lejos, los bolivianos
de Nacional también dieron ventajas y estos jugadores no supieron
aprovecharlas. Es un paso adelante que los hinchas deben disfrutar.
Bernardi
no es un revolucionario ni el dueño de la verdad, pero con gestos
simples, medidas firmes y sabiendo adaptar su plantel logró lo que hasta
hace poco tiempo era inviable: que Estudiantes vuelva a jugar bien al
fútbol, gane con autoridad y muestre individualidades en alto nivel.
Logró
lo que hasta poco tiempo era inviable: que Estudiantes vuelva a jugar
bien al fútbol, gane con autoridad y muestre individualidades en alto
nivel
Y un párrafo aparte para Rodrigo
Braña, un jugador que a los 38 años sigue siendo un ejemplo de
sacrificio. Fue el jugador que más corrió y el que se llevó los
aplausos, incluso más que las figuras del partido, Otero y la Gata. En
el final de su carrera, demostró que está más vigente que nunca y que su
continuidad en el plantel fue un acierto absoluto.
Ahora,
volviendo atrás, la goleada, el repunte futbolístico y la mejor
perspectiva no invalida las críticas que recibió el plantel y la
dirigencia semanas atrás. La llegada de Matosas fue un error, el mercado
de pases no fue el más feliz (desbalanceadas compras) y la eliminación
de la Copa Sudamericana fue un golpe muy duro que debió despertar más
autocrítica que venganza ideológica. Pero ya pasó y está claro que el
sábado empezó un nuevo capítulo.
De ahora en
adelante al equipo le quedan 9 fechas para seguir mejorando en lo físico
y futbolístico, para sumar puntos y mantenerse en el lote de los 10
primeros y prepararse de la mejor manera para la Copa Libertadores 2018,
en la cual los hinchas no piden levantar el trofeo, pero sí tener una
performance más alta que las últimas.
No era un
desastre el equipo que se quedó afuera contra Nacional de Paraguay ni es
una maravilla éste. Es un equipo con sobrada experiencia que empieza a
dar muestras de repunte luego de haberse tomado un impasse demasiado
largo.
ESA HERIDA QUE NO ESTA CICATRIZADA
Más
allá de que el triunfo trajo paz en el Mundo Estudiantes, para los
jugadores la salida de Gustavo Matosas todavía sigue siendo un capítulo
abierto. ¿Por qué? Porque cayó muy mal puertas adentro que hinchas,
periodistas y allegados sugirieran que le habían hecho la “cama” o que
no habían entregado todas sus energías para mantenerlo en el cargo.
Pues
bien, ya habló el Chapu Braña, Gastón Fernández y Mariano Andújar. Hoy
la palabra la tiene Leandro Desábato, que en conferencia de prensa
promete aclarar y contradecir muchas cosas. Será cuestión de escucharlo.
De
todos modos, es bueno aclararlo, Braña, Desábato, Andújar y Fernández,
lo mismo que Agustín Alayes ahora en su cargo gerencial, Leandro Benítez
(otra vez en Reserva) y el presidente Juan Sebastián Verón son ídolos
indiscutidos del Club y nada ni nadie podrá tacharlos. Pero les cabe las
generalidades de la ley y cuando las cosas no funcionan pueden ser
criticados, siempre que sea con fundamentos y respeto. De eso se trata
la democracia.
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