martes, 21 de noviembre de 2017

Cuándo fue que Estudiantes dejó de jugar como Estudiantes

EL PRESENTE MUESTRA LA PEOR VERSION DE UN EQUIPO QUE HACE UN AÑO ERA SENSACION
Desde el 19/11/2016 a la fecha ganó 17 partidos, empató 5 y perdió 16. De puntero absoluto a deambular por abajo
Cuándo fue que Estudiantes dejó de jugar como Estudiantes
EL EQUIPO QUE ENFRENTÓ EL 5/11/2017 A RIVER, ERA ÚNICO PUNTERO DEL TORNEO. HACE SÓLO UN AÑO 
Por MARTÍN CABRERA
Estudiantes hace ya un año que dejó de jugar como Estudiantes. Aquella frase de Diego Simeone del “cuchillo entre los dientes” que tanto pegó en los hinchas o quedó en el archivo. Al equipo le sacaron el cuchillo o se quedó sin dientes.
¿Qué pasó en el medio para que un plantel ganador, que mandaba con justicia en el fútbol argentino se haya convertido en lo visto el domingo en Tigre? Veamos...
Hace un año, el 19 de noviembre de 2016, Estudiantes le ganaba 1-0 a Colón de Santa Fe, resultado que le permitía seguir como único líder del torneo, con varios puntos de ventaja sobre San Lorenzo y varios más que Boca, quien luego sería el campeón.
Nelson Vivas, el técnico de aquel entonces, había logrado armar un equipo compacto, aguerrido en la mitad de la cancha, súper sólido en defensa y oportuno cada vez que pisaba el área. Era un equipo que identificaba a los hinchas en buen porcentaje. Podía ganar o empatar, pero jamás dejaba de lado el amor propio, la garra y el sacrificio.
Mariano Andújar era el arquero, igual que ahora, y la defensa presentaba a los siguientes cuatro jugadores: Facundo Sánchez, Jonatan Schunke, Leandro Desábado y Lucas Diarte o Matías Aguirregaray. Igual que ahora también. En el medio cuatro jugadores, Augusto Solari por derecha, una pareja de contención Israel Damonte y Santiago Ascacibar y Lucas Rodríguez por izquierda. Arriba, Carlos Auzqui y Lucas Viatri o Javier Toledo. Más tarde Ignacio Bailone.
Tenencia normal de pelota, ataque profundo y sostenido, laterales implacables y un mediocampo que no daba respiro. No había cambios sustanciales entre un partido y otro. En líneas generales, un conjunto sólido y confiable.
DE PUNTERO A UNO MÁS
Teniendo en cuenta que no se fueron tantos jugadores de aquel equipo que marchaba puntero del torneo 2016/17 y que encima llegaron varios en este mercado, resulta difícil entender qué pasó en un año para este presente tan apático y apagado, que tiene a Estudiantes e el puesto 18vo, sobre 28 equipos participantes.
Desde el 19/11 del año pasado a la actualidad jugó 38 partidos, con 17 triunfos, cinco empates y 16 derrotas. En el medio quedó eliminado en primera ronda de las copas Libertadores y Argentina, en octavos de la Sudamericana y marcha abajo en la Superliga. Su mejor y único motivo de orgullo fue haber sostenido el buen arranque del torneo pasado para alcanzar la clasificación a la próxima Libertadores.
De un día para el otro Vivas perdió el manejo del grupo, el plantel sufrió lesiones imprevistas, no llegaron grandes refuerzos (Dubarbier, Otero e Iritier) y algunos planteos dejaron dudas. Entonces empezó a decaer en el juego y la efectividad.
La debacle llegó en este segundo semestre. Todo mal hizo la dirigencia de fútbol, los jugadores y los técnicos elegidos. Alayes renunció y volvió ahora, Gustavo Matosas duró un rato y luego llegó Lucas Nardi, con poca aceptación popular, y los 10 refuerzos que llegaron siguen sin adaptarse. Es más, ya se habla que algunos podrían marcharse en este receso de verano.
Estudiantes no se parece a Estudiantes, desde hace unos meses. No tiene toda la culpa el DT, ni sólo los jugadores y tampoco la secretaría de fútbol en soledad. Todos son responsables y todos tendrán que recuperar la humildad para retomar el camino indicado. Hoy por hoy hay un recambio con gusto a poco pero doloroso.

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