
Por NICOLÁS LAMBERTI
Estudiantes
volvió a la victoria en cancha de Quilmes. El conjunto de Lucas
Bernardi, sin brillar pero con oficio, pudo hacerse con los tres puntos
por el gol de Jonathan Schunke de cabeza, luego de un buen tiro libre de
Fernando Zuqui que cayó en la cabeza del barbado defensor que desahogó
con un grito furioso a la hora del festejo.
Fue 1 a 0 para el
León, que tuvo algunos ratos de fútbol a partir de los esporádicos
encuentros que tuvieron el mencionado Zuqui y la Gata, pero que por
momentos cedió campo y pelota al rival, que no lo lastimó por algunas
impericias propias.
En un primer tiempo trabado, aspero y muy
cortado, Estudiantes manejó más la pelota que Argentinos Jrs pero no fue
lo suficientemente profundo como para poder quebrar.
El Bicho
comenzó mejor, con un poco más de decisión y siendo vertical, pero antes
del cuarto de hora, el conjunto de Bernardi le quitó el balón y asumió
el protagismo del encuentro.
Parado con un 4-2-3-1, con la Gata
detrás de Pavone, único referente de Ataque, el León buscó tejer juego
asociado pero lo logró en escaso pasajes del pleito. Cuando el
mencionado Fernández pudo inmiscuirse a las espeladas de los volantes
certales de Argentinos, fue cuando Estudiantes pudo construir algo
interesante en ofensiva.
Dos disparos de Marco Borgino y uno del
Tanque fueron las tres aproximaciones más claras que tuvo el albirrojo,
aunque en ninguna existió la precisión necesaria como para poder romper
el cero.
En detrimento de esto la más clara del primer acto fue
para los de Berti, que hasta entonces habían hecho poco y en nada en
ataque. A los 34 minutos Pisculichi se hizo cargo de un tiro libre y,
con un latigazo de zurda, hizo temblar el arco de Andújar estrellando la
pelota en el poste derecho.
En la jugada siguiente, todo el Bicho
pidió penal luego de otro tiro libre del mismo autor que dio en la mano
de Mariano Pavone quien se encontraba parado en la barrera albirroja.
El debutante Echavarria juzgó que era casual y dijo "siga, siga".
Los
equipos se fueron al vestuario habiendo protagonizado 45 minutos
discretos, en los que abundaron más los golpes y las protestas que el
buen juego.
ROMPIÓ EL CERO Y MEJORÓ UN POCO
En el complemento, con un gol temprano, el local ensayó una mejoría aunque no perduró demasiado.
En
la primera que tuvo, el León abrió el marcador después de una pelota
quieta. Fernando Zuqui la puso en la cabeza de Schunke y el defensor la
metió limpita contra el caño izquierdo del arco defendido por Chaves.
A
partir del gol, el Pincha pudo crecer un poco a partir del manejo del
mismo Zuqui, quien más tirado a la derecha asumió el rol de conductor y
empezó a juntarse más con la Gata.
Pero el Pincha no logró
sostener en el tiempo esta mejoría. Bernardi movió el banco, mandó a la
cancha a Damonte y Otero y decidió cederle el manejo al conjunto
visitante apostando más a la contra. Y los de Berti recogieron el guante
y empezaron a ahogar un poco al León merodéandole el área, moviendo la
pelota de lado a lado y buscando alguna fisura para poder herir.
Amparado
en el poder de recuperación del Chapu Braña, el Pincha se abroqueló en
el fondo y por momentos sufrió el control del rival que tampoco logró
ser tan incisivo. Sin embargo, pudo haber llegado a la igualdad con los
intentos de Batallini y Quiroga, pero ambos se fueron por encima del
travesaño.
Para los últimos minutos, el DT pincharrata mandó a la
cancha a Pablo Lugüercio para intentar estirar la ventaja, pero el
Payaso no entró prácticamente en juego.
Sin mucho más para
destacar se fue el juego en el Centenario y el Pincha pudo volver a la
victoria luego de un encuentro parejo ante un rival que venía en alza y
tuvo el oficio necesario para poder neutralizarlo.
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