EL 25 DE DICIEMBRE DE 1907 SE INAUGURÓ EL RECINTO DE 1 Y 57 CON UN FESTIVAL DE MÚSICA Y PELÍCULAS
En estas fiestas los
hinchas de Estudiantes levantaran sus copas y, en su mayoría, pedirán
por el regreso a su casa luego de casi 13 años
Mañana se cumplirán exactamente 110 años de que
Estudiantes tiene su cancha emplazada en los terrenos que se extienden
de la avenida 1 a calle 115 y de 55 a 57 / archivo diario EL DIA
El gran sueño de todos los que
conforman el mundo Estudiantes para el año próximo es regresar a su
estadio después de casi 13 años (se cumplirán en agosto del 2018). En
esta Navidad, que el Jorge Luis Hirschi celebra nada más y nada menos
que 110 años, los hinchas pincharratas levantarán sus copas pidiendo “la
vuelta a casa”.
Luego de la fundación, los primeros
dirigentes tenían como máximo objetivo construir un estadio que cumpla
con las exigencias de la Federación Argentina de Football (la antigua
AFA). La primera cancha funcionó en 19 y 51, la actual Plaza Malvinas,
pero la misma no cumplía con las reglas que imponía la federación y por
eso tuvo que buscar nuevos horizontes para emplazar su campo de juego.
Recorrido de dirigentes luego de varias refacciones / archivo EL DIA
Fue en ese momento cuando, por gestiones del
entonces presidente albirrojo Nazerio Roberts, el gobierno provincial le
cedió al club los terrenos de 1 y 57 en una zona ideal de la ciudad por
su cercanía a la estación de trenes (1 y 44). En esos terrenos, años
atrás, funcionaba el Velódromo.
La inauguración formal de la cancha fue el 25
de diciembre de 1907, aunque ese día no hubo fútbol, sino una gran
fiesta con bandas musicales en vivo y proyección de películas. El primer
encuentro fue una victoria pincharrata ante La Plata Fútbol Club por
2-1, en dónde los socios ingresaron gratuitamente con una tarjeta de
tela (oficiaba de carnet), mientras que el resto debió abonar una
entrada de 10 centavos.
En 1911, mientras el primer equipo se quedaba
con el torneo de Intermedia y el ascenso a la primera división de la
asociación argentina, se construyó una importante tribuna techada sobre
115 que amplió la capacidad del recinto.
Ya en 1912, más precisamente el 19 de mayo de
1912, jugó su primer encuentro como local en Primera con una caída por
2-1 ante su homónimo de Buenos Aires. Sin embargo, dicho partido fue
anulado porque Estudiantes promovió una escisión junto a GEBA y Porteño,
que dieron origen a la Federación Argentina de Football, organismo que
no fue reconocido por la FIFA en su momento pero que reunió a varios
clubes importantes.
El 12 de abril de 1931 el Pincha disputó su
último encuentro en su casa de la era amateur goleando 4-0 a Colegiales.
Al mes siguiente, el 31 de mayo, disputó el primer partido del
profesionalismo en 1 y 57 imponiéndose 3-0 a Talleres de Remedios de
Escalada.
JORGE LUIS HIRSCHI, CLAVE EN LA AMPLIACIÓN DEL ESTADIO
Con la llegada del
profesionalismo el estadio fue ampliado hasta llegar a una capacidad de
28.000 espectadores bajo la presidencia de Jorge Luis Hirschi, cuyo
nombre fue elegido para el estadio en 1970 por todo lo que hizo para la
modernización del mismo. Se incorporaron además una pileta de natación,
canchas de handball y de tenis, lo que convirtió a dicho lugar en el
corazón del club, ya que además se organizaban con frecuencia bailes y
eventos.
El 16 de noviembre de 1937 se inauguró un
moderno sistema de iluminación artificial: había siete grandes torres
metálicas, cuatro sobre 115 y tres sobre la avenida 1. Para estrenar la
luz, se disputó un partido amistoso con Peñarol de Montevideo, que quedó
en la historia como el primer partido de noche en dicho estadio.
A mediados de la década de 1940 se remodeló
la tribuna oficial para dotarla de una mejor visibilidad, pero veinte
años más tarde se incendió. A raíz de esto fue reemplazada por una nueva
tribuna techada de cemento que, si bien se le hicieron varias mejoras,
se mantuvo hasta la demolición de la cancha en 2007 y fue el “hogar” de
los históricos abonados a platea. Fue, además, el lugar de las cabinas
de transmisión para la prensa y cualquier visitante importante en algún
partido se ubicaba en dicha zona de la cancha.
Con esta configuración de tribunas,
Estudiantes obtuvo sus primeros títulos en el profesionalismo. En 1967
ganó el Campeonato Metropolitano, el primer equipo fuera de los “cinco
grandes” en obtener un título profesional, y en los tres años siguientes
se hizo dueño del continente en tres ocasiones con las Copas
Libertadores, fue campeón del mundo e interamericano.
La única conquista que pudo festejar en 1 y
57 fue la Libertadores de 1969, cuando venció el 22 de mayo en la
segunda final a Nacional de Uruguay por 2-0 con goles de Flores y
Conigliaro y, gracias a la victoria en Uruguay la semana anterior, se
coronó como bicampeón continental aquella noche.
A fines de los años 1960, y mientras el
Pincha crecía a pasos agigantados gracias a los logros del equipo
comandado por Osvaldo Zubeldía, se reservó parte de la tribuna sobre la
avenida 1 para platea, ya que antes era todo popular.. La modificación
exigió retirar la columna de iluminación que desde 1937 estaba a la
altura de la mitad del campo y que iluminaba gran parte del campo de
juego.
EL 2002 COMENZÓ EL SUEÑO DEL ESTADIO DE CEMENTO
A comienzos del siglo XXI, más
precisamente en 2002, empezó a construirse una tribuna de cemento armado
detrás de las cabecera de tablones de calle 55 que siempre ocupaba la
parcialidad local. Sin embargo, las obras debieron suspenderse por un
litigio con las autoridades municipales que no se resolvió hasta 2006 y
que, por esos años, provocaron que los hinchas de Estudiantes realicen
decenas de movilizaciones a favor de la construcción de la nueva cancha.
El 28 de agosto de 2005 le ganó 1-0 a
Gimnasia en 1 y 57 con gol de José Luis Calderón en el segundo tiempo y,
sin saberlo en ese momento, fue el último encuentro en ese estadio. La
caída de un tablón, en la que una hincha albirroja terminó herida, hizo
que clausuraran la cancha y el Pincha comenzó su excursión por distintos
estadios. La cancha de GImnasia, el Centenario de Quilmes, el Ciudad de
La Plata, el Cilindro de Avellaneda y el recinto de Arsenal fueron los
lugares que utilizó en estos últimos doce años.
Entre julio y agosto del 2007 se desmontaron
las tribunas de tablones y se demolió la platea oficial. Al año
siguiente se ratificó un acuerdo con la Municipalidad para construir el
nuevo estadio. Sin embargo, los trabajos volvieron a verse afectados por
diferencias con organizaciones ambientales que obtuvieron un amparo
judicial. Finalmente, en junio de 2011 se alcanzó un acuerdo que
permitió reanudar definitivamente la construcción y, con la presidencia
de Enrique Lombardi, las obras estructurales comenzaron a avanzar a un
ritmo más rápido.
¿EL 2018 SERÁ FINALMENTE EL AÑO?
Luego de varias idas y vueltas, y
tras varios años de promesas, el 2018 parece ser el año en que
Estudiantes volverá a ser local en el Jorge Luis Hirschi. El préstamo de
Goldmax por 12 millones de dólares le permitirá a la dirigencia
pincharrata terminar con algunos trabajos claves (como el campo de
juego, la iluminación, el techo de calle 1, entre otros) para poder
volver a jugar oficialmente.
“Volver a jugar a jugar en 1 y 57 sería el
mejor premio para el próximo año”, indicó Leandro Desábato en la
entrevista que publicó ayer este diario, dejando en claro cuál es el
deseo de todas las personas que integran el mundo Estudiantes.
www.eldia.com.ar
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