PERDIÓ 1-0 CON BOCA CON UN GOL A FALTA DE 15 MINUTOS
Estudiantes pagó su falta de contundencia y se quedó sin nada
El Pincha jugó un buen primer tiempo y tuvo tres chances claras de convertir. Pero no pudo y fue letal
Sánchez lucha ante Fabra en la banda derecha del León. El pincha no supo aprovechar su momento y lo pagó con la derrota
Estudiantes
no pudo cerrar el año con el envión ganador de las últimas fechas. En
cancha de Quilmes, contra el puntero Boca, perdió 1-0 culpa de su falta
de contundencia, oficio y algo de mala suerte en el área rival. Se quedó
con las manos vacías justo en la última fecha del año, un 2017 que no
será recordado como de los mejores, sino más bien opaco.
El
equipo de Lucas Bernardi le dio batalla al mejor equipo argentino del
año pero sus propias limitaciones lo dejaron con las manos vacías,
cuando por lo realizado dentro del campo hizo méritos como para quedarse
con algo más. La suerte de uno y las limitaciones de otro, la postal de
la última función del año.
En los primeros 45
minutos Estudiantes tuvo mayor iniciativa. Presionó en la salida de Boca
con Rodrigo Braña e Iván Gómez y por eso buena parte de ese período se
jugó en campo visitante. Por momentos el Pincha no lo dejó hacer nada,
mostrando limitaciones en la defensa y mucho más por el lado derecho, en
donde Gino Peruzzi la pasó mal. También a la hora del ingreso de
Santiago Verigni por el lesionado Paolo Goltz.
Lo
buscó, por las bandas con Carlo Lattanzio como abanderado y con algunas
proyecciones de Ruiz Díaz por la derecha. Estuvo cerca y por momentos
lo mereció, sobretodo cuando Mariano Pavone erró un gol increíble debajo
del arco de cabeza, o cuando el propio Tanque definió en el primer palo
y la pelota la tomó Agustín Rossi, tras el rebote en el palo.
Igualmente
la más clara la tuvo Lucas Rodríguez a los 3 minutos de comenzado el
partido. Fue un contragolpe letal por la izquierda que salvó el arquero.
Y en la jugada siguiente una supuesta mano de Goltz despertó la
polémica de la noche. En el estadio quedaron dudas, pero la tele mostró
que no debió sancionar penal Fernando Espinoza. Claro, el árbitro tuvo
movimientos tan lentos que hizo explotar a la gente.
Estudiantes
puso ganas y le hizo pasar algunos sobresaltos al puntero del
campeonato, con jugadas elaboradas y muchísimos centros con pelota
parada. Pero también es cierto que cuando Boca pasó la barrera de la
mitad de la cancha demostró que está un par de escalones por delante.
Nandez, Pavón y el pibito Vadalá jugaron a otra velocidad. Antes de los
10 minutos fue el uruguayo Nandez quien remató desde afuera para hacer
revolcar a Mariano Andújar y cerca del final Guido Vadalá tuvo el gol
tras un buen desborde de Frank Fabbra por la derecha: la tiró afuera de
manera increíble.
El segundo tiempo fue
más luchado. Estudiantes siguió ahogando y marcando a Pablo Pérez (en
esa función Braña fue el más destacado), el jugador más peligroso de
Boca según las palabras de Bernardi entre semana. Tácticamente de alguna
manera dominó el partido, pero siguió padeciendo esa falencia ofensiva,
ese poco peso o la falta de astucia para definir.
Pero
con el correr de los minutos el Pincha empezó a sentir el rigor físico.
Lattanzio y Ruiz Díaz bajaron la intensidad, hasta Bernardi mandó al
campo a Fernando Zuqui, que en su primera oportunidad desperdició una
jugada con destino de gol, al rematar débil y decididamente desviado el
balón desde buena posición.
A los 20
minutos tuvo otra vez una chance muy clara el Pincha. Fue tras un córner
al segundo palo, cabeceó al medio Campi y Pavone no pudo darle fuerza a
la pelota, que fue a las manos del arquero Rossi, estático debajo de
los tres palos. Estudiantes no pudo en toda la noche sacarle más jugo a
la pelota parada, lo que en otros años fue su caballo de batalla. Así se
evidenció una falta de trabajo que lo está pagando caro.
Todo
lo que desperdició el Pincha en sus aproximaciones fue opuesto a la
cosecha de Boca, que en una salida de un córner desde la izquierda le
quedó la pelota a Barrios desde afuera del área. Le pegó con fuerza y la
pelota pudo ser desviada por Braña, que le pifió, lo confundió a
Andújar y la pelota se clavó junto al palo. Gol y aunque haya dejado un
dejo de injusticia, al fútbol se gana con goles y Estudiantes no supo
hacerlos.
En el final lo intentó buscar
con más ganas que fútbol, pero claro, si no había podido cuando el
partido le era favorable menos le iba a caer la carta ganadora en
desventaja. Con bronca e injusticia pero con la tranquilidad de haber
dado todo, Estudiantesn dio todo hasta el último minuto, incluso en los
cinco adicionados. No pudo, no supo y por eso lo pagó demasiado caro.
Barajar de dar de nuevo porque para pelear campeonatos y la Libertadores
necesitará jerarquía. Hoy tiene.
www.eldia.com.ar
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