LEANDRO DESÁBATO, A SOLAS CON ESTE MEDIO, PARA HACER UN BALANCE DE 2017 Y TRAZAR OBJETIVOS PARA EL AÑO PRÓXIMO
A fondo con el capitán del Pincha, quien como nunca se involucra en el proyecto futbolístico e institucional
Antes de irse de
vacaciones a su Cafferata natal, Leandro Desábato atendió a este medio
en el Country, para hablar de lo movido que resultó 2017, de las
versiones por una mala relación con Gustavo Matosas, la llegada de Lucas
Bernardi, su futuro en el fútbol, el proyecto Estudiantes y sus
objetivos para el año que viene. Avisó que si el equipo se clasifica a
cuartos de final de la Libertadores renovará por un año más y dejó una
frase resonante: “Volver a 57 y 1 es más importante que la Copa”. Una
entrevista de pasado, presente y futuro.
Dos sillas debajo de un árbol contextualizan
el encuentro. Hay sol y hace calor en City Bell. La charla se realiza
cerca de la pileta y pasan varios jugadores de inferiores. Todos se
detienen para saludarlo. Él los llama por su nombre y les pregunta cómo
están. Habla un rato con cada uno. Se involucra y luego comenta con el
periodista. Entonces sí, se recuesta y empieza a recorrer un año lleno
de matices.
-¿Qué balance hacés del año?
-Primero que fue un año largo y no resultó
muy fácil. Arrancamos haciendo una pretemporada en Estados Unidos,
jugando la Copa Libertadores. Después se fueron muchos jugadores
importantes para nosotros y nos clasificamos a otra copa. Creo que al
año hay que partirlo en dos, la primera parte fue muy buena y después de
junio en adelante fue un poco dificultoso con varias cosas anormales,
extrafutbolísticas, a las que no estábamos acostumbrados. En el medio,
además, hubo un recambio de autoridades, un mercado de pases, vino un
entrenador y se fue a los pocos meses, llegó Lucas Nardi y duró dos
días, pasó el Chino (Benítez) y ahora Lucas Bernardi. Creo que ahora
estamos, de a poco, buscando una idea y encontrando un equipo con
identidad. Los dos triunfos consecutivos nos dieron mayor tranquilidad y
nos dejaron un poco mejor en la tabla pensando en la clasificación a
las copas. Ahora estamos de vacaciones buscando recargar las pilas para
el próximo semestre, que no llegará ni a ser un semestre sino cuatro
meses muy intensos.
-¿Fue más desgastante para los referentes?
-Puede ser, pero en todos los equipos pasa lo
mismo: cuando las cosas no funcionan se le apunta más a los jugadores
más experimentados y me parece bien porque no podés recargar todo en un
pibito que recién empieza. De mi parte mantuve la tranquilidad porque
con trabajo y humildad se puede salir adelante. Por suerte con la
llegada de Bernardi se empezó a enderezar el rumbo buscando una idea.
Obviamente que falta un montón pero vamos bien.
-¿En algún momento del año pensaste dejar el fútbol?
-Y… puede ser que en algún momento me sentí
más agotado pero nunca se me cruzó eso por la cabeza. A lo largo de mi
carrera tuve varios momentos así y con trabajo pude salir adelante. Esta
vez no fue la excepción. El otro bajón había sido en 2013 y nos
recuperamos al punto de jugar dos Libertadores y estar clasificados a
otra.
-¿La que viene será tu última pretemporada?
-Es muy probable. No me gusta hablar de
fechas, pero con seguridad sí. Lo dije siempre: quiero retirarme en este
Club. No me gusta entrenar un día sí y otro no, siempre di el máximo.
Por eso quiero dejar la actividad de la misma manera que la transité: a
full. No me quiero aventurar a decir algo porque quiero ser coherente y
sé que a esta edad una lesión te deja afuera. Además está la Copa
Libertadores, en la cual si pasás de fase podés terminar en el segundo
semestre. Pero no veo un futuro muy lejano, si no es en junio será en
octubre o noviembre. Quiero terminar la copa con Estudiantes.
-¿Un objetivo que te queda con Estudiantes es volver a jugar en 57 y 1?
-Puede ser. Tuve la suerte de jugar y ganar
todo con esta camiseta. E incluso jugué las finales de todos los
torneos, algunos ganarlos y otros perderlos. También tuve la suerte de
jugar con un futbolista como (Juan Sebastián) Verón y con otros amigos.
Jugar en 57 y 1 otra vez puede ser un lindo objetivo para el cierre de
mi carrera.
-¿Por dónde pasan tus motivaciones hoy en día?
-Venir al entrenamiento y sentirme que estoy
bien. Entrenarme a la par de los pibes y dar lo máximo, eso ya me hace
sentir bien. Y ni hablar si te toca jugar el domingo y el equipo gana.
Eso es lo más lindo. Si ganamos y me toca jugar, mucho mejor. Uno va
jugando con ese fuego sagrado, de competir, de querer estar y de buscar
un poquito más. Está bueno que los pibes te vean y se contagien
-¿Y los récords?
-Sé que si juego unos partidos más lo puedo
alcanzar a Miguel Russo y si hago un gol lo paso a Pablito Quatrocchi
que es el defensor más goleador. Siempre están los incentivos, pero no
quiero pensar tanto en lo individual sino en lo grupal. Si el equipo
anda bien me va a llevar a cumplir los otros objetivos. Cuando andamos
mal me angustio y me duelen mucho las críticas porque soy el primero que
quiere revertir la situación. De eso trato de hablarles día a día a los
más pibes. En eso Estudiantes es distinto, lo pueden decir todos los
chicos que han venido desde afuera.
-Hace dos meses llamaste a una conferencia de prensa. ¿Por qué estabas tan enojado?
-Estaba enojado porque en la salida de
(Gustavo) Matosas se dijeron muchas cosas que no eran cierto. Por un
lado estaba molesto porque los periodistas que vienen siempre al Country
no contaron lo que veían: que siempre me entrené al máximo, que nunca
le falté el respeto a nadie y que nunca puse mala cara por ser suplente.
No me tienen que elogiar porque es mi obligación, pero se dijeron
tantas cosas mías y de otros compañeros que me molestaron porque
descalificaron a las personas. La persona está sobre todo y nuestra
honorabilidad va a perdurar cuando dejemos de jugar al fútbol. Yo me
considero una buena persona. Nunca haría una cosa así con un técnico y
mucho menos en este club. El tiempo puso todo en su lugar. Después de
Matosas vino (Lucas) Bernardi, jugué los primeros dos partidos me tocó
andar bien y volví al banco de suplentes porque el técnico quería ver a
otro muchacho en mi lugar. Después volví para las últimas fechas y
considero que me tocó andar bien. No hubo problema. En síntesis, no me
molesta que digan que estoy chueco, que gano menos de cabeza o todo lo
que sea futbolístico, no tolero las críticas que se meten con la
intimidad del jugador o del grupo. Por eso llamé a la conferencia de
prensa, para aclarar lo que la prensa no hizo. Ya pasó, pero no está
bueno ir a la carnicería o la casa de un amigo y me digan “Chavo, así
que no lo quieren al técnico”. Dar esas explicaciones me angustiaba
mucho.
-¿Por qué se arma tanto revuelo cuando un jugador como Desábato tiene que ir al banco de suplentes?
-Porque como soy un jugador grande la prensa y
parte de los hinchas creen que voy a hacer quilombo. Pero no es así. Lo
dije en su momento: estoy en el club donde quiero estar. He tenido, en
su momento, la chance de irme y no quise. Me gustaría que le pregunten a
los técnicos que tuve qué clase de jugador soy. Me exijo en el día a
día y obviamente que quiero jugar. Pero me tocó ir al banco, con Matosas
y Bernardi, y no tuve problemas. No hay secretos.
- Dijeron ustedes que Matosas no era
el técnico que necesitaba Estudiantes. ¿Alguna vez hablaste con él, le
dijiste lo que no te gustaba?
-Lo que digo es que no era su momento. No lo
juzgo si es bueno o no, simplemente digo que no era el técnico que
necesitábamos para este momento. Veníamos trabajando con técnicos
generacionalmente jóvenes y con una manera de entrenamiento diferente a
la suya. Eran técnicos que trabajaban en campo, que les hablaban a los
más jóvenes y se enfocaban en los pibes del club, que son lo más
importante que tenemos. Necesitábamos un técnico que corrija los
errores, que estuviera más encima nuestro, pero no era su manera.
Entonces se hizo todo más dificultoso, se sufrió y la realidad estaba a
la vista: el equipo no jugaba a nada. Lo decían todo. Pero después se
llega a esa última fecha, que no juego porque estoy en el banco, y la
culpa era mía. Nunca tuve una discusión con él.
-¿Lo más positivo del año fue haber clasificado a la próxima Copa Libertadores?
-Sí, y haber vendido por 17 millones de
euros. Porque todo el mundo habla de lo que pasa hoy y lo que podría
pasar, pero pocos miran para atrás. Nosotros, e incluyo al plantel, a
nuestro mánager Alayes y nuestro presidente, fuimos muy cuestionados el
último tiempo, pero pocos ven que clasificamos a tres Libertadores y
salimos en dos torneos segundos. Es muy difícil eso. Es verdad que no
nos dio para salir campeón, pero estuvimos ahí. Y llegamos a jugar en
este semestre con siete jugadores menos porque se fueron Foyth,
Ascacibar, Aguirregaray, Solari, Cavallaro, Viatri y Toledo, que fueron
muy importantes. Llegaron otros, es verdad, pero mantenemos un
presupuesto bajo y estamos haciendo una cancha. ¿Decime qué club del
fútbol argentino hizo una cancha en los últimos años? Todos queremos
volver a 1 y 57, tener planteles competitivos, pelear torneos. Es muy
difícil abarcar todo, no se puede. Por suerte estamos bien
financieramente. Muchas veces se ve sólo lo malo y nunca lo bueno. No se
valora todas las cosas que se están haciendo. Nuestra responsabilidad
es hacérselo saber a los más chicos y mostrarles las cosas buenas.
-¿Por qué el Club tuvo que vender a los juveniles? ¿No se podía arreglar con una sola venta?
-Porque no podés hacer nada ante semejantes
ofertas. Es una realidad de nuestro fútbol. Lo de Juan (Foyth) fue
increíble porque jugó apenas siete partidos. Lo que pasa es que lo
venían siguiendo desde hacía un tiempo y al jugar esos partidos se
aceleró todo. ¿Cómo hacés para no vender a jugador por 12 millones de
euros? Hubiese sido muy bueno que se queden él, el Ruso, Correa,
Carrillo, Jara, Rulli, Silva. Pero el fútbol argentino está complicado,
con una AFA quebrada, que le hace muy difícil a los clubes sostener
planteles. Mantener semejante club es costoso y tantísimas cosas se
hacen bien. A veces no se muestran y todo se reduce a la suerte que
tengan los once que entran a la cancha. No tengo dudas que ya van a
volver las épocas dulces como las del 2006, 2010 y las de hace muy poco
tiempo.
-¿Cuánto incluyó en ustedes la salida momentánea de Alayes de la secretaría técnica?
-Mucho. Que se haya ido él, que venga un
técnico y se tenga que ir a los pocos meses, lo que pasó con Nardi, la
eliminación de la Copa Argentina. Lo que pasó en los últimos seis meses
en Estudiantes no se habían vivido ni en diez años. No es una excusa,
pero fueron cosas que enrarecieron el clima. Estuvo todo raro, es así,
lo sentíamos y lo sentían los de afuera. Por suerte desde hace un par de
meses todo se tranquilizó y no tengo dudas que en el futuro las cosas
seguirán por esta senda. Lamentablemente en toda esta transición tuvimos
que competir y se nos exigen resultados. Estudiantes está bien y es
impresionante lo que ha crecido. Si lo comparo con el que conocí en el
’97 es otro Club, no tengo dudas. Y lo más importante es que todo esto
vino para quedarse.
“ Vamos a dejar todo para hacer una buena Copa Libertadores, que no significa que vamos a ganarla, sino a pelearla”
“ La realidad es que hoy me siento bien, disfruto el día a día. Cuando lo empiece a perder me daré cuenta y me retiraré”
www.eldia.com.ar
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