sábado, 23 de diciembre de 2017

“Volver a 57 y 1 sería el mejor premio para el próximo año”

LEANDRO DESÁBATO, A SOLAS CON ESTE MEDIO, PARA HACER UN BALANCE DE 2017 Y TRAZAR OBJETIVOS PARA EL AÑO PRÓXIMO
A fondo con el capitán del Pincha, quien como nunca se involucra en el proyecto futbolístico e institucional

“Volver a 57 y 1 sería el mejor premio para el próximo año”

El capitán pincharrata no se guardó nada en un encuentro exclusivo con este diario en vísperas de la Navidad

Antes de irse de vacaciones a su Cafferata natal, Leandro Desábato atendió a este medio en el Country, para hablar de lo movido que resultó 2017, de las versiones por una mala relación con Gustavo Matosas, la llegada de Lucas Bernardi, su futuro en el fútbol, el proyecto Estudiantes y sus objetivos para el año que viene. Avisó que si el equipo se clasifica a cuartos de final de la Libertadores renovará por un año más y dejó una frase resonante: “Volver a 57 y 1 es más importante que la Copa”. Una entrevista de pasado, presente y futuro.
Dos sillas debajo de un árbol contextualizan el encuentro. Hay sol y hace calor en City Bell. La charla se realiza cerca de la pileta y pasan varios jugadores de inferiores. Todos se detienen para saludarlo. Él los llama por su nombre y les pregunta cómo están. Habla un rato con cada uno. Se involucra y luego comenta con el periodista. Entonces sí, se recuesta y empieza a recorrer un año lleno de matices.
-¿Qué balance hacés del año?
-Primero que fue un año largo y no resultó muy fácil. Arrancamos haciendo una pretemporada en Estados Unidos, jugando la Copa Libertadores. Después se fueron muchos jugadores importantes para nosotros y nos clasificamos a otra copa. Creo que al año hay que partirlo en dos, la primera parte fue muy buena y después de junio en adelante fue un poco dificultoso con varias cosas anormales, extrafutbolísticas, a las que no estábamos acostumbrados. En el medio, además, hubo un recambio de autoridades, un mercado de pases, vino un entrenador y se fue a los pocos meses, llegó Lucas Nardi y duró dos días, pasó el Chino (Benítez) y ahora Lucas Bernardi. Creo que ahora estamos, de a poco, buscando una idea y encontrando un equipo con identidad. Los dos triunfos consecutivos nos dieron mayor tranquilidad y nos dejaron un poco mejor en la tabla pensando en la clasificación a las copas. Ahora estamos de vacaciones buscando recargar las pilas para el próximo semestre, que no llegará ni a ser un semestre sino cuatro meses muy intensos.
-¿Fue más desgastante para los referentes?
-Puede ser, pero en todos los equipos pasa lo mismo: cuando las cosas no funcionan se le apunta más a los jugadores más experimentados y me parece bien porque no podés recargar todo en un pibito que recién empieza. De mi parte mantuve la tranquilidad porque con trabajo y humildad se puede salir adelante. Por suerte con la llegada de Bernardi se empezó a enderezar el rumbo buscando una idea. Obviamente que falta un montón pero vamos bien.
-¿En algún momento del año pensaste dejar el fútbol?
-Y… puede ser que en algún momento me sentí más agotado pero nunca se me cruzó eso por la cabeza. A lo largo de mi carrera tuve varios momentos así y con trabajo pude salir adelante. Esta vez no fue la excepción. El otro bajón había sido en 2013 y nos recuperamos al punto de jugar dos Libertadores y estar clasificados a otra.
-¿La que viene será tu última pretemporada?
-Es muy probable. No me gusta hablar de fechas, pero con seguridad sí. Lo dije siempre: quiero retirarme en este Club. No me gusta entrenar un día sí y otro no, siempre di el máximo. Por eso quiero dejar la actividad de la misma manera que la transité: a full. No me quiero aventurar a decir algo porque quiero ser coherente y sé que a esta edad una lesión te deja afuera. Además está la Copa Libertadores, en la cual si pasás de fase podés terminar en el segundo semestre. Pero no veo un futuro muy lejano, si no es en junio será en octubre o noviembre. Quiero terminar la copa con Estudiantes.
-¿Un objetivo que te queda con Estudiantes es volver a jugar en 57 y 1?
-Puede ser. Tuve la suerte de jugar y ganar todo con esta camiseta. E incluso jugué las finales de todos los torneos, algunos ganarlos y otros perderlos. También tuve la suerte de jugar con un futbolista como (Juan Sebastián) Verón y con otros amigos. Jugar en 57 y 1 otra vez puede ser un lindo objetivo para el cierre de mi carrera.
-¿Por dónde pasan tus motivaciones hoy en día?
-Venir al entrenamiento y sentirme que estoy bien. Entrenarme a la par de los pibes y dar lo máximo, eso ya me hace sentir bien. Y ni hablar si te toca jugar el domingo y el equipo gana. Eso es lo más lindo. Si ganamos y me toca jugar, mucho mejor. Uno va jugando con ese fuego sagrado, de competir, de querer estar y de buscar un poquito más. Está bueno que los pibes te vean y se contagien
-¿Y los récords?
-Sé que si juego unos partidos más lo puedo alcanzar a Miguel Russo y si hago un gol lo paso a Pablito Quatrocchi que es el defensor más goleador. Siempre están los incentivos, pero no quiero pensar tanto en lo individual sino en lo grupal. Si el equipo anda bien me va a llevar a cumplir los otros objetivos. Cuando andamos mal me angustio y me duelen mucho las críticas porque soy el primero que quiere revertir la situación. De eso trato de hablarles día a día a los más pibes. En eso Estudiantes es distinto, lo pueden decir todos los chicos que han venido desde afuera.
-Hace dos meses llamaste a una conferencia de prensa. ¿Por qué estabas tan enojado?
-Estaba enojado porque en la salida de (Gustavo) Matosas se dijeron muchas cosas que no eran cierto. Por un lado estaba molesto porque los periodistas que vienen siempre al Country no contaron lo que veían: que siempre me entrené al máximo, que nunca le falté el respeto a nadie y que nunca puse mala cara por ser suplente. No me tienen que elogiar porque es mi obligación, pero se dijeron tantas cosas mías y de otros compañeros que me molestaron porque descalificaron a las personas. La persona está sobre todo y nuestra honorabilidad va a perdurar cuando dejemos de jugar al fútbol. Yo me considero una buena persona. Nunca haría una cosa así con un técnico y mucho menos en este club. El tiempo puso todo en su lugar. Después de Matosas vino (Lucas) Bernardi, jugué los primeros dos partidos me tocó andar bien y volví al banco de suplentes porque el técnico quería ver a otro muchacho en mi lugar. Después volví para las últimas fechas y considero que me tocó andar bien. No hubo problema. En síntesis, no me molesta que digan que estoy chueco, que gano menos de cabeza o todo lo que sea futbolístico, no tolero las críticas que se meten con la intimidad del jugador o del grupo. Por eso llamé a la conferencia de prensa, para aclarar lo que la prensa no hizo. Ya pasó, pero no está bueno ir a la carnicería o la casa de un amigo y me digan “Chavo, así que no lo quieren al técnico”. Dar esas explicaciones me angustiaba mucho.
-¿Por qué se arma tanto revuelo cuando un jugador como Desábato tiene que ir al banco de suplentes?
-Porque como soy un jugador grande la prensa y parte de los hinchas creen que voy a hacer quilombo. Pero no es así. Lo dije en su momento: estoy en el club donde quiero estar. He tenido, en su momento, la chance de irme y no quise. Me gustaría que le pregunten a los técnicos que tuve qué clase de jugador soy. Me exijo en el día a día y obviamente que quiero jugar. Pero me tocó ir al banco, con Matosas y Bernardi, y no tuve problemas. No hay secretos.
- Dijeron ustedes que Matosas no era el técnico que necesitaba Estudiantes. ¿Alguna vez hablaste con él, le dijiste lo que no te gustaba?
-Lo que digo es que no era su momento. No lo juzgo si es bueno o no, simplemente digo que no era el técnico que necesitábamos para este momento. Veníamos trabajando con técnicos generacionalmente jóvenes y con una manera de entrenamiento diferente a la suya. Eran técnicos que trabajaban en campo, que les hablaban a los más jóvenes y se enfocaban en los pibes del club, que son lo más importante que tenemos. Necesitábamos un técnico que corrija los errores, que estuviera más encima nuestro, pero no era su manera. Entonces se hizo todo más dificultoso, se sufrió y la realidad estaba a la vista: el equipo no jugaba a nada. Lo decían todo. Pero después se llega a esa última fecha, que no juego porque estoy en el banco, y la culpa era mía. Nunca tuve una discusión con él.
-¿Lo más positivo del año fue haber clasificado a la próxima Copa Libertadores?
-Sí, y haber vendido por 17 millones de euros. Porque todo el mundo habla de lo que pasa hoy y lo que podría pasar, pero pocos miran para atrás. Nosotros, e incluyo al plantel, a nuestro mánager Alayes y nuestro presidente, fuimos muy cuestionados el último tiempo, pero pocos ven que clasificamos a tres Libertadores y salimos en dos torneos segundos. Es muy difícil eso. Es verdad que no nos dio para salir campeón, pero estuvimos ahí. Y llegamos a jugar en este semestre con siete jugadores menos porque se fueron Foyth, Ascacibar, Aguirregaray, Solari, Cavallaro, Viatri y Toledo, que fueron muy importantes. Llegaron otros, es verdad, pero mantenemos un presupuesto bajo y estamos haciendo una cancha. ¿Decime qué club del fútbol argentino hizo una cancha en los últimos años? Todos queremos volver a 1 y 57, tener planteles competitivos, pelear torneos. Es muy difícil abarcar todo, no se puede. Por suerte estamos bien financieramente. Muchas veces se ve sólo lo malo y nunca lo bueno. No se valora todas las cosas que se están haciendo. Nuestra responsabilidad es hacérselo saber a los más chicos y mostrarles las cosas buenas.
-¿Por qué el Club tuvo que vender a los juveniles? ¿No se podía arreglar con una sola venta?
-Porque no podés hacer nada ante semejantes ofertas. Es una realidad de nuestro fútbol. Lo de Juan (Foyth) fue increíble porque jugó apenas siete partidos. Lo que pasa es que lo venían siguiendo desde hacía un tiempo y al jugar esos partidos se aceleró todo. ¿Cómo hacés para no vender a jugador por 12 millones de euros? Hubiese sido muy bueno que se queden él, el Ruso, Correa, Carrillo, Jara, Rulli, Silva. Pero el fútbol argentino está complicado, con una AFA quebrada, que le hace muy difícil a los clubes sostener planteles. Mantener semejante club es costoso y tantísimas cosas se hacen bien. A veces no se muestran y todo se reduce a la suerte que tengan los once que entran a la cancha. No tengo dudas que ya van a volver las épocas dulces como las del 2006, 2010 y las de hace muy poco tiempo.
-¿Cuánto incluyó en ustedes la salida momentánea de Alayes de la secretaría técnica?
-Mucho. Que se haya ido él, que venga un técnico y se tenga que ir a los pocos meses, lo que pasó con Nardi, la eliminación de la Copa Argentina. Lo que pasó en los últimos seis meses en Estudiantes no se habían vivido ni en diez años. No es una excusa, pero fueron cosas que enrarecieron el clima. Estuvo todo raro, es así, lo sentíamos y lo sentían los de afuera. Por suerte desde hace un par de meses todo se tranquilizó y no tengo dudas que en el futuro las cosas seguirán por esta senda. Lamentablemente en toda esta transición tuvimos que competir y se nos exigen resultados. Estudiantes está bien y es impresionante lo que ha crecido. Si lo comparo con el que conocí en el ’97 es otro Club, no tengo dudas. Y lo más importante es que todo esto vino para quedarse.
“ Vamos a dejar todo para hacer una buena Copa Libertadores, que no significa que vamos a ganarla, sino a pelearla”
“ La realidad es que hoy me siento bien, disfruto el día a día. Cuando lo empiece a perder me daré cuenta y me retiraré”

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